A partir del caso del comedor de Cacha, Camuzzi aseguró que existen cuadros tarifarios especiales
La preocupación que reflejó este Diario a partir de la boleta que llegó al comedor de Las Tunitas fue el disparador. La empresa analizó el caso y detectó que su consumo era facturado como usuario residencial. A partir de allí recordó los beneficios para las entidades de bien público, que pueden acceder a una cuadro tarifario diferente.
Los aumentos en los servicios de gas y de energía eléctrica golpean el bolsillo de los usuarios, que deben pagar boletas con montos que muchas veces resulta imposible afrontar.
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En su edición del miércoles este Diario reflejó el caso de los comedores comunitarios, donde la situación no resulta ajena a lo que sucede a consumidores particulares, comercios o industrias.
En esa oportunidad los responsables del Comedor de Cacha observaron con especial preocupación la factura de Camuzzi Gas Pampeana que llegó hace unos días a la sede de De los Granaderos 269 con un monto que superó los nueve mil pesos, casi el doble de dinero por el mismo consumo en relación al mismo período del año pasado.
Desde la asociación civil dejaron en evidencia las dificultades para sostener el pago de los servicios y del recorte realizado, pero indicaron que “de alguna manera se va abonar”.
A partir de la publicación desde la empresa distribuidora del servicio estudiaron el caso y determinaron que el comedor ubicado en Las Tunitas se encuentra bajo la categoría de usuario residencial, por lo que se les aplica una tarifa común.
En efecto, el alto consumo que realizan para responder a la demanda alimenticia de las familias del barrio, refleja una facturación con elevados valores.
Sin embargo, la normativa vigente contempla un cuadro tarifario diferenciado para las entidades de bien público, como las asociaciones civiles sin fines de lucro (clubes de barrio, instituciones sociales, comedores comunitarios y centros de recuperación, entre otros).
Para poder acceder a este beneficio, según explicaron desde Camuzzi, estas organizaciones deberán tener la inscripción en el Cenoc, instancia que les permitirá además estar exentos del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
A partir del caso del Comedor de Cacha, la empresa invitó a las instituciones a acercarse a las oficinas para obtener asesoramiento y ajustarse al cuadro correspondiente.
El caso del comedor
En diálogo con el ciclo televisivo “Tandil despierta”, el gerente de relaciones institucionales de Camuzzi, Rodrigo Espinosa, ratificó la información y precisó que una vez que tomaron conocimiento de la situación “lo primero que hicimos” fue revisar los registros para determinar las características del usuario y “ver en qué podemos colaborar” en términos de gestión.
En el caso del Comedor de Cacha, donde se realiza una tarea “noble y rescatable”, en términos de su relación con la distribuidora del servicio el domicilio donde se emplaza, en De los Granadero 269, “está dado de alta como usuario residencial”. En consecuencia, por la labor que desarrollan en ese lugar se convierten en un usuario residencial “de alto consumo”.
Beneficios disponibles
Sin embargo, emprendimientos de este tipo pueden ser incluidos en una tarifa especial designada para entidades de bien público, cuyos valores son “menores” a los de un usuario residencial.
Este tipo de usuarios abarca a comedores, centros asistenciales, clubes de barrio, centros de recuperación, entre otras instituciones de la sociedad civil con actividades de este tipo.
Para poder acceder a este beneficio y poder reconocerlas deben estar inscriptas como tal y en ese punto aparece el Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad –Cenoc-, que regula a todas las organizaciones de este tipo.
Pero además las entidades y organizaciones sin fines de lucro están exentas de IVA, condición a la que no accede el Comedor de Cacha ya que “tiene una carga tributaria del 21 por ciento” en su factura.
Espinosa recordó que existe esta tarifa diferenciada, al igual que la tarifa social para usuarios residenciales. “Son herramientas que fueron creadas para proteger a aquellos que tengan una condición económica desfavorable y en el caso de las organizaciones para que puedan contar con este doble beneficio, una tarifa más baja y no pagar IVA”, resaltó.
En tanto, estar reconocidas como entidades de bien público les permite acceder a otros beneficios que tiene el Estado. “Invitamos a que se acerquen a nuestras oficinas a interiorizarse”, concluyó.
La “terrible” boleta de gas
A través del perfil de Facebook, el Comedor de Cacha expresó la indignación que generó la llegada de la factura para el consumo de gas en los meses de invierno.
“Esta es la boleta de gas de un comedor que sólo trata de ayudar en medio de estas políticas de hambre”, reza el posteo en la red social, en el que además advierte que esta situación “nos deja en un lugar donde ya es imposible sostenerse”.
“Suspendimos talleres y cursos para minimizar los gastos y ahora dar de comer a los que no pueden pagar sus gastos también se vuelve imposible”, agrega.
La responsable del lugar, Stella Maris “Cacha” Cena, transmitió a El Eco de Tandil su preocupación por el excesivo monto que deberán abonar para evitar el corte del suministro. “Es terrible”, sentenció.
“Los aumentos de luz y gas son terribles y cuestan sostenerlos, es muchísimo”, lamentó y detalló que el espacio tiene actividad durante todo el día por lo que el consumo de los servicios es inevitable.
En el Comedor de Cacha el gas se utiliza para preparar el desayuno, la merienda y un refuerzo que se entrega a las 18 para que las familias puedan cenar en sus casas. “Son tres veces en el día que se usa la cocina fuertemente”, precisó. Mientras que para calefaccionar “habíamos dejado de usar hasta el calefactor pero en el invierno no nos quedó otra que prenderlo”.
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