Carta de lectores
Vecinos de Dabidós y Sinka piden al Municipio medidas para una mejor convivencia en el lugar
Señor Director:
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Somos un grupo de vecinos de la zona del Polideportivo Municipal, frentistas de las calles Dabidós y Américo Sinka, quienes queremos manifestar la problemática que vivimos en el barrio desde algunos años, y buscar la posibilidad de encontrarle alguna solución.
En esta época del año se llevan a cabo en el barrio las actividades de la colonia municipal. Todas las mañanas se concentra en el Polideportivo gran cantidad de chicos que llegan al lugar en un total de 30 colectivos entre las 9.30 y 12, los cuales estacionan sobre la primera cuadra de la calle Dabidós, generando problemas para la circulación vehicular y riesgos para la circulación peatonal, así como también una gran polvareda, ya que las calles son de tierra, que impide la ventilación de los hogares y puede afectar nuestra salud debido a la gran cantidad de polvillos que queda suspendido en el ambiente.
Por otro lado, y sumando a la multiplicidad de eventos que se organizan en la zona, deportivos, culturales, etc., se genera una gran cantidad de residuos, que si no son recogidos en el día se empiezan a diseminar por el barrio afectando directamente nuestra calidad de vida ya que no hay en el lugar recipientes adecuados para esos desperdicios y sí hay gran cantidad de perros callejeros que rompen las bolsas y los desparraman.
A su vez la sucesión de eventos perturba la tranquilidad del barrio, teniendo que soportar música a muy alto volumen en un margen de horario muy amplio. Por todo esto solicitamos se tomen las medidas necesarias, y sugerimos algunas que creemos pueden ayudar a disminuir la problemática que nos afecta a todas las familias del barrio.
1- Incorporación de camión regador a las calles mencionadas en horas de la mañana.
2- Estacionamiento de los colectivos en un área cercana, no residencial, dentro del playón, frente al Parque de los Niños, en el Paseo de los Españoles.
3- Colocación de contenedores o cestos de residuos “con tapa”.
4- Regulación de los horarios y volumen de la música, respetando el merecido descanso de los vecinos.
Para finalizar queremos dejar en claro que no estamos en contra de ninguna actividad que se realiza en la zona ya que muchos de nosotros también las disfrutamos, pero creemos que mejorando la organización y supervisión de las actividades, vamos a lograr una mejor convivencia y el respeto de los derechos de todos.
Leonor Merich, y siguen las firmas.
DNI 24.502.020
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Delito y mano justa
La historia está a punto de cumplir 35 años. La Argentina recuperó la democracia y la legislación penal se volcó de lleno hacia las garantías constitucionales. Era una necesidad indispensable: abrir las ventanas de una casa que había estado en tinieblas y con el aire viciado durante siete años. Ha llegado el momento de aplicar el sentido común.
“Señores policías, no actúen”. Ese fue el mensaje que envió el juez Enrique Velázquez cuando procesó y embargó por exceso de legítima defensa al policía Luis Chocobar. Claro que esa figura está prevista en el Código Penal, pero debe aplicarse con sentido común. Y, sobre todo, sabiendo cuál es la situación de extrema violencia que se vivió y qué pasa cuando la vida está en juego.
Quienes sufrimos delitos violentos, entendemos que son muchas las reacciones que puede tener el ser humano. Si uno imagina desde su escritorio que la vida es como en las películas de Hollywood de los 80, puede creer que una persona que porta una pistola, pero que no es un criminal sino un tranquilo policía, es más peligrosa que un delincuente con un cuchillo que acaba de masacrar a una víctima. No es así. Lo mínimo que se le puede pedir a este juez, es que sea prudente e investigue en serio.
También fue un grosero error haber embargado por 400 mil pesos a Chocobar. En este caso y en muchos otros, se trata de un policía de civil, de franco, que podría haberse hecho el distraído para no intervenir ante hechos delictivos. Estos señores ganan dos pesos y se juegan la vida para darnos seguridad. Además, el haber procesado sin prisión preventiva al otro individuo que atacó al turista Wolek, este juez dejó en claro que no tiene en cuenta la peligrosidad del criminal. Parece que muchos jueces se convirtieron en máquinas de liberar delincuentes y su deber es exactamente el opuesto: protegernos. También es cierto que nadie discute que el Gobierno tiene la responsabilidad de capacitar a nuestra policía para que actúe en el marco de la ley.
Javier Orioff. DNI 2.583.667
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