Con 80 millones de litros por día, la ciudad tuvo su semana pico en el consumo de agua
Claramente el verano es una época en que el recurso del agua se utiliza mucho más que lo acostumbrado, pero esta semana particularmente fue récord en el consumo local. Los períodos de alta temperatura, sumado a la necesidad de la gente de regar más, llenar piletas y baldear terminan siendo un combo perfecto para que se escurra entre los dedos. Según Luciano Lafosse, subsecretario de Obras Públicas, “las piletas de lona son las que más afectan al incremento del uso, porque en general se terminan llenando con la canilla y no tienen proceso de conservado, recirculado y mantenimiento como las de material, que son más eficientes en preservar el agua”.
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“Estamos en un promedio de 80 millones de litros consumidos por día, cuando la media el resto del año ronda los 65 millones”, detalló Lafosse. Estos 65 millones equivalen a 475 litros por persona, y teniendo en cuenta que un tanque de reserva reglamentario es de 800 litros promedio, con una familia tipo de cuatro personas se llena hasta tres veces, lo que conlleva a que las zonas que están más altas y alejadas del sistema de bombeo tengan muy baja presión. Es claro como el agua, lo que unos usan demás a otros les falta.
Generalmente las zonas más afectadas son las de La Blanqueada, La Movediza y todo el sector oeste de la ciudad que linda con la Ruta 226 a la altura de Pedersen.
Como alivio para los habitantes, el subsecretario contó que este año se impulsaron dos perforaciones que permiten un consumo de 60 mil litros por hora cada una, cerca de La Blanqueada, que traerían solución a la falta de presión en esa zona. Por otro lado, el martes pasado se llevó adelante la licitación para la construcción de dos pozos más en la zona de La Florida. “Es una obra de 25 millones de pesos que promete dos pozos de entre 60 y 80 mil litros de agua, que es de donde se está sacando actualmente buena parte del agua que se suministra a Tandil”, reveló. Se estima que la obra estaría culminada para esta misma época del año que viene, teniendo en cuenta que es cuando se produce el cuello de botella en el consumo y su desarrollo generaría una enorme reserva para el futuro y, por lo tanto, un aporte fundamental para evitar cortes e interrupciones del abastecimiento.
El funcionario resaltó que también se ha estado trabajando en zonas rurales como Azucena, Fulton y De la Canal, entre otras, instalando tanques, redes de agua y desarcenizadores, ya que suelen tener mayores niveles de arsénico en agua.
Uso desmedido
El pedido a la sociedad siempre es el mismo: “tratar de racionalizar el consumo de agua”. Educar y concientizar para que toda la sociedad pueda hacer uso de este recurso no renovable sin mayores problemas. Ser solidarios con los más afectados. Desde hace tiempo que desde el Municipio impulsaron un sistema de control antiderroche, “siempre realizamos inspecciones para evitar el uso descomunal de agua, pero claramente habría que ser más efectivos”, dijo el subsecretario de Obras Públicas.
La instalación de medidores rotundamente ayudaría a paliar este desmedido gasto, además de significar un mayor ingreso económico desde la sociedad para más obras. Por el momento solo el 50 por ciento de la población cuenta con medidores instalados, pero este año se incorporó una compra por nueve millones de pesos equivalente a 16 mil medidores, que alcanzarían a cubrir casi el 90 por ciento de las conexiones en el transcurso del 2018. El precio de instalación de cada medidor es actualmente de 2.230 pesos, en seis cuotas, y tendrá un incremento del 25 por ciento el año que viene. “Apuntamos a que la facturación de este porcentaje también logre bajar el consumo por hogar”, reflexionó Luciano Lafosse.
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