Un enorme macizo de piedra obstruye O’Higgins y los vehículos circulan por dos lotes del Procrear
Beneficiarios de la línea compra de terreno más construcción del Procrear, que están levantando sus casas en Villa Cordobita, reclamaron al Municipio que termine la obra de remoción de un macizo de piedra que está sobre O’Higgins, a metros de 12 de Octubre. El principal inconveniente que padecen es que la traza de la calzada se desplazó por el obstáculo que implican las rocas y los vehículos transitan por el interior de dos terrenos. Por este motivo, la Usina no les habilitó la instalación del pilar para la luz y tampoco pueden acceder a los servicios de agua, cloacas y gas.
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Las tareas para retirar las piedras de la calle comenzaron, pero se encuentran detenidas hace tres meses. Los vecinos afectados por este problema tuvieron paciencia, realizaron las gestiones y esperaron las respuestas de los funcionarios municipales, pero ya no pueden demorar más para finalizar sus casas porque corre el plazo del programa de crédito Procrear.
El martes pasado entregaron una carta dirigida al intendente Miguel Lunghi, donde le explicaron que “lamentablemente, un enorme macizo de piedra, que actualmente se localiza sobre la calle O’Higgins a metros de 12 de Octubre, ha estado impidiendo la realización de nuestra obra y actualmente los vecinos que ascienden y descienden por O’Higgins lo están haciendo por nuestros lotes. Es decir, estamos construyendo sobre la calle y, hoy por hoy, no tenemos vereda ni línea municipal. Esto está directamente afectando el hecho de que no podemos construir el pilar de luz porque la Usina de Tandil aún no puede habilitar dicha construcción y, mucho menos, el servicio de luz”.
Los plazos
corren
En la esquina de O’Higgins y 12 de Octubre, Guillermo Rodríguez y Viviana Peralta describieron el problema que padecen por el macizo de piedra que obstruye la calle y aclararon que no están cortando el paso, sino que tuvieron que construir con un retiro para que los vehículos puedan circular por sus terrenos. Por ese motivo, la Usina no le habilita la obra del pilar de luz y no cuentan con el servicio.
“Tuvimos que empezar a construir muy retirados, unos cinco metros hacia atrás del frente, porque hay mucha gente que pasa. Tuve que ceder patio”, relató Guillermo Rodríguez, quien tiene su casa en la esquina de O’Higgins y 12 de Octubre.
Por otra parte, Viviana Peralta agregó que “no podemos pedir luz porque en caso de poner el pilar, estamos cortando la calle. Tampoco tenemos agua ni gas, porque impedimos el paso. También, muchos autos en la subida se vienen para atrás y tenemos miedo” por el riesgo de accidentes.
La adjudicataria sostuvo que “si hago el pilar de luz, corto la calle” y contó que necesita mudarse antes de fin de mes, pero no puede pedir los servicios. “Ya tengo todo. Lo único que me falta es terminar los revoques y ya estaría para mudarme, pero no puedo porque no tengo los servicios”, cuestionó.
En cuanto a los trastornos que enfrenta, explicó que a partir de febrero el banco Hipotecario le empieza a cobrar la cuota del crédito, que supera los 7 mil pesos, pero además abona 6 mil pesos por mes de alquiler en el departamento donde hoy vive.
“Estoy en el tramo final. Estoy pagando alquiler y tengo que pagar la cuota y no me puedo mudar porque no tengo servicios. Pagar las dos cosas sería terrible, imposible. La chica de al lado nos presta luz para poder construir, pero tampoco tenemos agua ni gas”, advirtió.
Reclamos
reiterados
Los vecinos confirmaron que fueron varias veces a reclamar al Municipio. “El principal problema es que no sabemos, hoy por hoy, quién está a cargo de la obra”, subrayó Guillermo Rodríguez. En las gestiones, les indicaron que hablaran con Sebastián Pedro y con Marta De Rico, pero no consiguieron respuestas concretas.
“No sabemos quién está a cargo, quién nos puede dar un estado de avance de la obra y quién nos puede proyectar cuándo va a estar finalizada para nosotros poder programar nuestra mudanza y seguir con la obra”, cuestionó.
Además, solicitaron que el banco contemple el inconveniente que tuvieron con los lotes debido a que la prórroga que solicitaron les costó una multa cercana a los 7 mil pesos, dinero que podrían haber destinado a materiales o mano de obra.
El derrotero
Las manzanas de Villa Cordobita donde se levantan 60 casas con el programa Procrear le cambiaron la fisonomía al barrio. Ya hay unas veinte familias que lograron terminar la construcción y cumplieron su sueño.
El proyecto se inició en 2014, cuando el Municipio vendió tierras al fideicomiso del Procrear para generar terrenos valuados en cien mil pesos, destinados a los sorteados en la línea compra de lote más construcción. En esa situación estaban Guillermo Rodríguez y Viviana Peralta, quienes también salieron sorteados para acceder a las parcelas, y en febrero de 2015 les otorgaron el crédito para empezar a construir.
Cuando llegaron al lugar, muchos vecinos pudieron comenzar con las obras, a pesar de los desniveles de esas manzanas. “Nosotros nos encontramos con un terrible macizo de piedra enfrente a nuestros terrenos y no podíamos construir. Fuimos a hacer reclamos para que nos hagan el cambio de lote porque no era viable construir así. No nos dieron bolilla”, recapituló Rodríguez.
Luego de insistir, les recomendaron construir porque la obra de remoción de la piedra se iba a hacer. “En el banco nos decían ‘empiecen porque el tiempo corre’. Tenemos nueve meses de obra y una prórroga de seis meses. Yo ya estoy en la prórroga. Voy por los quince meses, en una obra que es muy sencilla, que se tendría que hacer en tres o cuatro meses”, relató el beneficiario del programa nacional.
Los adjudicatarios realizaron reclamos ante funcionarios del Ejecutivo y concejales para intentar destrabar la obra, teniendo en cuenta que el tiempo los apremia. En esas reuniones les informaron que si bien la empresa ganadora de la licitación empezó con los trabajos, contrató a otra firma para extraer la piedra. “Ellos no tenían las maquinarias necesarias, dicho por el Municipio, y el mismo Andolfati contrata a otra empresa, que es Basualdo”, precisó.
Guillermo Rodríguez afirmó que “el sistema de extracción de piedra es bastante complejo porque no es dinamitación. Tienen que poner un ácido que expande la piedra, se quebranta y al tiempo vienen, pican lo que pueden y retiran. Es un sistema lento, pero efectivo, porque han avanzado bastante”.
Para finalizar, exigió que terminen la obra. “De alguna manera, nos sentimos estafados porque nosotros pagamos los cien mil pesos por nuestros terrenos, que si bien es una cifra muy aceptable para lo que es Tandil, es plata que nosotros pusimos del crédito y la oferta que nos daba el banco era lote con servicios, pagamos por eso, y hoy por hoy tenemos solo un lote con obras detenidas”, concluyó.
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