Una Navidad distinta y ecológica de la mano de los auxiliares de la ESB 8
Es que ellos, a escondidas, entre charlas privadas y con un trabajo de hormiga sin titubear, sin ningún compromiso más que el de sorprender con una alegría a los jóvenes que a diario concurren a clases, como así también a los mismos directivos, fueron recolectando material reciclable de todo tipo: tapitas y botellas de plástico, vasos, chapitas, papel, y otros, para idear una particular decoración navideña.
El lunes, al abrir las puertas del recinto, todos se encontraron con esa sorpresa: un arbolito de Navidad distinto a todos, elaborado con botellas de plástico y latitas de aluminio a modo de estrellas. A su lado, un pesebre hecho también con sus propias manos, con papel reciclado, escoltado con guirnaldas de chapitas de latitas y vasos de yogur que hacían de campanitas, decoradas con una cinta roja.
“Navidad, tiempo de dar, tiempo de recibir. Abramos nuestros corazones”, reza un mensaje sobre una de las paredes. Letras recortadas pero no con cartulinas ni papel sino con latitas de gaseosa, confeccionadas a mano.
Para admiración de todos, este trabajo se hizo este domingo. Sí, se juntaron ese día para preparar las paredes y los pizarrones, para que todo estuviera listo este lunes. Y así fue, los porteros del turno tarde de la Escuela Media 8 se pusieron la Navidad al hombro y de una manera más creativa y original sorprendieron a la comunidad educativa con una sonrisa y un mensaje de amor.
Recibí las noticias en tu email
Describió que “el lunes nos encontramos con esto que es maravilloso, totalmente reciclable, pero más allá de esto, todo lo que ellos explican con tanta pasión, para mí fue un acto de amor dedicado a la escuela, a su trabajo, a los alumnos, fue una muestra de que esto es una escuela y acá se aprende más que matemática, lengua, historia; se aprende a ser persona, a respetar y valorar al otro, es maravilloso lo que han hecho”.
Entre sus compañeras estaba Marcela Balderrama, quien detalló que “no teníamos cómo hacerlo, entonces empezamos a ver bonito todo lo que teníamos, todo era aprovechable, todo servía”. Aclaró que en realidad comenzaron a juntar las tapitas de las botellas para el Hospital Garrahan y cuando empezaron a subir las cosas a las palas vieron que había muchas cosas que servían. “Empezamos a separar, todo servía”, dijo.
Juan José Suárez destacó que las latas aún se siguen juntando e invitó a que se acerque todo aquel que quiera para colaborar con alguna institución.
Expresaron luego que “es muy gratificante estar acá y ver la respuesta de los chicos cuando uno hace cosas por ellos”.
Vidili contó que “fue un trabajo de fines de semana porque como nadie quería que se viera nada, acá trabajaban como siempre”.
“Lo único que nos veían era juntar las cosas, nos preguntaban qué íbamos a hacer pero no decíamos nada porque iba a ser sorpresa”, explicó Olga Pérez.
Pero, según aclaró la vicedirectora, este tipo de sorpresas tienen antecedentes ya. “No es la primera muestra de ellos, siempre hacen algo”, mencionó que “el año pasado se disfrazaron de Papá Noel, siempre tienen una muestra de amor hacia la escuela y hacia nosotros los directivos, que estamos muy contentos con ellos porque vemos que se sienten cómodos y contentos con su trabajo”.
Este contenido no está abierto a comentarios