Un farmacéutico mató a un ladrón al intentar resistirse a un asalto
El delincuente que cayó muerto hacía seis meses que había salido de un cárcel de la provincia de Santiago del Estero, tras cumplir una condena por “robo calificado”. El violento episodio se produjo en la víspera, en una farmacia ubicada en las calles Batlle y Ordóñez y Ayacucho, en esta ciudad, según informaron fuentes policiales y medios locales.
El ladrón -que estaba armado- recibió un disparo mientras forcejeaba dentro del local con el farmacéutico, quien a su vez intentaba quitarle el revólver. Según lo señalado, instantes después de recibir el impacto en el pecho, el delincuente salió corriendo del local, recorrió unos 50 metros y se desplomó sin vida en la calle.
El dueño de la farmacia fue identificado como Carlos Ariel Taborda, de 33 años, quien hace 8 que abrió el local en la calle Batlle y Ordónez al 300, según lo señalado por el diario La Capital de esta ciudad. De acuerdo con lo informado, todo se desencadenó ayer a las 10:40 de la mañana, cuando Taborda estaba detrás de la caja. Su madre, de 54 años, había ido al baño, y en ese momento una mujer con su hijo de siete años entró al negocio, mientras que detrás de ella lo hicieron dos muchachos.
Uno de los jóvenes empuñaba un arma de fuego, mientras que el cómplice se llevó una mano a la cintura y exhibió la culata de un revólver, pero enseguida debió mostrarlo. “Enseguida uno de los ladrones se encaminó hacia donde estaba el comerciante. Lo encañonó y lo obligó a caminar, con las manos levantadas, hacia la parte posterior del comercio. La misma suerte corrieron la clienta y su hijo. Así atravesaron un pasillo bordeado por estanterías en la que se exhiben remedios”, se señaló en el diario.
Pero en ese momento, la madre del farmacéutico salió del baño, y al toparse con ellos, el delincuente que los apuntaba se sorprendió y el comerciante aprovechó para intentar quitarle el arma. En medio del forcejeo “salió el balazo”, el ladrón “se tambaleó y se lanzó afuera con largos pasos”, mientras lo siguió su cómplice, que ya había recogido los dos mil pesos de la caja registradora.
“El ladrón accionó la cola del disparador del arma por la presión que le ejerció en su muñeca el comerciante. Se dio vuelta el revólver, se tiró el martillo para atrás y salió el disparo”, explicó un encargado del sumario policial. El asaltante, malherido, recorrió unos 50 metros por la calle donde está ubicada la farmacia y cuando llegó al cruce con Ayacucho, se derrumbó.
Según lo señalado, el ladrón -que contaba con antecedentes- tenía 27 años, y vivía a sólo dos cuadras de la farmacia asaltada.
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