Una industria quesera de Ayacucho tuvo que bajar la producción por el mal estado de los caminos rurales
Tras las últimas lluvias, los caminos rurales de Ayacucho quedaron en estado intransitable. Cansados de reclamar ante la municipalidad de esa localidad, una familia de productores queseros salió a los medios a difundir la problemática que padecen y que les impide sacar la producción del campo. Además, está a 6 kilómetros de la Escuela de La Constancia, donde pocos días se dictan clases.
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Uno de los tramos más complicados es la bajada a la Ruta Provincial 74, el acceso viejo que va a Cangallo, en La Constancia. “Esa es una de las pasadas y a 12 kilómetros está la Escuela de Concentración con jardín, primaria y secundaria”, explicó Daniela Pezzi, una de las productoras afectadas por el estado de los caminos rurales.
Otro sector es el camino que se abre en la Ruta 29, cruzando la 50. “Ahí es imposible pasar realmente”, indicó la representante de Granja La Primera, ubicada en el establecimiento San Antonio, que produce quesos en barra, gouda, sardo, cremoso, entre otras variedades.
Daniela Pezzi describió que hay muchos vecinos que padecen por el estado de la red de caminos vecinales de Ayacucho. “Nosotros estamos a 6 kilómetros y a 6 kilómetros más está la escuela. Sí o sí, por cualquiera de las dos pasadas, está la escuela en el medio. Mi nena el año pasado no tuvo clases durante tres meses”, indicó para describir la gravedad de la situación.
Agregó que en este momento, la Escuela de Concentración de La Constancia no está dictando clases. “Recién ahora pasó el camión de la leche, calculo que por cuatro días más no va a haber clases”, estimó, y agregó que caen unos pocos milímetros y los chicos pierden una semana.
Los reclamos
En diálogo con El Eco de Tandil, Daniela Pezzi contó que durante el año pasado fue 18 veces a la municipalidad de Ayacucho para solicitar que arreglen los caminos, mientras que su padre repitió la misma gestión en 23 oportunidades. Además, envió cartas al Gobierno provincial que tampoco tuvieron eco.
“La única respuesta que nos dio el municipio es trasladar la fábrica al Parque Industrial de Ayacucho. Con mi papá le explicamos que hicimos todo en el campo y nos sale un platal trasladar”, señaló.
Resignados ante este problema de infraestructura, informó que “dejé de vender en Balcarce, dejé de vender en Maipú, dejé lo poco que se vendía en la entrada de Rauch, y me quedé con los negocios de Ayacucho que les vendo directo y un hombre al que le traigo a Tandil. Nada más”.
Agregó que “el miércoles pasado salimos en un carro con el tractor, que no es lo adecuado tampoco porque el tractor rompe el camino, pero es la única forma en que podemos sacar una vez a la semana la mercadería”.
Sobre las consecuencias, confirmó que se vieron obligados a reducir la producción porque no pueden sacar la mercadería de la fábrica. “De 6 mil u 8 mil litros que estábamos haciendo a mediados de febrero a agosto de 2016, bajamos la producción a 2 mil litros. Hacemos lo que tenemos en el campo nada más”, señaló.
Gran diferencia
Daniela Pezzi contó que les transmitió a las autoridades de Ayacucho los resultados que logró Tandil a partir del trabajo de la Cooperativa Vial. “Les dije que se fijaran a partir del cruce de Iraola, los invité a ver los caminos para que se dieran cuenta lo que es el partido de Tandil”, advirtió.
En cambio, sostuvo que en Ayacucho el mantenimiento es nulo. “Nosotros tenemos tosca en el campo y se la ofertamos el año pasado para hacer el camino a la escuela. Tampoco nos dieron bolilla”, lamentó.
Además, dijo que el municipio de esa localidad cuenta con máquinas y compró una nueva que llegó hace 15 días, aunque no la vieron pasar por el acceso al campo ni en el tramo que va a la escuela.
Por otra parte, sostuvo que “se vino toda el agua de Tandil, con todo lo que ha llovido, y las zanjas rebalsaban por arriba de las calles”. Explicó que comenzaron a restaurar las alcantarillas, pero “fue peor, es un desastre”.
Otro problema que observó son los canales clandestinos y como ejemplo, indicó que hay un vecino que le pasa un arroyo por el campo e hizo un desagüe a la banquina de la calle, que no está autorizado.
Para cerrar, Daniela Pezzi sostuvo que se sienten abandonados por el Estado, ya que la única respuesta que obtuvieron es que están todos los caminos igual.
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