Con el control de la planta, obreros de Metalúrgica presionan para revertir la decisión de Renault
Ayer recibieron los telegramas de despido que decretaron de manera oficial el cierre de la emblemática firma. Reunidos en asamblea, acordaron iniciar las medidas de fuerza y tomaron fábrica, donde pasaron la noche a la espera de definiciones. Lucharán por sostener la fuente laboral para evitar que 160 personas queden desocupadas. Apelaron nuevamente a conseguir respaldo político para superar este complejo momento.
Renault Argentina decretó formalmente el cierre de Metalúrgica Tandil al distribuir ayer los telegramas de despido de sus operarios. Según la firma automotriz de capitales franceses la “insostenible” situación de fábrica los llevó a tomar la “dolorosa” e “irremediable” decisión del “cese definitivo de las operaciones y el cierre de la planta industrial”, tal cual reflejó en la carta documento que cristaliza la desvinculación de los obreros en relación de dependencia.
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Formalmente despedidos, los trabajadores acordaron en asamblea junto con la UOM tomar la planta hasta tanto obtengan certezas sobre su máxima aspiración: sostener la fuente de empleo. “La decisión fue de todos los compañeros”, contaron a El Eco de Tandil los propios protagonistas.
Tras algunos tensos cruces con la policía, la fábrica quedó en manos de los obreros desde las 13. En el interior, todas las dependencias productivas reflejaban una imagen que difiere a la de los años de máximo esplendor, en los que supo albergar a más de dos mil operarios.
Allí se pueden observar amplios espacios predestinados a contener toda una estructura montada con equipamientos cuyo destino es incierto.
El futuro de la planta -que por el avance poblacional quedó estancada en el medio del casco urbano-, también resulta incierto e incentiva los temores sobre el avance del negocio inmobiliario, con Metán como antecedente.
Pese a las especulaciones, el final de un ciclo para la industria insignia del sector metalmecánico causó gran repercusión entre los ciudadanos e incluso tomó dimensiones que lo llevaron a traspasar las fronteras de la ciudad. Y sin dudas marcará un capítulo en la historia de Tandil que se encamina a cumplir los 200 años.
El plan de acción
El secretario general de la seccional de la Unión Obrera Metalúrgica, Carlos Romano, ratificó la marcha convocada para el martes próximo desde las 18, día que coincidirá con la audiencia que por la mañana se celebrará ante la delegación del Ministerio de Trabajo.
Molesto por el incumplimiento de lo pactado ya que los trabajadores cursaban un proceso de suspensión iniciado a principio de mes, aseguró que buscarán que alguien les dé una “respuesta coherente”, y apeló al respaldo del sector político para superar este complejo momento.
Pidió disculpas a los ciudadanos por la situación desencadenada, a la vez que obligó a los afiliados a “cuidar la fábrica como si fuera su casa”, para evitar eventuales inconvenientes.
En tanto, la organización de la toma marcará acuerdos entre los participantes, que harán guardias rotativas para cubrir todos los horarios.
Los trabajadores destacaron su fortaleza y el acompañamiento de otras organizaciones y de operarios de otras fábricas cercanas, base sobre la cual reclamarán “una respuesta a Renault”.
En ese sentido, ayer por la tarde temprano representantes de la Mesa Intersindical y los concejales Rogelio Iparraguirre y Darío Méndez (Unidad Ciudadana) se presentaron en el lugar para solidarizarse y entrar en contacto con la problemática denunciada.
Puertas afuera, un grupo de personas se armó con bombos y redoblantes que hicieron sonar para mostrar su resistencia. Los automovilistas que pasaron por Figueroa dieron su señal de apoyo con bocinazos y gestos hacia los trabajadores despedidos.
Los telegramas de despido
Lo que se presentaba como un rumor que corrió entre trabajadores finalmente ayer quedó oficializado al comenzar a circular los telegramas.
El documento -al que accedió este Diario- repasa las razones que llevaron a Renault a determinar el cierre de la planta en Tandil, lo que se presenta también como una voz oficial sobre la compleja situación que atraviesa.
“Como es de su conocimiento Metalúrgica Tandil SA ha disminuido drásticamente su actividad industrial en los últimos diez años”, admite en el inicio de la carta documento, y explica que la producción está destinada “principalmente” a la industria automotriz, la cual “en Argentina, como en el resto del mundo, ha dejado de demandar piezas de fundición de hierro reemplazándola por materiales más livianos”.
Asimismo, “la falta de competitividad de esta actividad ha llevado a MT a la pérdida paulatina de negocios y clientes”, y reconoce que la firma mantenía “sólo dos clientes activos y el volumen de su producción representaba una quinta parte de la que tenía hace diez años”.
Alude también a las “pérdidas”, que en los últimos “nueve años han sido y son millonarias”, y la actividad “sólo ha podido ser mantenida en razón del constante y significativo aporte económico de su accionista mayoritario”.
A pesar de los esfuerzos realizados por todos (empresa, trabajadores, sindicato y gobierno), la situación de Metalúrgica es “insostenible” y obliga a “tomar la dolorosa pero irremediable decisión del cese definitivo de operaciones y cierre de la planta industrial”.
Así, notifica a los empleados “la extinción de su contrato de trabajo en los términos del artículo 245 de la LCT a partir del día 12 de octubre de 2018. Le agradecemos los años trabajados para MT y el apoyo que usted nos ha brindado. Los haberes pendientes e indemnizaciones derivadas de la ruptura del vínculo laboral le serán depositados en su cuenta sueldo dentro del plazo de la ley”.
“Nos quedaremos el tiempo que sea
necesario”, desafiaron los obreros
Firmes en su decisión de continuar hasta lograr recuperar aquello que pretenden, los tres delegados de la UOM en Metalúrgica Tandil, José Orellana, Walter Bugna y Pablo Sayes, se refirieron a la toma, que se acordó entre los trabajadores luego de recibir los telegramas de despidos. “Nos quedaremos el tiempo que sea necesario”, resumieron.
La medida de la patronal fue el primer cuestionamiento que lanzaron los obreros, y refiere a la vigencia de la suspensión acordada junto a la UOM ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia.
El cese momentáneo de la actividad de la planta fue pautado desde el 1 hasta el 31 de octubre, con el pago del 80 por ciento de los haberes por esos días.
“Rompieron ese acuerdo y hoy (por ayer) a la mañana empezaron a llegar los telegramas”, contó Walter Bugna. A partir de allí “adoptamos esta medida para cuidar nuestras fuentes de trabajo”, reforzó.
Previamente, los trabajadores se aseguraron de respaldar su accionar con una presentación ante la delegación local de la cartera laboral, elaborada por el abogado del sindicato, Gustavo Ballent.
Al arribar a la planta, se dirigieron hacia uno de los portones de acceso ubicado sobre Figueroa. Una vez que lograron ingresar al predio, entraron en contacto con el gerente general, con la jefa de recursos humanos y con otros dos empleados administrativos -el sector continuaba con sus tareas ya que la suspensión afectó solo de la parte productiva-.
Tras varios minutos de tensión dada la presencia policial en la puerta, finalmente invitaron al personal administrativo a retirarse, accedieron y de forma pacífica abandonaron el lugar. “Y nosotros nos quedamos y permaneceremos en la fábrica hasta que se revea la situación o tengamos novedades”, remarcó Pablo Sayes.
“Queremos los puestos de trabajo”
“Queremos los puestos de trabajo; no queremos que nos despidan”, enfatizaron sobre las razones que justifican la modalidad elegida, a la vez que alertaron sobre el “vaciamiento” de la industria insignia de la ciudad.
Por eso repararon en las posibilidades que tiene la firma de capitales franceses de retomar la actividad en la planta tandilense en cuanto a las piezas que podría encargar para la industria automotriz. Sin embargo insistieron en que Renault “no quiere más” a Metalúrgica Tandil.
“El Municipio también debe hacerse cargo”, soltaron los operarios en su reclamo frente al estado de situación actual y los embates que superó con el correr de los años. Por eso, reprocharon que “el Intendente nunca vino a preguntarnos si necesitábamos algo” y pidieron por su presencia.
“Somos 160 familias que quedamos sin trabajo en Tandil”, alertaron en referencia a los casi cien trabajadores en relación de dependencia y contratados, y a los 60 que responden a otras empresas vinculadas a Metalúrgica.
Y agregaron un dato significativo al expresar que “en la ciudad del Presidente, nos estamos quedando en la calle y no hace nada”.
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