Un delincuente solitario asaltó el domingo a un colectivero, en el barrio 25 de Mayo
En las primeras horas de la noche del domingo fue asaltado el chofer de un coche interno de la Línea 504 (verde) del transporte urbano de pasajeros en momentos en que realizaba sus tareas habituales en el barrio 25 de Mayo.
Si bien en un primer momento el damnificado pretendía no realizar la denuncia policial, al haber tomado el caso estado público se inició una causa en cuyo marco la víctima presentó el respectivo testimonio.
El chofer asaltado fue identificado como Miguel Angel Rípodas, que fue abordado en la calle Independencia por un hombre joven que esgrimió un arma de fuego y lo obligó a entregar la recaudación y el reloj pulsera.
La rápida acción culminó cuando el delincuente se alejó corriendo, impidiendo toda reacción por parte de la víctima.
El asaltante fue descripto como una persona de unos 30 años de edad, de contextura mediana, tez oscura, aproximadamente 1,70 metros de altura, y cabello oscuro y largo.
El botín fue estimado en unos 100 pesos en cambio, además del reloj del chofer.
Se inició una causa penal caratulada como ?Robo calificado por el uso de armas?, con intervención de la Unidad Funcional de Instrucción de turno.
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Una historia repetida
El ataque a conductores de colectivos, al igual que a remiseros, es un tema que genera preocupación en un amplio sector de la sociedad, ya que a diario se escuchan versiones sobre situaciones que ?si bien son un secreto a voces- no se traducen en las denuncias respectivas.
Es que en la mayoría de los casos el botín principal es efectivo, elemento que resulta prácticamente imposible recuperar a no ser que los autores del asalto sean atrapados in fraganti.
Por lo tanto, los damnificados -en un alto porcentaje de los casos- optan por evitar hacer denuncias y someterse a los posteriores trámites policiales y judiciales.
Los escenarios elegidos, según tales informantes, son habitualmente puntos cercanos al final de los recorridos, dado que por lo general de trata de lugares con escaso movimiento e iluminación. Así, los autores del hecho incrementan su impunidad e impiden complicaciones.
Además, por lógica, el final del recorrido es el tramo en el que los choferes circulan con mayor recaudación.
Tercer caso
Los asaltos a trabajadores del volante tienen oficializadas otras dos denuncias en los últimos días.
Uno de los hechos sucedió el sábado 27 por la madrugada en la zona posterior del Hipódromo y fue sufrido por un remisero que tomó sus dos jóvenes pasajeros en Murature y Lisandro de la Torre.
Al llegar a Chapaleofú y Peyrel, uno de los transportados extrajo un arma y obligó al trabajador del volante a entregar el dinero, estimado en 140 pesos.
Pocas horas después, el colectivero Adrián Serén fue asaltado por un hombre cuando finalizaba su recorrido, en Brasil y Gardel. El monto denunciado como robado ascendió a 1.200 pesos, producto de la recaudación del fin de semana.*
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