Una vela habría sido la que generó la tragedia en la vivienda de Lavalle al 400
Los vecinos de Lavalle al 400 del barrio de Villa Italia aún no salen de su asombro por lo ocurrido el pasado sábado por la noche, cuando una precaria vivienda se incendió dejando como saldo un menor fallecido y otras personas internadas por la inhalación de humo, tanto en el Hospital Santamarina como en el Debilio Blanco Villegas.
La habitación ubicada la parte posterior del numeral 471 de la calle Lavalle, era de construcción muy precaria, con paredes de adobe y techo de chapa, pero sin ningún servicio instalado. Detrás de esa dependencia hay un parque y otra construcción de material que se utiliza como cocina.
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Precisamente en este lugar se encontraba la pareja conformada por Sandra Contreras y Cristian Alí, junto al resto de la familia y un amigo al que habían invitado a cenar. En un determinado momento a uno de los menores lo mandaron a comprar pan, mientras que los otros dos, de 10 y 2 años y dos meses, pidieron irse a dormir a la habitación de adobe.
Si bien aún es materia de investigación, y teniendo en cuenta que la habitación carecía de los servicios esenciales, se le habría entregado a los menores una vela que sería lo que terminó desencadenando la tragedia.
Gritos
Cuando el fuego se tornó incontrolable, las personas mayores fueron alertadas de lo que sucedía porque la menor de dos años comenzó a gritar cuando las llamas le comenzaron a quemar el pelo.
El lugar, además de sus paredes de adobe, contenía elementos altamente inflamables como frazadas y colchones, que contribuyeron a que una vez desatado el siniestro fuera casi imposible de controlar.
Dentro de la lógica desesperación y la nula visibilidad del lugar, la pareja logró rescatar a la niña que pedía auxilios, pero nada pudo hacer con el otro menor que terminó perdiendo la vida. Esto desencadenó el estado de shock con que Contreras y Alí fueron derivados al Hospital Santamarina, donde el hombre permanecía ayer sedado, con máscara de oxígeno y algunas quemaduras menores, sin riesgo de vida.
En tanto que la menor salvada fue trasladada al Hospital de Niños.
Peritajes
Consultadas fuentes policiales expresaron que en la noche del sábado se tomaron declaraciones a unos familiares y a una persona que se encontraba en la vivienda al momento de producirse el foco ígneo que terminó con la vida del menor. Confiaron que “al parecer lo que provocó el incendio es una vela, en los peritajes realizados se encontró resto de cera en el lugar donde lamentablemente el menor falleció al quedar en medio de las llamas”.
Desde la policía también manifestaron la precariedad y alta combustión de la habitación donde sucedió el hecho.
En cuanto al estado del resto de la familia hay que expresar que Sandra Contreras recibió el alta médica en la mañana del domingo y se dirigió hasta el Hospital Debilio Blanco Villegas donde, por precaución pero fuera de riego de vida, estaba la menor internada.
También hay que mencionar que no se encontraban en el lugar de la tragedia el chico que fue a hacer un mandado y otra adolescente de 13 años que se encontraba en la casa de un familiar, aclarando esta situación por las versiones que dieron algunos vecinos el pasado sábado, quienes indicaban que podría haber más víctimas, en medio del nerviosismo y la angustia generalizara por lo sucedido.
Destino
Muchas veces, como en esta ocasión, el destino lleva su carga fatal. Tanto, que se terminó llevando la vida de un chico de apenas 10 años. La pareja y el resto del núcleo familiar vivían en La Movediza, pero en este barrio no pudieron seguir habitando la casa que tenían.
Ante la situación de indigencia que se había presentado, un familiar accedió a ofrecerle y llevarlos a Lavalle 471 hasta que se consiguieran un ámbito más confortable para habitar.
Esperanzada en un mejor porvenir, la familia hacía apenas dos días que se había constituido en la nueva dirección, sabiendo que el lugar no cumplía las mínimas y necesarias condiciones que se debe tener para vivir, y para que los menores crezcan en un derecho de igualdad sin tener que estar privados de cuestiones básicas.
La fatalidad, sumada a una habitación de extrema precariedad que requiere una vela para alumbrarse, fue lamentablemente el combo que determinó la muerte de un nene, dejó a una familia destrozada y una nueva muestra de que el déficit habitacional sigue siendo un flagelo en la sociedad.
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