Ulises Sanguinetti impuso el ritmo bajo la llovizna
Los que corrieron para ganar, los que buscaron bajar esa marca personal, los que querían probarse algo, los que querían llegar. Todos compusieron ayer con esfuerzo y entusiasmo otra Tandilia, la número 37 de la historia, que volvió a atrapar a los tandilenses y a convocar a corredores y caminantes de todas partes del país. Por primera vez la cita se marcó un sábado por la tarde, y la lotería del clima quiso que una tenue llovizna intentara apagar el fuego de los atletas y el público. Sin embargo, lejos estuvo de lograrlo, porque el agua y las calles empapadas contribuyeron a darle un condimento especial a la prueba, y de ninguna manera acobardaron a la gente, que aportó su habitual colorido y apoyo a los participantes al costado del circuito o en la llegada, en el playón del Polideportivo Municipal.
La lluvia aparecía como un condicionante para la competencia, y terminó influyendo de alguna manera en el desahogado triunfo de Ulises Sanguinetti, que alcanzó su primer triunfo en la Tandilia con un tiempo de 34 minutos 24 segundos. El mal tiempo aparecía como un arma de doble filo para los atletas. Con la llovizna el cuerpo no sentiría tanto el esfuerzo, y se podía aspirar a un ritmo muy fuerte, pero al mismo tiempo había que cuidarse del piso mojado, sobre todo en la parte adoquinada. Sanguinetti, atleta de Tres Arroyos, fue protagonista desde la largada misma, y aprovechó una situación clave en el desarrollo: el resbalón y la caída de Gustavo Comba, que lideraba la prueba al llegar a la esquina de España y Chacabuco. Esa circunstancia desafortunada privó a la Tandilia de una lucha que se anunciaba mucho más pareja y cerrada. Porque Comba, ganador de las dos últimas ediciones, había partido desde La Movediza con un ritmo arrollador, pero Sanguinetti, y Santiago Figueroa, en menor medida, no le perdían pisada y emparejaron la carrera a mitad del recorrido.
Sanguinetti aprovechó al máximo la caída, tomó enseguida una ventaja de unos 100 metros, y llegó a la trepada del Parque Independencia con una diferencia aún mayor, presagiando, ya a esa altura, una victoria contundente. Comba nunca pudo recuperar el ritmo de carrera, intentó forzar la marcha en la trepada del Parque, pero nunca pudo achicar los metros que lo separaban de Sanguinetti, y en la bajada de la Fuente de Los Vascos comenzó a sentenciarse el resultado. Sanguinetti encaró confiado la última parte, sabiendo que no le costaría demasiado la última trepada exigente, la del monumento al Fundidor, y se fue a recibir la ovación que lo esperaba en el Polideportivo.
Entre las damas, el triunfo fue para la marplatense Roxana Preussler, que se impuso a la tandilense Elisa Cobanea.
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Un gran aperitivo
Las postas ofrecieron un excelente aperitivo para la gente que se fue congregando desde temprano. Porque como pocas veces se dio una carrera palmo a palmo entre las postas más fuertes, representativas de Tandil y Mar del Plata. Los representantes de la Unicén, Simón Guido, Sebastián Cotti, Diego Simón y Sebastián Troccoli finalmente no pudieron con el cuarteto de la Universidad de Mar del Plata, integrado por Leonardo Avendaño, Esteba Tocci, Hernán Catulo y Hernán Mastromarino.
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