Tras un grave accidente, vecinos de Macaya al 2200 solicitaron una cancha para el barrio
A raíz del accidente de un joven de 17 años, los vecinos de la zona de colectora Macaya al 2200 solicitaron un espacio recreativo o cancha de fútbol para el barrio. Es que este chico se encontraba jugando al fútbol en un terreno cercano a esa dirección y al caer la pelota sobre el techo de una fábrica, decidió subir a rescatarla. Así fue que cayó de más de 8 metros de altura y terminó con las costillas rotas, el brazo fracturado y distintas heridas de consideración.
Marcos Méndez, papá del joven accidentado, dialogó con El Eco de Tandil y explicó que el sábado pasado, alrededor de las 15, su hijo de 17 años se encontraba jugando al fútbol con unos amigos en un terreno ubicado en colectora Macaya al 2300, cuando la pelota quedó enganchada en el techo de un galpón contiguo. Cuando el adolescente subió para buscarla se rompió la chapa traslúcida del techo y cayó de una altura aproximada 8,5 metros dentro del galpón.
El padre no se encontraba en ese momento en su casa ya que había llevado a otra de sus hijas a un cumpleaños y dejó el celular allí, por lo que los amigos enseguida llamaron a los vecinos y a la policía para que los ayudaran a abrir el galpón. Estuvieron cerca de media hora para intentar sacarlo ya que los portones estaban cerrados desde adentro y a pesar de que sonaba la alarma, el personal de la empresa de monitoreo no apareció, así como tampoco los dueños de la fábrica quienes se encontraban de viaje.
Finalmente, luego de 15 minutos de estar tirado prácticamente inconsciente, el herido se levantó y sacó una de las trabas del portón desde adentro y palanqueando, y así la policía pudo ingresar. Una vez que lograron rescatarlo, el menor fue trasladado al Hospital Ramón Santamarina.
Afortunadamente el joven ya fue dado de alta, aunque Marcos Méndez reconoció que es la primera vez que sucede algo de esta magnitud, pero advirtió que los chicos juegan en un descampado que está al lado de la fábrica porque no tienen un potrero ni ningún espacio recreativo en el barrio.
“Acá no hay otros lugares donde puedan jugar porque lo más cerca que tenemos es la quinta La Florida y hay otro grupo de chicos que no los deja jugar. Por lo tanto, si no juegan en ese terreno tienen que cruzar la Ruta 226 y eso también es un peligro. Además en esta calle hay mucho tránsito, está la rotonda cerca y es un peligro para los chicos. Sin duda necesitamos un espacio recreativo para la zona”, reclamó Méndez.
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Estado de salud
Producto de la caída, el joven tuvo múltiples fracturas, se quebró tres costillas, el brazo derecho en varias partes, la muñeca y le encontraron cortes en distintos lugares del cuerpo. “Se salvó de milagro porque si hubiera caído de cabeza o se hubiera golpeado contra los fierros, se podría haber matado directamente”, dijo angustiado su papá.
Estuvo un día internado en el Hospital y luego fue dado de alta aunque se encuentra en reposo en su casa al cuidado de su padre. Hoy deberá concurrir nuevamente al Hospital para finalizar con los estudios y obtener el diagnóstico definitivo ya que probablemente lo tengan que operar del brazo, la muñeca y del maxilar. Además tuvo un leve sangrado en el cerebro que por suerte no avanzó, así como también una pequeña fisura en el pulmón a causa de la rotura de las costillas.
“Es un chico sano que va a sexto año de la Escuela 37, trabaja y no necesita nada. Ahora va a estar dos meses sin poder ir al colegio, así que tendremos que ver cómo lo resolveremos”, concluyó Méndez. u
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