Tras un acuerdo, la empresa Apaz Madrid retomará sus actividades con cuatro obreros
Pese a que en un momento la disposición de concluir con el emprendimiento parecía indeclinable, la propuesta que llevó ayer apuntó a iniciar una nueva etapa con la incorporación de cuatro de los ocho trabajadores despedidos. Los restantes cuatro, en tanto, recibirán una indemnización del 70 por ciento con la homologación de la cartera laboral.
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En consecuencia, la toma de la fábrica, medida que se inició tras el cierre de la industria, fue levantada al sellarse el acuerdo.
Una audiencia clave
Ayer durante la mañana, los representantes de la UOM Tandil y Apaz Madrid volvieron a encontrarse en la delegación del Ministerio de Trabajo provincial en una audiencia clave que se prolongó casi por dos horas.
Durante ese lapso, las partes bregaron por arribar a una definición para así resolver finalmente la situación de los trabajadores cesanteados. La cartera laboral esta vez escuchó, al igual que el sindicato, la nueva propuesta acercada por la patronal.
Cuando el diálogo parecía dilatarse los protagonistas salieron de la oficina aclarando que se había dictado un nuevo cuarto intermedio hasta la tarde.
Cauteloso, Carlos Romano sólo se limitó a anticipar que las propuestas en consideración iban a ser sometidas a la asamblea.
Pidió disculpas por “no poder mencionar nada”, y descansó en la decisión del grupo de trabajadores. “La asamblea me diría si aceptan o no”, fundamentó.
A esta altura de las negociaciones, ya se había deslizado la posibilidad de que la firma continuara funcionando.
La propuesta de la patronal
A escasos metros se disponía a abandonar el edificio uno de los propietarios de la fábrica, Alejandro Apaz Madrid, quien adelantó que el planteo apuntó a “reincorporar a cuatro de los trabajadores, retomar la actividad e indemnizar con el 70 por ciento a los cuatro restantes, más las quincenas adeudadas y el aguinaldo”.
Luego Alejandro Apaz Madrid reconoció que “tal vez no soy coherente con lo que dije en un momento de no volver a abrir o que no queríamos saber más nada, pero la realidad es que hubo un par de factores que hicieron que me lo tomara como un desafío personal”.
Adelantó que en caso de aceptar la propuesta, la reincorporación de parte del personal sería ya la semana entrante. “Hay parte de un dinero que me prestan, pero no hay un inversor”, advirtió, y garantizó que “está la posibilidad de recuperar parte del mercado, trabajando correctamente y estando encima de la producción”.
Balance “malo”
A las 15, las partes se reunieron nuevamente en la sede laboral, esta vez con la decisión de aceptar la propuesta y definir los detalles del acuerdo.
“El porcentaje que siempre buscamos era del ciento por ciento”, dijo Carlos Romano, finalizado el cuarto intermedio en relación al pago de las indemnizaciones, y ponderó la decisión empresarial de continuar con la actividad metalúrgica y con ello conservar cuatro puestos de trabajo, especialmente de aquellos obreros con mayor antigüedad.
La condición, asumida por los empleadores, es que deben tener todos los aportes al día. Es decir que “tienen que regularizar las quincenas, el aumento y el aguinaldo”, planteó.
Por ello, cuando se normalicen los pagos de esos ítems adeudados “los compañeros entrarán a trabajar, siempre”.
Respecto al futuro de los empleados cesanteados, confirmó que dos de ellos se aseguraron un lugar en otra firma del sector.
A la hora de los análisis sobre lo que dejó el conflicto, que ayer al mediodía cumplió 28 días desde su comienzo, dijo que el balance es “malo” y fundamentó que “no nos gusta lo que hemos vivido. Estuvimos casi un mes soportando temperaturas muy bajas y con los trabajadores sin cobrar y sin trabajo”.
Autocrítica
A su turno, Alejandro Apaz Madrid garantizó el pago de lo adeudado a los cuatro trabajadores en el transcurso de la semana que viene para retomar con las actividades en la planta.
Al recordar los episodios de tensión protagonizados, ratificó que “nunca se buscó perjudicar a nadie”, reconoció el derecho a reclamar, pero cuestionó el modo en que se llevó a cabo.
Dijo que intervinieron “una serie de factores” a la hora de cambiar el rumbo y decidir la reapertura de la fábrica, hizo una autocrítica y admitió que quizás “uno de mis errores fue no haber estado más en el lugar de trabajo”.
Finalizada la puja, las partes ultimaron algunos detalles del acuerdo a la espera de la reapertura para volver a producir.
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