Tiren el reglamento al río
En primer lugar aclaremos un punto. Se me ha acusado de injurias. Respondo con el Artículo 210 del Código de Justicia. ?El acusado de injuria quedará exento de responsabilidad probando la verdad de las imputaciones cuando éstas se dirijan contra funcionarios públicos sobre hechos concernientes al ejercicio de sus cargos o referidos a la comisión de faltas penales o de infracciones administrativas?. He escrito absolutamente la verdad de lo que sucedió y que atañe al ejercicio de funcionarios públicos. Ellos mismos anunciaron las irregularidades, en sus propias gacetillas.
Sigamos. Si al propio presidente de una Comisión Municipal de Box, en este caso la de Tandil, le produce risa que le marquen las violaciones reglamentarias que ese ente de control ha cometido en el festival realizado en San Cayetano, el hecho es alarmante.
Según una fuente a la que le doy crédito absoluto, me indicó que existe una nota de la FAB hacia la Comisión de Tandil, autorizándola a hacer al menos de promotor. Le he enviado dos correos al presidente de la Comisión de Boxeo Amateur de la FAB, Sr. Luis Romio (uno confirmado el recibido), para que me certifique oficialmente si existe esa autorización, pero no he recibido ninguna respuesta hasta el momento del cierre. Quiero creer que no está en Buenos Aires y no, que se niega a contestar.
La autorización -si existe- fue, siguiendo a mi informante, en razón de que el festival era con entrada libre y gratuita. Seguramente las gacetillas fueron hechas con cierto atolondramiento prestándose a confusión, pues si la entrada era gratis, también se anunciaba que ?las entradas y el pasaje? se adquirían a $ 55 en el teléfono del presidente de la Comisión de Box.
Lo que dije en mi nota anterior -si la autorización existe- lo ratifico: señores de la FAB: ?Tiren el reglamento al Río de la Plata?. Más de una vez manifesté que se ufanaban de tener el mejor reglamento del mundo, pero como casi nadie lo cumple en el país y cada cual hace lo que quiere, es lo mismo que no tener absolutamente nada.
Por otra parte, estimo que una decisión que contraviene la más elemental de las obligaciones que impone la entidad rectora, debería ser resuelta por el Consejo Directivo y no por una de las comisiones, o en forma personal por alguien de ese organismo. Y aún si es permitida por ese Consejo, es violatoria de su propia reglamentación en un articulado que no puede ser salvado ni por excepción bajo ninguna circunstancia, pues es la esencia del espíritu protectivo de boxeador. De última que lo anulen, tendría más color legal.
De la errática actitud de la FAB -si la autorización existe- no queda exento quién la acepta. Por dar un ejemplo, sin ninguna otra intención, es como si el comisario le diera el permiso a un amigo para robar. Pues, adentro irán los dos, y éste es el mismo caso. Si la autorización existe, ambos son los transgresores.
La realización de este festival con el aval de la FAB -si la autorización existe- nos regala un cuadro patético y desalentador. El boxeo está desquiciado en todo el país, por actitudes como ésta y por las otras tantas similares que desconocemos. Desgraciadamente, la dirigencia actual está tan lejos de la calidad de don José Oriani, Icaro Frusca, Alberto Festal y otros grandes dirigentes que tuvo el boxeo argentino, que irremediablemente vamos por la pendiente hacia el abismo.
¿Qué podrá pensar un promotor con todas las de la ley cuando se entera de que pasan estas cosas? Tuvo que pagar dos mil pesos, poner una propiedad en caución, inscribirse en ARBA o en la AFIP y encima si encuentra una comisión como la gente, someterse a que le revisen hasta la dentadura, mientras otros lo hacen sin cumplir con ninguno de esos requisitos. Si a mí me pasara algo así, diría que me han tomado por un verdadero idiota.
Falta algo. La Comisión de Tandil está atada a la ordenanza vigente, que dice: ?Bajo ningún concepto se autorizarán combates (?) entidad que no posea afiliación a la FAB?. Como ya dije, se incumplió, aun en un Partido ajeno. Y allí no hay nota de la única autoridad que pudo hacer la excepción: el Concejo Deliberante de Tandil. La ordenanza que tanto dio que hablar a favor de la protección del boxeador, fue ignorada por la propia comisión.
El más grande avance que tuvo Tandil, y por lo que fue considerada por la FAB (después de esto -si la autorización existe- no sé que valor tiene su entusiasta felicitación) y el propio Comité Olímpico, fue la ordenanza presentada por los ediles Ernesto Palacios y Ligia Laplace. Eso, más los seminarios de capacitación que se realizaron, le dieron a la plaza el respeto que semejante esfuerzo merecía. El propio presidente se vanagloriaba de la rectitud con que se hacían las cosas en Tandil a comparación de los desastres que comprobaba en localidades vecinas. En San Cayetano, en connivencia con la FAB ?si la autorización existe- entre ambos, armaron un festival antirreglamentariamente. Que haya resurgido el boxeo, es 90% mérito de los clubes, de los entrenadores y de los propios boxeadores. El otro 10% es la ayuda que se pueda dar desde el Municipio y la seriedad con que se trabajó en los primeros momentos y que hoy no está asegurada.
Cuando el boxeo fue verdaderamente grande, épocas de Angerami y Daher no había Comisión de Box. Cuando Villarruel y Fiori llenaban los estadios, la prudente Comisión Municipal se remitía a fiscalizar. De allí que en el progreso y los logros de este deporte poco y nada tiene que ver una Comisión de Box.
Pero la cosa no termina acá, el 24 pelearon en San Cayetano Carlos Carmona y Leonel Prieto con diferentes rivales. Seis días después, el 30, volvieron ambos a combatir en Benito Juárez. Dice el reglamento que debe haber un intervalo de seis días entre combate y combate, pero son 6 días cumplidos, hubo solamente cinco días entre pelea y pelea. Pero no me animo a criticar este otro ?furcio? reglamentario, tal vez los autorizó el obispo de Azul, y como ya nada importa a nadie, puede que sea válida la licencia diocesana.
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