Unión tuvo más resto y llegó a su primer triunfo
Todo le costó mucho a la escuadra tandilense, que recién en el tramo final pudo tomar una diferencia tranquilizadora y comenzar a enarbolar su primer festejo en la competencia.
Quilmes se mantuvo al frente durante numerosos pasajes del encuentro, aún con sus limitaciones a cuestas.
El tricolor tuvo en Emmanuel Hartstock un conductor de lujo. El base de Orense manejó los ritmos, fue el máximo anotador del partido con 24 y se puso el equipo al hombro, sobre todo cuando fue descalificado por acumulación de faltas Gustavo Argüeso, su ladero más confiable.
Defensivamente, Luciano Ponce encontró en una zona 2-3 una llave para la victoria. El entrenador local leyó la paupérrima noche que el rival venía teniendo desde el perímetro y esa postura le permitió a su equipo fortalecerse en el rebote en su propio cristal y a menudo cortar balones en la primera línea, dado el deficitario manejo que por momentos mostraron los tresarroyenses en la búsqueda de alimentar a sus internos. La tendencia le dio al ganador vía libre para desplegar varios ataques rápidos, en muchos casos finiquitados con bandejas, a raíz del flojo balance defensivo que mostró la visita.
Unión venía teniendo también una noche aciaga con sus lanzamientos lejanos, con apenas un triple de Popp en sus primeros doce intentos colectivos. Y, paradójicamente, desde el perímetro también logró abrir una puerta, cuando en un pasaje candente aparecieron sendos triples: uno de Gutkin y otro de Novara.
Quilmes puso en muchos momentos en una situación incómoda a los de Villa Italia. Porque De Iraeta fue un baluarte a la hora de robar balones y anotar (terminó con 23 puntos) y tuvo una atildada compañía de Palacios en el perímetro.
Esos argumentos, combinados con la imponencia de Vázquez en la pintura, complicaron sobremanera los planes de Unión.
El local comenzó a consolidar su remontada en los albores del cuarto final. Con las patriadas de Hartstock, un par de conversiones oportunas de Lissarrague, la evolución en la puntería de Gutkin y el encomiable esfuerzo defensivo ya característico en Novara.
A 2’20” del epílogo, Argüeso cometió la quinta falta con el juego aún sin resolución y se encendió una luz de alarma en filas tandilenses. Allí se agigantó la figura de Hartstock, quien desparramó su jerarquía jugando y haciendo jugar.
La respuesta de Quilmes fue tibia. La visita equivocó los caminos en reiteradas ocasiones y defensivamente no mostró la enjundia que semejante momento adverso demandaba.
Así, Unión llegó con cierto halo de tranquilidad al último chicharrazo, sacando adelante un partido que le resultó dificultoso en buena parte de su desarrollo.
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UNION Y PROGRESO 75
Mariano Novara 11
Matías Gutkin 9
Ignacio Popp 10
Gustavo Argüeso (x) 13
Francisco Iriart 0
Ezequiel Leanes 4
Matías Tracana 0
Bernardo Lissarrague 4
Juan Palacios 11
Franco Fernández 3
Manuel Perticarari 5
Martín Vázquez 11
Guillermo Balbuena 4
Gonzalo Gorosito 0
Arbitros: Martín Pietromónaco (La Plata) y Luciano Yamán (Quilmes).
Parciales: 16-21, 31-34 y 50-49.
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