Vecinos de La Elena volvieron a alzar su reclamo y aclararon que aún “no tenemos agua”
En una primera acción para mostrar a la comunidad que aún no se resolvió la falta de abastecimiento de agua potable, un grupo de vecinos de La Elena salió nuevamente a las calles para aclarar la situación y reclamar por la continuidad de la obra ya que sostuvieron que la construcción de la cisterna con recursos provinciales quedará inconclusa si no se hace la extensión de la red de caños.
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La movilización se concretó ayer, desde las 18, en la esquina de San Martín y Rodríguez y se gestó este jueves cuando la comisión vecinal se reunió para tratar de definir un plan de acción que tenga por objetivo retomar el reclamo ante la obra y su finalización.
Frente a este escenario, el lunes pasado solicitaron una audiencia con el intendente Miguel Lunghi y aguardan ser convocados para que puedan transmitirle la preocupación y para conocer detalles sobre la continuidad de la obra y perspectivas.
“Si no tenemos repercusiones a nivel local vamos a seguir haciendo cosas como ésta o lo que se nos ocurra”, advirtieron.
La movilización
En ese marco se concretó la actividad de ayer. Un grupo de personas, con un cartel que transmitía la consigna, “agua para La Elena”, se apostó en la transitada esquina para compartir con los vecinos la problemática de la barriada.
“La idea es contar el problema del barrio, que sigue sin agua. No es que se solucionó, pese a lo que todos en Tandil creen, sino que en realidad aún persiste”, definió uno de los referentes y voceros, Luis Albornoz.
La creencia se sustenta en la obra que encaró el año pasado el Municipio con fondos provenientes del plan de infraestructura de la Provincia, que incluyó la construcción de la cisterna, el correspondiente zanjeo e instalación de la cañería de impulsión, por un valor que asciende a los 9.908.000 de pesos.
Sin embargo, en la continuidad del programa que ya anunció la administración bonaerense para este año, entre los proyectos propuestos por el Municipio solo incluyeron la construcción de la extensión de 630 metros de la red de agua potable en el barrio La Elena.
“Se hizo una gran obra el año pasado pero éste se han destinado míseros fondos para continuarla”, planteó.
Publicidades mentirosas
En diálogo con El Eco de Tandil repasó que la molestia surgió cuando se enteraron que este año “no se iban a destinar prácticamente fondos para la obra del barrio”, a lo que se sumó el spot publicitario de Provincia “mostrando una realidad que no es” y en el que “participamos sin que nos consultaran si queríamos hacerlo”.
“Si hubieran terminado la obra y solucionado el problema en el barrio, haríamos un montón de publicidades pero mentirosas no”, cuestionó con dureza Albornoz.
E insistió que “por eso venimos a explicar que no tenemos agua en el barrio todavía”.
“Un monumento al agua”
Con los recursos que se destinarán este año para la extensión de la red sostuvo que representa “el 10 por ciento de lo que hace falta” y marcó que la obra de la cisterna es “acercar el agua al barrio, nada más”.
Los vecinos consideraron que deberían invertirse otros diez millones de pesos para permitir dotar del servicio a las viviendas de la barriada. “Pensamos que iban a destinar más fondos para continuarla, pero no, nos chocamos con la realidad”, lamentó y dijo que este nuevo escenario generó malestar entre los vecinos.
En concreto Albornoz explicó que, para hacer operativa la cisterna, es necesario extender la red de cañerías.
“Si se hiciera la obra que hace falta, el tanque sería el que abastezca de agua al barrio. Pero no están los caños en la calle con lo cual no hay de dónde prenderse”, señaló y definió que la cisterna “no sirve para nada. Es un monumento al agua”.
“Se gastaron 10 millones de pesos para llevar el agua hasta ahí pero quedaron a mitad de camino”, cuestionó Mario Iuri, otro de los residentes de la zona, mientras que su vecino, Gabriel Duarte, señaló que “la obra no está terminada” y que “falta mucho más”.
En definitiva los vecinos admitieron que la construcción de la cisterna había generado expectativas que se fueron diluyendo “porque pensamos que este año íbamos a tener solucionado el problema”.
La realidad barrial
Para finalizar Albornoz marcó que el barrio sigue en crecimiento y ajustó su expansión hasta el paraje La Porteña, donde también padecen inconvenientes de distinta naturaleza.
Iuri, en tanto, dijo que hace tres años que habita la barriada y graficó que el camión pasa “una vez por semana y me deja los 2.500 litros para todo uso”, lo cual los obliga a restringirse a diario.
Mientras que Duarte cuestionó que este esquema obliga a los vecinos a “administrar el agua, a organizarse hacia el interior del grupo familiar en actividades diarias que a la gente que tiene agua corriente le cuesta asimilar”.
“Por eso estamos comunicando a la gente que no tenemos agua, que se nos generó una gran ilusión y que queremos culminar este sueño que nos hizo luchar por lograrlo”, concluyó.
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