TC: En Concordia, se pateó el tablero
La intensa operación técnica de los carreteros en Concordia tuvo sus incipientes movimientos en la previa, el sábado, cuando un número considerable de pilotos se reunieron con el titular de la ACTC Hugo Héctor Mazzacane, y los “popes” de la mesa chica.
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La presión que ejercieron los actores, llevó a que el ejecutivo teceista actuara con celeridad, ordenando un control profundo en los vehículos de la marca Ford.
Algunos actores aportaron datos precisos para comprobar si había faltas al reglamento técnico de los precoces motores multiválvulas, y varios pilotos debieron ingresar sus unidades a la exhaustiva requisitoria técnica del domingo, donde apareció excluido el campeón Omar José Martínez.
Hasta ahora, el clasificador oficial está en suspenso. No ha terminado la revisión técnica que en el Parque Cerrado del Autódromo de Concordia se extendió por casi seis horas, posterior a la última actividad en pista.
La Comisión Asesora y Fiscalizadora de la ACTC retuvo las levas de los motores de los nueve autos revisados, los Chevrolet de Matías Rossi, y Guillermo Ortelli, el Dodge de Juan Martín Trucco, y seis pilotos más designados para el examen de rigor. La lista la completaron Juan Manuel Silva (Ford), Norberto E. Fontana (Torino), Omar Martínez (Ford), “Juampi” Gianini (Ford), y los hermanos Próspero y Nicolás Bonelli, ambos de la marca del ovalo.
Luego de concluido el show, mientras la conferencia de prensa estaba en marcha con Ortelli y Trucco, y mientras era asistido Matías Rossi, descompensado por un golpe de calor, en el parque cerrado se respiraba un perfume distinto, se observaba una tarea ímproba en el bunker de la técnica.
Varios pilotos habían mencionado las bondades del motor de Martínez. En la operación específica, el motor del campeón entregaba 90 cc a favor, se habla de unos 12 HP de potencia por encima de lo estipulado en el reglamento. Recordemos que la máquina de Martínez fue inalcanzable en la carrera de La Pampa, donde selló un nuevo tributo, jornada donde la técnica fue curiosamente muy ágil.
La gran diferencia que se notó con respecto a la carrera de La Pampa fue el número de vehículos. En tres semanas cambiaban los argumentos, de una despoblada técnica en Toay, a ver un grupo mayor de autos en Concordia.
Las próximas horas serán cruciales, el automovilismo “salpicado” y con grandes sospechas. La pregunta que flota en el ambiente es la acción que implementará la ACTC ante un hecho como el ocurrido en la provincia de Entre Ríos. Los deportes mecánicos van perdiendo motivación, alegría y confianza, por ello el soberano se aleja de ese folclore y pasión que llegó al corazón de la gente.
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