Un condenado a muerte en Estados Unidos dice estar muy gordo para ser ejecutado
Richard Wade Cooey, de 41 años, que mató a dos estudiantes universitarias en 1986, murió por inyección letal, según despacho de la agencia de noticias DPA.
El hombre de 1,70 metros y 120 kilos intentó evitar la ejecución argumentando ante la Corte Suprema de Ohio que era demasiado gordo para morir, ya que los ejecutores iban a tener dificultades para hallar sus venas y administrar la inyección letal.
En Ohio, las ejecuciones se realizan con una mezcla de tres drogas, incluido un narcótico.
Los abogados de Cooey afirmaron que podría sufrir si la inyección no era colocada correctamente. El tribunal rechazó el argumento.
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