Tiene 17 años y asesinó “por encargo” a una docente
Además del joven considerado como el autor material del asesinato, los investigadores policiales detuvieron a una estudiante de enfermería, también de 34 años, acusada de ser la “autora intelectual” del homicidio y quien le habría ofrecido al menor una suma de dinero por cometer el crimen.
El sangriento crimen se produjo ayer en la localidad de Simoca, a unos 50 kilómetros al sur de la capital tucumana, de acuerdo con lo indicado por autoridades de la Policía y medios de prensa locales.
Los investigadores señalaron que todo indica que se trató de un crimen “pasional”, ya que la mujer que le “encargó” el homicidio al chico de 17 años mantendría una relación sentimental con el esposo de la víctima.
La docente asesinada fue identificada como Mariana Elizabeth Jerez, de 34 años, quien fue asesinada en su casa, de 15 puñaladas y de un profundo corte en el cuello. El menor de 17 años acusado por el crimen fue posteriormente detenido por la Policía, según lo indicado por el diario La Gaceta, de esta ciudad. En esa misma línea, se señaló que la “autora intelectual” del crimen sería una estudiante de enfermería, de 34 años, vecina de la víctima. Esta mujer, que también fue detenida, “al parecer mantenía una relación sentimental secreta con Víctor Andrada, esposo de la víctima”.
“Ella me dijo que me pagaría buena plata si la mataba”, confesó a su vez el menor detenido ante la Policía, según relató una fuente de la investigación citada por el diario tucumano.
“Pensó que, haciéndola matar, su relación con Andrada se iba a consolidar, pues desaparecía su único obstáculo”, agregó el vocero. El joven de 17 años, ahora detenido, vivía cerca de la casa de la docente asesinada, y de acuerdo con lo señalado, tiene antecedentes por robos. Según la Policía, la propia estudiante de enfermería considerada como autora intelectual del asesinato acompañó al menor a cometer el crimen.
Los investigadores subrayaron que los dos fueron a la casa de la docente -ubicada en la calle Pasaje Urquiza 60- cerca de las 6:00 de la mañana de ayer, cuando el esposo de la víctima se había ido a trabajar. “Relató que ella golpeó la puerta y que cuando, por una pequeña abertura, se asomó Jerez, la encaró para pedirle un poco de crema dental. Entonces, la dueña de casa le trajo el pedido y, cuando abrió la puerta, el menor arremetió. Le pegó una trompada que la tiró al suelo”, señaló el comisario Carlos Páez, jefe de la comisaría de Simoca. Luego, Jerez fue arrastrada hasta el fondo de la casa, le “ataron las manos con una prenda íntima” y el menor la habría atacado a cuchillazos.
El “profundo corte en la yugular habría hecho que se desangre en pocos minutos”, se indicó. En una de las habitaciones dormía una niña de dos años, única hija de los Andrada. Una vez cometido el crimen, tanto el joven de 17 años como la otra mujer escaparon, pero la estudiante de enfermería “se dio tiempo para avisar del asesinato a los vecinos”. “El primero en llegar fue el doctor Dardo Castro, que vive aquí cerca.
El intentó reanimarla. Pero ya no había nada que hacer”, dijo una vecina que vive frente a la vivienda. Según lo señalado por los pesquisas, la estudiante de enfermería fue la primera en aparecer como sospechosa, debido a que no supo explicar cómo logró ingresar a la casa de la víctima ni en qué circunstancias descubrió el homicidio. Luego, la Policía dio con el menor, sobre la base de sus antecedentes por robo.
“Fue decisivo en la investigación el pedazo de látex que encontramos entre las ataduras que tenía la víctima. Se dedujo que podía ser de un guante de los que usan las enfermeras en sus prácticas. Y fue así”, dijo el comisario Páez.
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