Aparecieron casos positivos de triquinosis en dos cerdos de la zona, que ya fueron faenados
Si bien ya se está terminando la campaña de triquinosis, porque no es un mes fuerte en análisis, se detectaron un cerdo y un jabalí positivos en la zona de María Ignacia (Vela). El integrante del laboratorio de la Fundación Tandilense de Lucha contra la Fiebre Aftosa (Funtala), Emilio Bilbao, y el director de Bromatología, Federico Sánchez Chopa, tranquilizaron sobre la gravedad de la situación asegurando que no se trata de un hecho peligroso, debido a que los animales no estaban cerca de la gente y afortunadamente fueron llevados a analizar a tiempo.
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De acuerdo al detalle que brindó Sánchez Chopa, en uno de los campos había dos cerdos y faenaron uno, que fue el que dio positivo. “Ese animal venía de un productor que en el 2016 interdictó el criadero y se eliminaron todos los ejemplares, porque fue justo cuando se dio el brote importante de triquinosis en Vela”, contó. El padrillo que quedó en el establecimiento será analizado hoy y en caso de que su resultado confirme que también está infectado será sacrificado.
El otro caso corresponde a un productor cerealero que tenía una bolsa de maíz, y al haber chanchos salvajes por la zona, éstos le habrían roto el recipiente. El agricultos mató al animal, un jabalí, y lo acercó para su control, que también dio con la enfermedad.
El director de Bromatología reivindicó la actitud de los dueños, ya que eso permite cortar con la cadena de contagio. “Lo más grave es que no se conociera y esta carne termine siendo consumida por la gente”, dijo con alivio.
Por otro lado, detalló que desde Funtala le practican al animal “la digestión enzimática” y los estudios correspondientes, a partir de la confirmación automáticamente se encienden las alarmas correspondientes, se habla a Senasa y se pone en conocimiento a la oficina de Bromatología. Ellos son los que proceden a interdictar el criadero. “Las cosas estás funcionando”, avisó y se manifestó contento porque con el plan de ordenamiento porcino, que se implementó el año pasado, se les da la posibilidad de trazabilidad de los animales. De esta manera todos los ejemplares de los pequeños productores de la zona pasaron a estar caravaneados, lo que les permite conocer la proveniencia de cada uno, ya que muchas veces son moneda de pago entre las zonas rurales
¿Qué es la triquinosis?
Según explicó Emilio Bilbao, es un parásito que está en la rata principalmente, portadora de triquinela, pero puede aparecer también en un peludo o un zorro, que son los habituales de la zona. El cerdo, por su parte es un huésped intermediario, lo que quiere decir que puede estar infectado sin sufrirlo. Cuando el chancho come alguno de estos animales portadores empieza el ciclo y puede llegar al humano. Entonces, si un apersona come jamón, bondiola u otra carne que no ha estado cocida, se infecta.
“El primer síntoma es que empieza a levantar fiebre, se le cierran los párpados y la glotis, por lo que se debe acudir inmediatamente al hospital para que den con el diagnóstico”, aclaró. En ese caso se le brinda un tratamiento con un antiparasitario y se vuelve a la normalidad, pero de todas maneras el experto subrayó que no hay que consumir alimentos que no estén rotulados o analizados.
“Hace más de 20 años que hacemos análisis y vemos que con el tiempo los productores fueron tomando cada vez más conciencia de la importancia de estos controles”, sostuvo.
Los jabalíes salvajes a control
Desde Funtala procesan más de mil cerdos por campaña de la zona rural, además año tras año va aumentando la cantidad de jabalíes que pasan por control.
En este sentido, Bilbao dio a conocer que el ecosistema que se forma desde María Igancia hacia la localidad de Pablo Acosta es el que ha permitido que el jabalí se asiente, pero insistió en que no se trata de una plaga que hay que erradicar. “El mismo medio ambiente es el que se encarga de regularlo, ya que también llegó el puma que es el principal depredador de los cachorros de jabalí”, analizó.
De acuerdo a lo que contó son justamente los vecinos de esa zona los que mayor cantidad de análisis acercan al laboratorio, lo que demuestra que están compenetrados con la problemática, y gracias a eso lograron la detección de esos contagios.
“Por lo menos en el laboratorio, nunca habíamos tenido muestra positiva de jabalíes”, informó, y destacó que lo ocurrido es un llamado de atención para que se tome real conciencia sobre la realización de análisis.
Por otro lado manifestó que en las miles de hectáreas de toda la zona serrana hay muchísimo sembrado de maíz que es el alimento preferido de esta especie, además de una gran cantidad de vertientes donde pueden tomar agua y diversas áreas de pastos naturales inaccesibles para cultivar. Todas éstas terminan siendo condiciones ideales para que los cerdos salvajes encuentren sus nichos y se reproduzcan.
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