Saquearon la casa de una mujer policía, cenaron lo que había en la heladera y después le prendieron fuego
A raíz del incendio, la vivienda quedó completamente destruida, según relató la dueña de la propiedad, una joven mujer policía de 28 años que se desempeña en la Jefatura Departamental La Plataa saqueada e incendiada.
La mujer dijo que los delincuentes cenaron lo que encontraron en la heladera, se llevaron algunos pocos elementos de valor y luego iniciaron el fuego. Las pérdidas, siempre en base al relato de la damnificada, fueron totales, al tiempo que expresó que por el hecho quedó detenido un menor de 15 años.
El ataque, de acuerdo con lo indicado en la edición de la fecha del diario El Día de esta ciudad, se habría producido entre las 3 y las 4 de la mañana de ayer, cuando la joven se encontraba de servicio y recibió el llamado telefónico de unos vecinos, quienes la alertaron de que su casa, ubicada en la calle 78 entre 120 y 121, estaba envuelta en llamas.
Al llegar al lugar, la policía comprobó que las pérdidas eran totales y se sorprendió al enterarse que el fuego habría sido provocado por delincuentes, que habían entrado con intenciones de robo. “No sé qué hacer. Tengo que empezar de cero, pero no sé por dónde”, afirmó la propietaria de la finca.
Ante la detención de un menor, con parte de los elementos robados, la mujer opinó que “ya está afuera, ahora mirando otra casa o se está drogando, porque no soporta su vida y no le importa joderle la vida a los demás”.
Los vecinos de la finca asaltada afirmaron que “los delincuentes habrían sido tres y, posiblemente, menores” de edad. Entre los elementos sustraídos, de acuerdo con el reporte oficial, se encuentran dos DVD\’s, una PC, dos celulares, algo de ropa y una frazada, con la que los ladrones improvisaron un bolso para llevarse el botín.
“No sé cuántos eran, pero en el patio encontré varias colillas de las blancas y las marrones. Se ve que estuvieron un buen tiempo”, aclaró. “Las fuentes con comida que estaban en la heladera las encontré vacías en la mesa, que estaba servida como si hubieran cenado”, agregó resignada.
La joven añadió: “Las paredes (de la casa) están partidas, el techo quedó arruinado, todas las ventanas rotas, hasta el piso quedó destruido”.
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