Una joven madre de tres niños falleció tras sufrir un paro cardiorrespiratorio
La desgracia sucedió en una vivienda ubicada en Paraguay 1080, en Villa Cordobita, y la víctima fatal fue identificada como Fiama Pérez.
El cuerpo sin vida fue hallado por su pareja cerca de las 3.15, por lo que dio aviso al Hospital Municipal Ramón Santamarina y luego se dio intervención a la policía al comprobarse que la mujer ya estaba fallecida.
De acuerdo al primer informe brindado en fuentes policiales, el cuerpo “no presentaba lesiones traumáticas a simple vista, por lo que podría tratarse de una muerte accidental por electrocución”, en tanto que ayer al mediodía se realizó la operación de autopsia en el cuerpo pericial del Departamento Judicial de Azul.
El comisario Jorge Gómez indicó que en el lugar trabajaron peritos e idóneos, además de la fiscalía, y que “no se encontró en principio indicios fehacientes de la muerte. Se sospechaba en un principio que podría haber sido una descarga eléctrica, dado la existencia de una precaria conexión”, aunque la autopsia no confirmó tal hipótesis.
La autopsia determinó que la joven murió a raíz de un “paro cardiorrespiratorio no traumático”.
Recibí las noticias en tu email
La mujer se dirigió a la casa de la víctima y “cuando llegamos la encontré tirada, no la quisimos mover sino que llamamos a la ambulancia, que tardó como 20 minutos en llegar. Cuando lo hicieron nos dijeron que estaba muerta”.
Añadió que en estaban en el lugar los tres hijos de la mujer, de tres años, un año y dos meses, y tres meses. “El chiquito quedó traumado porque vio a su madre”.
La mujer admitió que “yo le estoy pasando luz. Nadie la daba, vino a vivir hace unos diez meses y hace unos cinco que yo le pasaba” por medio de un cable que entraba por la parte posterior de la vivienda.
Silvia Larluz definió a la víctima como “muy buena amiga, madre y persona” y acotó que “alquilaban antes de venir a vivir para acá”.
Sobre las circunstancias del accidente poco pudo decir ya que “el chico había ido a jugar a la pelota y cuando volvió encontró a la chica tirada en el piso”.
Se lamentó por su triste final y porque dejaba “chiquitos de muy corta edad”.
Explicó que “me enteré por la vecina Silvia que nuestra amiga se nos había ido. Es como que se fue parte de mi vida, porque me brindó una amistad muy sincera y clara, de madre a madre. Yo amaba a su hijo que tiene unos tres años y a la bebita”.
Añadió que “siento un gran dolor” y que “desde allá arriba seguirá siendo muy buena madre. Los tres bebés eran la luz de sus ojos”.
Finalmente planteó que “esa persona no mecería lo que le pasó”.
Este contenido no está abierto a comentarios