Pasa por el diván Gildo Onorato: “Soy bastante franciscano”
-¿Seguís siendo k?
-Soy muy kirchnerista y muy peronista. Con todo lo que ello implica.
-Entonces Cristina sigue siendo tu referente.
-El de Cristina es un liderazgo difícil de reconstruir en el corto plazo.
-¿Por?
-Porque aportó mucho al movimiento popular, marcó directrices respecto adónde tienen que estar los valores de una democracia moderna pero en las tres manifestaciones más importantes de este año, todas desarrolladas por el movimiento popular, en ninguna se mencionó a ningún político y tampoco a ella.
-¿Qué significa esa omisión?
-Un límite a su capacidad y a la de todos los políticos de poder expresar la agenda de los compañeros. La dirigencia política va más atrasada que los sujetos sociales y la clase trabajadora, que vienen con una agenda nueva. Queda claro: hay una manifestación promovida por la política, es minoritaria; hay una manifestación popular con reclamos sindicales o sociales, es masiva.
-Decís que el movimiento popular no es solamente el kirchnerismo (interrumpe)
-No tengo dudas.
-Pero desde el Movimiento Evita vuelven a apostar al peronismo. ¿No es contradictorio?
-Apostamos a construir una propuesta de unidad en el marco del peronismo para ser mayoría. Pero insisto: el futuro de una alternativa popular lo va a definir la agenda que podamos construir. No vamos a tener un proyecto popular en Argentina si solamente reivindicamos lo que hicimos, porque fracasó.
-No suena muy k hablar públicamente de fracaso.
-Fracasamos porque muchos trabajadores, muchos, creyeron que Cambiemos era una propuesta para resolver sus problemas. Eso lo tenemos que abordar y con mucha humildad.
-Precisamente hoy el gran dilema en el kirchnerismo pareciera ser “autocritica sí” o “autocrítica no”.
-A ver: si Perón volvió al país con su actualización doctrinaria, con una profunda autocrítica de por qué se había ido en el 55 sin dar la pelea, si él tuvo esa capacidad, es una enseñanza que debemos tomar.
-Está claro que no extrañas al kirchnerismo.
-El kirchnerismo es el piso del proceso histórico que hay que reconstruir, pero con eso no alcanza.
Está claro: yo no voy a votar lo que voté en 2007, 2009, 2011, 2013 y 2015. Quiero una propuesta superadora, que incluya gran parte de las cosas que hicimos, pero asumiendo que eso no alcanzó para que las mayorías populares nos reconozcan como el camino para resolver sus problemas.
-¿Creés que volverán al poder algún día?
-No tengo ninguna duda. Habrá otra oportunidad. Yo nunca fui funcionario kirchnerista, sin embargo creo que los sectores populares pueden construir una alternativa si aprendemos las lecciones de la historia, porque construimos liderazgos pero no hegemonía y no transformamos las bases estructurales de la economía. Si tenemos la capacidad de ir a elecciones con la agenda que plantean los sectores populares tenemos amplísimas posibilidades de derrotar al macrismo.
-En Tandil todos los días surgen pases de facturas por el desenfreno con los cargos en la última década.
-Sí, hubo una gran pelea por ocupar lugares. Pero en ese sentido soy bastante franciscano: más que ocupar lugares soy de los que creen que hay que empujar procesos y así los lugares van a quedar en manos de los más idóneos. Ese es el gran desafío. Es más, la compañera nuestra, Mica (Micaela Herrera, del ME Tandil) privilegió su trabajo y abandonó la gestión…
-Esta semana todo Buenos Aires está empapelado con una foto que habla de una renovación peronista y aparece Insfrán, por ejemplo. Con esa “renovación” va a ser muy difícil que el peronismo vuelva.
-Néstor Kirchner, los primeros meses del 2003, tenía menos del 5 por ciento de intención de voto. Para muchos de nosotros era el candidato de Duhalde y el que había privatizado YPF. Sin embargo, a la hora de asumir la presidencia tomó la agenda popular y hoy nadie puede decir que fue un mal presidente. Falta mucho para que cierren las listas. Hasta entonces pueden aparecer figuras que hoy ni siquiera están en el tablero político.
-Estás dispuesto a comerte los sapos del PJ.
-Estoy dispuesto de la misma manera que Néstor llegó con Duhalde. Siempre y cuando pueda expresarse una alternativa que tenga como objetivo la agenda popular e ir mejorando las condiciones de vida de nuestro pueblo, se puede tener vocación de unidad. El peronismo tiene que ser una máquina de empoderar a los humildes y trabajadores, si no hace, no es peronismo, pero reitero: no nos olvidemos que Néstor llegó con Duhalde.
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(Como) empezando de nuevo
A la hora de precisar un diagnóstico sobre los sectores más vulnerables en Argentina, los medios de prensa nacionales no dudan en acudir a diario a la opinión de Gildo Onorato en razón de que el tandilense radicado en La Plata (y con presencia cotidiana en los puntos más vulnerables del Conurbano) conduce la Confederación de Trabajadores de la Economía Social (CTEP) y es uno de los más informados de los padecimientos de todos aquellos que sobreviven fuera del sistema.
Militante social desde fines de los 90, Onorato luchó en esa trinchera contra el menemismo, no dudó luego en sumarse al kirchnerismo “pero con críticas en materia de seguridad y políticas sociales que quedaron a medio camino” y hoy renueva los bríos ante lo que considera “un proceso de concentración de la economía más profundo que el de los 90”.
“Yo reivindico los 12 años de kirchnerismo –dice- y para ser honestos hay que reconocer que la pobreza no empezó el 10 diciembre pasado, porque la inflación y la pobreza estructural existían, pero las medidas que tomó el gobierno de Macri profundizaron esos problemas. En los 90 las empresas tenían delegados en el poder, hoy gobiernan directamente los CEO y hay una destrucción del tejido social. Un trabajador de la economía popular, ese que tiene que reinventarse un trabajo, o los que están vinculados a programas sociales están ganando 4 mil pesos. Eso ya no alcanzaba antes, ahora muchísimo menos”.
-¿Y tu vínculo con el dinero cuál es?
-Tengo un taller textil, somos cuatro. No nos sobra.
-¿Estás todo el día en contacto con situaciones de pobreza extrema?
-Mayoritariamente sí, es el tipo de militancia que hago. Pero no tengo problemas con eso porque vengo de un hogar muy humilde en Villa Italia, con una madre sin trabajo, sola. Nada de todo eso me es ajeno porque nunca nos sobró nada, en general, siempre nos ha faltado. Me acuerdo que pasé muchas tardes en la parroquia de la Virgen de Begoña, a la vuelta de casa, si había merienda los más humildes aprovechábamos porque en casa faltaba.
-No es casualidad que estés en este lugar entonces.
-La vida me puso en ese lugar y elegí este camino y me siento muy orgulloso porque creo que la militancia es un acto de donación. Soy muy cristiano. Y me reconcilié con la estructura eclesiástica con Francisco como Papa. ¿La verdad? Mi prioridad no es la cuestión electoral: hoy hay tareas mucho más urgentes, como la consolidación sindical de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, darle a los más de 45 mil afiliados una obra social que les dé dignidad, profundizar las políticas que estamos desarrollando, como la autoconstrucción de viviendas, la búsqueda de pleno empleo, un salario universal complementario.
Ficha Personal
Gildo Onorato, 38 años, casado, dos hijos.
-Estudió en la escuela Técnica y completó los estudios secundarios en el Comercial.
-Cursó Psicología en la Universidad Nacional de La Plata hasta cuarto año.
-En 1998 fundó una revista en La Plata: “Línea Subterránea” al tiempo que se inició en el trabajo social.
-Hacia el año 2000 participó, junto a Emilio Pérsico en la Agrupación Cuatro P: Patria, Pan y Poder al Pueblo.
-Ese mismo año fue uno de los que conformaron el MTD Evita.
-En 2005 participó como uno de los fundadores del Movimiento Evita a nivel nacional.
-De 2006 al 2008 fue director Provincial de Juventud.
-Desde diciembre de 2015 es secretario de Políticas Sociales del Movimiento Evita.
-Es asesor legislativo del bloque legislativo del Movimiento Evita en la Legislatura Provincial (diputados Gustavo De Marzio, Patricia Cubría y Chino Navarro)
-Dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Social (CTEP)