Tandil en el Dakar
Y vale aquí una reflexión: sufre quien participa, pero lo hace a conciencia. Se prueba a sí mismo, se demuestra que es capaz de vencer a la adversidad.
La realidad es que quienes corren, en el verdadero sentido de la palabra, no son más de 20. Ni más de 50 los que de veras quieren cumplir actuaciones dignas.
El resto, sin equipos oficiales, con menos recursos, y con apoyos en algunos casos demasiado escasos, solo se propone llegar.
Decir que Lamtzev largó para ganar es mentir. Ni siquiera Spataro y Silva lo hicieron con esa pretensión.
El ganador Roma tardó en total 51 horas para cubrir el trayecto, y el tandilense 73 horas más, con el recargo incluido.
Pero, como quedó expresado, para él llegar fue ganar. Y lo hizo en el puesto 53.
En Rosario, hace dos semanas, se lanzaron al camino 145 autos, de los cuales abandonaron 83. Solo 62 arribaron ayer a Valparaíso.
De los 23 argentinos, Lamtzev fue el 8vo entre los únicos 11 que vieron la bandera de cuadros al final.
El mérito, entonces, es grande. Por el coraje, por la resistencia, por las noches de escaso sueño y por los mil problemas sorteados.
El, su navegante Casas y sus colaboradores, podrán dormir tranquilos. La misión se cumplió con éxito. (RAR)
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