Reparten las responsabilidades entre el Municipio y la Provincia por el abandono del Langueyú
La gestión busca determinar el impacto ambiental que las empresas producen sobre el curso de agua y avanzar con el saneamiento.
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En el encuentro, que arrancó a las 9.30, se resolvió de común acuerdo “mandar una nota al Ejecutivo municipal, que seguramente será desviada a la Dirección de Medioambiente, y al mismo tiempo, que el Ejecutivo le envíe la nota al OPDS, que es el organismo provincial al que le compete el control que tiene que ver con los impactos ambientales”, explicó el concejal del Frente para la Victoria Eduardo Ferrer.
La intención es que se realicen inspecciones para precisar qué efluentes descargan las empresas fabriles en el curso de agua y que el Municipio pueda avanzar con la limpieza y parquización de las márgenes.
Reclaman controles
más frecuentes
“Nosotros trabajamos en la gestión de saneamiento del arroyo Langueyú en 2010. A partir de ahí hubo respuestas de la Provincia y del Municipio, se limpiaron las márgenes del arroyo y al mismo tiempo, se dragó, se construyó el puente (sobre Darragueira)”, repasó el edil.
Sin embargo, manifestó que “no se solucionó el problema de fondo, que es la contaminación de las aguas. Este es el control que hay que hacer y el control a las fábricas le compete a la Provincia, al OPDS”.
Hace tres años algunas de las empresas ubicadas sobre las márgenes del Langueyú fueron multadas, pero las inspecciones deberían ser más frecuentes o permanentes para garantizar que se cumplan las medidas ambientales.
“Las empresas siguen trabajando, y si pagan una multa y la planta de tratamiento que utilizan para procesar esos residuos no es la óptima, se va a seguir contaminando. Ese es el problema”, describió el concejal.
Los vecinos expresaron quejas por industrias como La Serenísima, olores nauseabundos, proliferación de roedores y escondites entre los montículos de tierra y la maleza que utilizan delincuentes para esconderse tras cometer robos.
Para el concejal, la comisión “hizo lo correcto” al trasladar el reclamo al Departamento Ejecutivo que, a través de las direcciones de Medioambiente y Parques y Paseos, debería tomar medidas.
Obra inconclusa
El intendente Miguel Lunghi y funcionarios del área de Obras Públicas habían anunciado el proyecto “Rivera del Langueyú”, en septiembre de 2010, que contemplaba la parquización de las márgenes del arroyo desde Beiró hasta la Ruta 30. El presupuesto que se había estipulado era de 300 mil pesos.
Ferrer ratificó que comenzaron con la limpieza y el dragado, pero en realidad quedó la tierra arada, por lo que volvieron a crecer los mimbres y pastizales.
Es definitiva, se avanzó con el primer tramo de los cinco estipulados. “Es una obra inconclusa”, reconoció y destacó que “los vecinos tienen razón en todo lo que dicen. Son muy claritos porque son los que sufren estas consecuencias. Al haber tanto mimbre y plantas que han crecido, arbustillos y maleza, indudablemente cuando el agua corre, se desliza hacia las viviendas”.
Precisó que “ese sector exige en todas las márgenes del arroyo, por lo menos en toda la zona poblada, una parquización que se tendrá que hacer cargo Parques y Paseos. Por otro lado, exige que la Provincia controle qué tipo de contaminación tiene el agua. Esos son los dos caminos, y hay responsables, por supuesto. Hay que hacerse cargo de esto y tratar de solucionarle el problema a los vecinos”.
Además, la falta de limpieza provoca que otras personas arrojen desperdicios y se formen basurales a cielo abierto. Por este motivo, destacó que es necesario acondicionar y parquizar, “porque otros lugares de Tandil tienen sus banquitos, sus arbolitos, y me parece que está bien que así sea”.
De todos modos, recalcó que “posteriormente hay que controlar a cada una de las empresas con una inspección para ver cómo procesan sus efluentes. Esto hay que hacerlo más seguido. Ese control para evitar la contaminación es necesario que lo realicen las autoridades provinciales”.
Explicó que le remitieron el pedido al Ejecutivo porque tiene la responsabilidad de colaborar, pero advirtió que todos los funcionarios municipales deben denunciar cualquier acción que implique un impacto ambiental negativo.
“Hay que tomar medidas con celeridad”, dijo Ferrer y reivindicó la rapidez con la que se expidió la comisión. Al mismo tiempo, se comprometió a seguir insistiendo y a gestionar una audiencia con el OPDS que ahora tiene delegados en Tandil.
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