Un rotario platense de 73 años une las ciudades en bicicleta
En el derrotero es acompañado por su esposa Marga, que le hace ?el aguante?, acompañando a su marido en el automóvil, atenta a cualquier circunstancia que pueda producirse en la prueba que se propuso Ignacio Ibarra, bajo el lema rotario de este año ?Hagamos posibles los sueños?.
Ibarra, demostrando un gran entusiasmo, dijo que ?así cuido mi salud y además ayudo a salvar vidas tratando de crear conciencia acerca de la importancia en de la donación de órganos, más allá del dolor que se vive en esos momentos?.
El entusiasta ciclista lleva en su vehículo una bolsa de dormir, una caja con todos los menesteres como para resistir las diversidades del camino, además de una pequeña parrilla, herramientas y dos mochilas con ropa.
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A los lados de su bicicleta lleva un cartel que reza: ?No esperes que te toque a vos. Doná tus órganos. Salvarán muchas vidas? y así, visita y se reúne con rotarios de las distintas ciudades que atraviesa, contando con el apoyo incondicional del Rotary Club de City Bell.
De esta manera, este rotario jubilado que dedicó su vida a la fabricación del aluminio, hoy ha dejado el negocio en manos de sus hijos para poder dedicarse a recorrer el país y ha encontrado una manera de unir ciudades con un propósito, el de fomentar en la sociedad la donación de órganos.
Su familia está compuesta por tres hijas ?a las que no les gusta demasiado la idea de que ande por las rutas, pero ya están resignadas? y en cambio sí es alentado por sus hijos varones, que lo apoyan en la cruzada que ha decidido emprender.*
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