Satisfechos con la experiencia, los egresados de la Técnica 2 cumplieron con su viaje solidario
Luego de los preparativos, finalmente la semana pasada estudiantes de 7mo. año Electromecánica de la Escuela de Educación Técnica 2 “Ingeniero Felipe Senillosa” fueron partícipes de una experiencia única y gratificante, que despertó admiración y orgullo de sus pares y docentes.
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En lugar de realizar el tradicional viaje de egresados a Bariloche o a cualquier otro destino, doce jóvenes acompañados por cuatro profesores, emprendieron su cruzada solidaria. En concreto el grupo viajó hacia el departamento de Albardón, ubicado al centro sur de la provincia de San Juan, y se trasladó hacia la escuela “Regimiento de Patricios”, donde colaboró con mejoras vinculadas a su formación.
Después de un viaje de 16 horas arribaron a destino el lunes 22 a las 10 e inmediatamente comenzaron con las tareas, que a lo largo de una semana incluyeron la corrección y construcción de circuitos eléctricos, la reparación y colocación de rejas y pintura de varios sectores del edificio.
La ayuda también se replicó en el centro de salud Las Lomitas, donde colaboraron con los festejos por el Día del Niño organizados por los directivos del lugar.
Así, estos doce amigos coronaron su paso por la secundaria con una experiencia en la cual aplicaron los conocimientos adquiridos en beneficio de una comunidad.
El camino hasta cumplir
“el sueño de los chicos”
La iniciativa surgió a partir de una inquietud que presentaron los estudiantes a sus docentes el año pasado, mientras aún cursaban sexto año. La idea apuntó a realizar un viaje de egresados “totalmente diferente” a lo que se acostumbra. “Comentaron que querían cerrar el ciclo de la escuela haciendo un viaje juntos y una obra de bien, solidaria, en una escuela de otra provincia”, recordó el docente Santiago Ardito, que acompañó a sus alumnos durante todo el proceso.
Con la propuesta sobre la mesa comenzaron los contactos tendientes a establecer los vínculos para concretar el viaje solidario.
La coordinación se inició a principios de año y se logró a partir de un contacto con una persona que trabaja en el centro de salud Las Lomitas, en el departamento de Albardón, quien los conectó con el establecimiento educativo. Tras un extenso intercambio de mails, y el cumplimiento de los trámites correspondientes ante el Ministerio de Educación sanjuanino, se organizó toda la travesía.
“Y así empezamos todo el caminito hasta que llegamos a cumplir el sueño de los chicos”, confesó.
“La pasamos muy bien y el hecho de saber que los chicos que hemos tenido desde los 12 años antes de irse de la escuela plantean este tipo de decisiones y que hayan empujado para su concreción nos enorgullece mucho”, declaró Ardito.
Algo que “nació
de los chicos”
Por su parte la directora de la escuela, Verónica Graciani, expresó su satisfacción por el ejemplo que dieron los alumnos y destacó que lo valioso de la experiencia, independientemente de las prácticas profesionalizantes que desarrollan en distintas empresas de la ciudad y en el establecimiento educativo, fue que “se dedicaron a colaborar con una comunidad que los estaba esperando, y realmente el esfuerzo y los vínculos a partir del aporte que hicieron fue muy importante”.
Y agregó que si bien la escuela suele efectuar trabajos solidarios, la particularidad de esta acción fue que “nació de los chicos”, de allí el acompañamiento y respaldo del establecimiento. “Lo importante es la iniciativa que tuvieron”, valoró la directora.
La despedida
Pablo Mónaco y Juan Pedro Massigoge, estudiantes que participaron junto al profesor y a la directora de la entrevista con el magazine televisivo “La ciudad” (EcoTV) -que también reunió en otro sector del estudio a sus otros compañeros y docentes-, repasaron que “el año pasado nos pusimos a conversar sobre la posibilidad de hacer algo diferente, de ayudar; se lo comunicamos a los profesores y salió la ayuda en San Juan. Y este año cuando se lo contamos a todos los chicos, de 30 que somos viajamos la mitad”.
Coincidieron en destacar el gesto que tuvo la comunidad educativa al finalizar la experiencia, que logró emocionar a quienes formaron parte del viaje solidario. Ese día el comedor del establecimiento se colmó de carteles con muestras de agradecimiento, que se sumó a un acto donde los estudiantes de 3er. año interpretaron canciones y leyeron poesías.
“Habían ensayado la presentación únicamente para nosotros, que estábamos ahí”, valoró uno de los jóvenes.
Ardito, que marcó que la dirección de la escuela de Albardón les entregó un certificado por su participación, aseguró que la despedida fue “muy emocionante” y que la experiencia generó un cambio en ellos.
La mirada de
los docentes
Los docentes Fabián Bressesti, Daniel Payi y Carlos Zanoni aseguraron que la experiencia fue “muy gratificante” al expresar que son jóvenes que “conocemos desde muy pequeños y que fueron creciendo dentro de una institución que los contuvo y logró sembrar esto”.
Contaron que la semana que pasaron en aquella localidad sanjuanina resultó “poco” tiempo, con el correr de los días lograron dimensionar que en verdad habían logrado mucho. Y revelaron que el viernes, cuando la comunidad educativa organizó la especial despedida, tomaron verdadera conciencia de sus actos. “Caímos todos, ya no podíamos ni hablar de la emoción”, dijo uno de los docentes.
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