Preocupación del sector comercial por la baja en las ventas y el alza de los alquileres
En un relevamiento realizado por El Eco de Tandil, comerciantes de la zona céntrica de la ciudad expusieron su preocupación por la situación que atraviesan, con una considerable baja en las ventas. Desde el Sindicato de Empleados de Comercio advirtieron que la situación es crítica y que se despiden entre dos y tres empleados por día.
María Teresa Garmendia, dueña de la zapatería Tresam, expuso que si bien no puede precisar el porcentaje en que mermaron las ventas, ha habido una baja respecto al año pasado.
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“Teníamos esperanza con el segundo semestre, pero hasta ahora no ha cambiado. Creo que es más miedo que otra cosa, pero ha habido una baja. Si bien estos dos meses para nosotros son de temporada baja, se nota que ha disminuido la venta”, manifestó.
Cambio
de hábitos
En tanto, notó que los clientes han tenido en el último tiempo un “cambio de hábito en la compra” ya que “cuidan el dinero y solo compran por promociones”.
“Esperan el día en el que haya Ahora 12 u otro tipo de promociones con tarjetas de crédito. El día en que hay promociones el negocio se llena y el resto del tiempo, la remamos”, admitió.
Y advirtió que esto ocurre en distintos rubros y el día que se presenta una promoción venden todos y el resto de los días “no vende nadie”.
Mientras tanto, las liquidaciones “no son tan exitosas como 10 años atrás porque la gente se acostumbró a las promociones con tarjeta de crédito. Hace como 5 años que son habituales ese tipo de promociones y esperan a que ocurran para comprar”.
Indicó que “las liquidaciones de fin de temporada se adelantaron mucho, porque antes eran en agosto y ahora empezaron en junio. Normalmente se adelantan porque bajaron las ventas, y en el rubro nuestro este año cerraron tres zapaterías y el que cierra liquida, entonces eso nos arruina a todos los demás. La gente compra por precio, a veces ni compara la calidad”, observó.
Alto precio
alquileres
María Teresa Garmendia notó los numerosos cierres de comercios céntricos que se han dado en los últimos meses y consideró que se debe al alto precio de los alquileres.
“Lo que más nos preocupa es el alto costo de los alquileres”, confió y estimó que el aumento cada año ronda entre el 30 y el 40 por ciento. Señaló que otro alto costo son las cargas sociales, pero “el alquiler lo sufren todos, el que tiene y el que no tiene empleados”.
Y lamentó que contra eso no se puede “hacer nada porque el local uno lo necesita y los dueños lo saben”.
En cuanto al aumento de las facturas, afirmó que no ha impactado hasta el momento porque “no tuvimos que pagarla porque se refacturó. Yo pagué menos que antes porque hice una reestructuración de luces, hice una inversión y bajé el consumo”.
La ausencia
de efectivo
En cuanto a las ventas en efectivo, la propietaria de la zapatería sostuvo que “ya no hay, es algo muy raro, en otros valores son sé, pero en los que se manejan acá no”.
“Por eso estoy preocupada de que me vengan a asaltar porque acá nunca hay dinero, cualquier zapato sale más de mil pesos, entonces la gente no es común que ande con ese dinero. Festejamos cuando tenemos efectivo”, admitió.
Pero planteó que se trata de un hábito porque el que no utiliza crédito, paga con débito “por la devolución de IVA o porque no les gusta andar con tanto dinero. No sé qué sucederá en los otros rubros, pero acá lamentablemente el efectivo no me toca”.
“La gente gasta
menos y recorre”
Por su lado, Marcela Guerra, empleada Belme, coincidió en que “se nota una baja bastante importante en las ventas” y agregó que también disminuyó el flujo de gente.
“Los sábados, que eran los días en que más andaban, ahora ha bajado bastante la cantidad de gente. Los viernes también que era un día que la gente salía a hacer compras, tampoco salen. La gente gasta menos y recorre mucho, compara precios”, analizó.
Añadió que los clientes “buscan precio, la queja y la comparación es constante, por ejemplo, comparan lo que cuesta una remera con la comida. Dicen que sale más barato vestirse que comer”.
Y afirmó que ahora se acercan mucho por la liquidación de fin de temporada para obtener prendas a la mitad de precio. “Se nota que viene gente de todas las clases sociales, no solo gente humilde viene a aprovechar las promociones, también clase media y alta, gente que antes no buscaba precio hoy se vuelca a eso y a comparar con otros negocios”, manifestó.
A su vez, sostuvo que desde principio de año notan la baja en las ventas y que últimamente han visto que “tenemos comercios vecinos que han cerrado o se trasladan a otros lados donde el alquiler sea más barato. Van dejando la zona del centro donde los costos de los alquileres son más altos y se van a zonas más periféricas. Muchos también redujeron personal”.
“Tenemos
miedo”
Mirta Grillo, empleada Rubén Sport, aseguró que las ventas han bajado considerablemente y que “la gente tiene mucho miedo, piensa en lo que va a venir de luz, de gas, los impuestos suben y la gente, me incluyo, todos los que laburamos tenemos miedo, entonces nos cuidamos”.
Evaluó que “lo que es comida es prioridad, ha subido un montón, y por eso estamos así. Está mal el patrón, estamos mal nosotros. Tenés miedo a comprar mucha mercadería o prendas más caras por temor a no venderlas, entonces por ahí alguien te pide una buena campera pero te quedaste corta en la compra”, indicó.
Y aseguró que “hay una quietud increíble. Hoy sábado (por ayer) en la calle hay gente, pero en los negocios no hay nada. Yo quisiera que entraran aunque sea a revolver un poco y poder ocuparme para doblar las prendas, pero no entra nadie. Está muy venido abajo todo”.
“Hace unos cuantos meses ya que sucede. Las cosas del año pasado a este han subido un 40 por ciento o más y las ventas ni ahí, entonces vamos retrocediendo. Antes se tomaba personal, ahora se achica, porque no pueden pagar”, sostuvo.
Y afirmó que “yo estoy en un lugar estratégico pero la gente no entra. Muchos negocios cerraron, abrirán otros, pero nadie hace magia”.
“Es alarmante”
Ante esta situación, la secretaria general del sindicato de Empleados de Comercio, Nancy Clementi, expuso que “los compañeros cuando vienen, muchos manifiestan que los despiden porque cierran los negocios”.
“Es alarmante, son uno, dos o tres por día los despedidos, o sea que es preocupante”, admitió.
Y si bien no todos son despedidos porque cierran negocios, aseguró que “están pidiendo mucho de alquiler, entonces se complica. Paseamos por el centro y vemos los negocios cerrados también”.
La dirigente agregó que “desde mediados de mayo empezó a suceder el tema de los despidos y en esta última semana, 15 días, fue más agresiva la situación, no es que sí o sí todos los días echan a alguien, pero hay uno o dos en promedio por día”, finalizó.
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