Vuelve a escena la “La 84”, una obra que busca rendir homenaje a los trabajadores ferroviarios
Mañana a las 21 subirá a escena en el teatro La Fábrica la obra “La 84” de Fernando Zabala, por el grupo Arteatro. Esta obra narra lo que tuvieron que vivir los ferroviarios con el cierre de los ramales en la década del ’90. Se trata de un homenaje a aquellos obreros que de un día para el otro se quedaron sin trabajo y todo lo que debieron padecer.
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La obra, protagonizada por obra Isabel Gómez, Beto Alonso y Pablo Martínez, transcurre en el patio de una casa donde padre e hija confrontan, con distintas opiniones, sobre ese momento y lo que vino después. Al final aparece un tercer personaje que sirve para redondear una historia emotiva, dramática y con ciertos toques que sirven para reflexión sobre un momento importante de nuestra historia. Completan el equipo Ezequiel Guerra como asistente de dirección, a cargo de Jorge Alonso. En un alto en los ensayos, Beto e Isabel charlaron con El Eco de Tandil sobre la experiencia de realizar “La 84” y la importancia de poder ofrecer este tipo de obra en la ciudad.
-¿Qué repercusiones tuvieron hasta ahora de la obra?
Beto Alonso: -Ya hicimos tres funciones: el estreno en el Teatro de la Confraternidad, luego estuvimos en el salón San Pacífico y por último actuamos en la Casa de la Cultura y el Bicentenario, en Actis y Muñiz. Realmente la experiencia ha sido muy satisfactoria, más allá de la cantidad de público.
-¿Cómo reaccionó el público?
Beto Alonso: -Todos han salido contentos, por lo menos con lo que es la obra. Y la mayoría con una gran emoción. Más que los ferroviarios, los hijos de los ferroviarios. Todos han salido con muchas lágrimas en los ojos. Por ejemplo, le pregunté a un compañero de teatro en un taller en un centro de jubilados qué le había parecido la obra, qué cosas le habían gustado… Siempre uno le pregunta a la gente que sabe para tratar de corregir los errores que se puedan tener. Y me dijo “mirá, yo no voy a ser muy objetivo porque tuve a mi padre ferroviario y lloré toda la obra”. Es muy emotiva. Eso es lo que se quiso transmitir y realmente eso es lo que fue. Y un poco la gente que ha ido se ha quedado con esa sensación. Así que por ese lado uno está feliz porque realizamos lo que quisimos.
Isabel Gómez: -Otra cosa que sucedió es que todas las funciones tuvieron algo distinto en el final. Esa fue la particularidad. A veces no jugado por nosotros mismos, no pensado de antemano, sino porque se dio la situación.
-¿A qué te referís?
Isabel Gómez: -Por ejemplo, en el caso de la función en Actis y Muñiz, había un nene ayudando a acomodar las sillas con el técnico y con el asistente de dirección. Franco Siro. Un nene de 12 años. En un momento me dice “no, señora, yo no tengo papá ni mamá. Vivo con mi abuela, una hermana mayor y un hermano que está en Bahía Blanca. Y vengo martes y viernes al teatro. Vine a ver todas las obras de teatro”. “¿Querés subir?” le dije. “Pero entrás y salís conmigo porque no hay nada preparado”. Y quedó encantado de la vida. Se fue recontento. Es más, todavía pregunta cuándo vamos a volver. Tuvo un día del niño con una mamá en la ficción, que soy yo.
-La obra les regaló momentos especiales.
Beto Alonso: -Sí. Y en la segunda función en un momento clave, muy duro, Isabel se emocionó haciendo la obra. Cualquiera que actúa sabe que pueden ocurrir ese tipo de situaciones y a veces lo difícil es salir. Por suerte pudo salir.
-Y ahora llegan con una cuarta función en La Fábrica.
Beto Alonso: -Realmente es un lugar también muy lindo por donde han pasado obras muy pero muy interesantes. Es un lugar distinto.
-¿Cómo se van adaptando a presentarse en lugares tan diferentes?
Beto Alonso: -En La Confraternidad la función fue a sala llena. En San Pacífico hacía mucho frío pero estuvo bien también y por último Actis y Muñiz es un barrio particular, digamos. La gente se tiene que acostumbrar al teatro. Es un público diferente. Vinieron muchos adultos, el nene que se sumó con nosotros. Y estuvo bueno porque fue justo un día antes del día del niño. Queremos agradecerle a Pablo Martínez, quien trabajó con nosotros. Hace falta para lograrlo alguien conocido. Ezequiel Guerra nos ayudó mucho y todos los técnicos de todos los teatros pusieron la mejor voluntad en que todo saliera bien.
-¿Cómo se prepararon para esta obra?
Isabel Gómez: -Fue muy duro el tema, estuvimos tres meses pasándola porque era mucho texto. Contamos con la invalorable ayuda del asistente de dirección, Ezequiel Guerra, quien ayudó muchísimo en todo.
-¿Va mejorando la obra a medida que la van haciendo?
Isabel Gómez: -Se va aceitando.
Beto Alonso: -El que hace teatro sabe que a medida que va avanzando se van corrigiendo cosas, se va sintiendo uno más seguro, se va adentrando uno cada vez más en el personaje. Creo que es algo realmente muy lindo lo que les va pasando a todos. Y uno tiene el contacto con el público, que es realmente muy bueno. La gente se ha ido del teatro con esa emotividad que buscamos y eso creo que es muy importante. También ponemos alguna cuota de humor, porque teniendo tanta tragedia… un toquecito de humor siempre esta bueno. Además, en Tandil se están haciendo muchas obras que tienen que ver con la comedia, y al drama no se animan muchos. Hay que decirles que se animen porque realmente es muy lindo y a la gente le gusta.
-Es otra oferta.
Isabel Gómez: -La gente nos encasilló en la comedia, o a mí en la mujer estirada, o en la mujer un poco ligera de cascos. De golpe ver la parte del drama es distinto. No estaban acostumbrados.
-Además la temática está muy arraigada a Tandil.
Beto Alonso: -Sí. ¿Quién no tiene un familiar o un conocido ferroviario? Yo no he tenido familiar pero sí gente conocida en el barrio que trabajaba en el tren. Hay una parte de la obra en donde el personaje dice “nos han quitado hasta la vida que llevábamos” porque los ferroviarios en un momento estaban bien. Era un gremio que realmente estaba muy bien y de pronto se quedaron sin nada. Fue realmente muy duro. La obra tiene momentos claves muy interesantes.
-¿Qué expectativas tienen para el viernes?
Beto Alonso: -Muy buenas en vistas a lo que se vio. Esperamos que la gente vaya, que concurra, porque realmente lo va a pasar bien. Es una obra muy emotiva. La gente mayor va a recordar esas viejas épocas del ferrocarril, y los más jóvenes que no vivieron aquel momento van a poder saber que hubo un ferrocarril, que había un sistema de viajes, de comunicación, que era muy interesante y que era el tren. Que era mucho más económico y que mucha gente viajaba en el tren. Y quizá podamos hacer que un día vuelva. Este es nuestro granito de arena. También queremos agradecer a Hugo Mengascini, quien va a estar presente.
-Isabel Gómez: -El sabe mucho, trabaja mucho por el tren. En todo momento nos alentó a seguir adelante.
Datos del autor
Fernando Zabala es docente y dramaturgo. Como actor, se formó desde muy joven en un taller de teatro de su ciudad natal en Río Tercero, en la provincia de Córdoba, y luego en la ciudad de Córdoba en el teatro Comedia y en la Escuela de Teatro de Manuel González Gil. Luego de realizar la licenciatura en teatro en la Universidad Nacional de Córdoba, en el departamento de teatro formó su primer grupo de teatro independiente, El Faro, y realizó obras teatrales de su repertorio.
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