Principio de incendio en una parrilla en colectora Macaya
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El hecho ocurrió pocos minutos después de las 21 y todavía no había público en el comercio. Sólo estaban los cuatro empleados que trabajan en el lugar, que fueron los que percibieron el inicio del siniestro. En un rápido accionar, intentaron sofocar el incendio con los dos matafuegos que se encontraban en el local.
El incesante y denso humo atrajo a gran cantidad de personas que pasaban por la zona, principalmente vehículos que circulaban por la Ruta Nacional 226, pero también gente que transitaba caminando el lugar, incluso muchos de ellos se acercaron al comercio para ofrecer su ayuda.
En su accionar, algunos colaboraron tirando baldes de agua para sumarse con la ardua tarea de los empleados de la parrilla, que no daban abasto para sofocar el incendio.
En tanto, una de las personas que pasaba por el lugar alertó a los bomberos que rápidamente acudieron a la parrilla.
En efecto, dos dotaciones, una del Cuartel Central y otra de Villa Italia, trabajaron por un lapso de unos 15 minutos para terminar de sofocar el foco ígneo.
El hecho
El teniente primero Juan César Duarte, del cuartel central de Bomberos, explicó que “al principio nos comentaron que tuvieron un recalentamiento del tiraje de una chimenea por acumulación de combustible, entre grasa y hollín. Se produjo un principio de incendio que empezó a descender de la chimenea hacia el local, agarrando parte de tirantería del mismo”.
“Los empleados utilizaron dos matafuegos y después nosotros con mangueras auxiliares con el apoyo del cuartel de Villa Italia terminamos de extinguirlo”, detalló en diálogo con El Eco de Tandil.
A su vez, indicó que el siniestro afectó principalmente cuatro metros cuadrados del sector de parrilla y que ninguno de los empleados tuvo principio de asfixia.
“Un desperfecto”
Por su parte, Franco Cabrera, el dueño del comercio, manifestó que “aparentemente hubo un desperfecto por un cortocircuito del motor de la extracción de las chimeneas, que ocasionó alguna chispa que hizo que se quemaran los tubos de extracción y con la grasa natural que tiene eso del asado o de lo que se cocina se quemó todo. Vino el fuego para abajo y gracias a Dios sólo quemó el cielo raso”.
“Era temprano, así que sólo estaban los empleados, no había público, y por suerte no pasó nada”, aseguró. u
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