Productores apícolas están atravesando una situación delicada
Gustavo Morteo, presidente de la Asociación Apícola de Tandil, planteó el delicado momento que está sufriendo el sector que representa, tras el recambio de las autoridades de los cambios de gobiernos provincial y nacional, y las primeras medidas económicas que se han tomado.
En diálogo con El Eco de Tandil, señaló que el panorama está complicando porque “están pagando 17 pesos el kilo de miel y a esta altura del año pasado valía 27 pesos, con un dólar de 9,70 y una retención del 10 por ciento. En la actualidad, el dólar está a un promedio de 14 pesos y sin la retención”.
Indicó que “todos los insumos, ya sea combustible, neumáticos, azúcar, etc., subieron en función del precio del dólar. Para el apicultor es una situación muy mala porque están los que pueden retener un poco de miel para ver qué pasa y los otros que tienen que alimentar, ir a ver las colmenas, pagar algunas cosas y encima te pagan la miel a 30, 45 y 60 días. El sector apicultor está totalmente destruido”.
En relación a aquellos productores que pueden retener la miel, dijo que “hay una situación que es real, en el país hubo un 15 por ciento más de producción que el año pasado, que eso es una situación que va por afuera del Gobierno. La realidad indica que hay algunos exportadores que no compran, los pocos que lo hacen pagan lo que quieren, tienen el stock lleno de miel y la operatoria afuera no es buena. Debe ser uno de los peores años, la miel está hoy, para el productor no sé para el exportador, a 1,2 dólar que es el precio que recibe y pagan a 30 días”.
El cambio de gobierno llevó también a la especulación de aquellos que pueden almacenar y esperar lo que acontezca. “Sabemos que el stock y los exportadores están llenos de miel, que el movimiento de salida no es bueno pero también tiene mucho que ver que han comprado miel cara y los precios supuestamente internacionales bajaron”.
Recibí las noticias en tu email
En Tandil
En cuanto a la ciudad, sostuvo que “así como en todo el país aumentó un 15 por ciento, acá fue un año malísimo. Teníamos un promedio de 30 o 35 kilos en la temporada y no llegamos a los 18, algunos productores andan en 15 kilos. Para otros fue un fracaso porque esos veinte días de seca que hubo cortaron toda la producción tanto en Ayacucho, Rauch y Tandil”.
Si bien aún no han mantenido un nuevo encuentro entre productores, sienten que están muy atados al comercio, que necesitarían un sustento del Estado que les permita alguna diferenciación con el combustible o el azúcar que se utiliza para alimentar, como para que el productor no venda. “Necesitamos algo porque en la actualidad están regalando lo que hacen. El costo de producir la miel tendría que estar en 1,4 o 1,5 dólar y se vende a 1,2. Veo la situación muy difícil, en internet hay gente que vende colmenas y la apicultura en Tandil va a disminuir”.
Aseveró que “quien quiere vender una colmena hoy no se la compra nadie, porque quien la adquiere tiene que aguantar el riesgo de invernada. Para venderla hay que hacerlo en primavera, donde ya pasó la invernada, no se muere ninguna colmena y lo que está vivo llega al verano”.
Señaló que “está bien para aquel que quiere invertir porque dentro de dos años se repite el ciclo, sube la miel y habrá menos productores en circulación. Esto no es de ahora, cada 4 o 5 años se da. Lo que no hay es un plan del Estado, nadie habla del productor apícola que está trabajando a pérdida”.
Reunión
Días atrás, gente de la Cooperativa Apícola mantuvo un encuentro con parte del Ejecutivo local donde, entre otros temas, se habló de las dificultades que presenta el sector. Al respecto, Morteo manifestó que “nos plantearon la predisposición para trabajar y nos dijeron que no había plata en el Municipio. Que nos podían ayudar en registrar la marca de la miel fraccionada y en la difusión del producto en distintos folletos, pero en el grueso del problema, que es el costo de la producción, no hay muchas respuestas”.
Añadió que “un equipo de azúcar cuesta 160 mil pesos, el productor tiene que mal vender la miel y se está fundiendo trabajando. Necesitamos tener algún paliativo en algo, pero por ahora eso no existe”.
Morteo indicó que “el problema más crítico es Tandil donde hubo poca producción. La situación económica y financiera apícola es muy delicada, porque el productor no tiene cómo defenderse de lo básico para el sustento de las colmenas. El sector trabajando a pérdida se termina fundiendo”.
Buscando encontrarle una salida a la difícil situación por la que están pasando, dijo que “se necesita hacer estímulos para los que inicien la producción. Si se generan nuevos productores, estos van a demandar material vivo, que lo pueden proveer quienes ya están trabajando. A su vez vendiendo esos núcleos no necesitarían malvender la miel y financiarían la alimentación del invierno. Una de las alternativas en los peores momentos es fomentar la actividad, pero nadie nos presta atención”. u
Este contenido no está abierto a comentarios