Con miras a recuperar un material que se desecha, Punto Verde trabaja con el telgopor
En el marco de un convenio rubricado entre el Municipio y la asociación Punto Verde Tandil, en agosto de 2017, para establecer programas y desarrollo de actividades, se incorporó la recepción de telgopor en los Puntos Limpios para su molienda y embolsado y que su comercialización permita obtener fondos para sostener el sistema.
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A partir de esa iniciativa, días atrás la organización convocó a una jornada para trocear el material acumulado en la estación centro (Maipú 1250) y procesarlo con una segunda máquina, y fue desarrollada por los estudiantes de la Escuela de Educación Técnica 1 “VI Brigada Aérea”, con una trituradora TelgoBit.
Lo cierto es que el material acumulado se incrementó en forma considerable durante las fiestas y el personal asociado no alcanza a cubrir con las tareas para procesarlo.
Por ese motivo se convocó a voluntarios que deseen trocear el telgopor para que pueda almacenarse en forma eficiente hasta su molienda, que se realiza con la trituradora TelgoBit y que exige alimentarla con trozos pequeños.
Desde la agrupación también anhelan contar con la colaboración de los grandes generadores de este material, especialmente los comercios de venta de electrodomésticos, en el marco de sus acciones de responsabilidad social empresarial.
Sugieren que se adhieran a la campaña “telgopor a reciclaje”, entreguen sus embalajes para aprovechamiento y así colaboren para poder sostener el sistema de reciclaje.
El resultado del accionar convierte los pedazos de telgopor en pequeñas bolitas que pueden utilizarse para el relleno de almohadones o pufs, y también en la rama de la construcción para obtener mezclas de hormigón livianas.
Convocatoria
de voluntarios
La presidenta de la asociación civil Punto Verde Tandil, María José Abásolo, se refirió a las acciones impulsadas tendientes a bajar “esta gran montaña” y contó que “hicimos una convocatoria de voluntarios para llevar adelante la primera fase, el troceado, y así disminuir el volumen acumulado”. Además, es la instancia previa para que el material pueda ingresar a las máquinas.
En este caso, el predio cuenta con un dispositivo y para llevar adelante la tarea se sumó el aparato desarrollado por los estudiantes de la Escuela Técnica, el TelgoBit, para completar el proceso.
“Empezamos en agosto y se mantenía el control de lo acumulado con una sola máquina operada por una persona. Ahora, al ampliarse también la difusión, se incrementó la cantidad de personas que traen sus desechos y no da abasto todo el sistema. Tenemos que reforzar las manos”, planteó.
Así surgió la invitación a la comunidad para colaborar con esta acción y en paralelo difundir las acciones para lograr una respuesta más amplia. Como extra, los interesados en acceder a ese material para rellenar almohadones o pufs puedan acercarse al Punto Limpio, “nosotros le prendemos la máquina y cada uno se lo muele”.
En efecto, el objetivo es promover estos encuentros al menos una vez por mes para que “los vecinos vean cómo funciona”.
En cuanto a la problemática, Abásolo señaló que el traslado es “muy caro porque ocupa mucho volumen y muy poco peso”, y en el Punto Limpio “ocupa mucho espacio, que es desperdiciado con un material que no se va a degradar jamás”.
“Al hacerlo bolitas estamos disminuyendo el volumen y obteniendo un producto que se puede usar para el relleno de almohadones o pufs y en la construcción, no solo para alivianar hormigón sino también para hacer ladrillos”, resaltó.
Estado de situación
El poliestireno expandido (EPS), denominado comúnmente telgopor, es un material plástico espumado, derivado del poliestireno y utilizado en el sector de envases y la construcción; es no biodegradable que una vez tirado a la basura quedará expuesto en el ambiente indefinidamente.
Tanto los hogares como los comercios desechan embalajes de este tipo, que resultan livianos pero voluminosos por lo que su transporte es el “primer problema” no solo por el gasto que implica sino también por la “contaminación asociada a un uso ineficiente de transporte que utiliza combustibles fósiles”.
En el contexto actual, indicaron desde Punto Verde, para el servicio de recolección municipal los residuos voluminosos resultan “un problema”, mientras que los recuperadores urbanos “no recogen este material debido a su valor nulo en el mercado local”.
Por su parte, los comercios de electrodomésticos “generan constantemente este tipo de residuos” y contratan un servicio de transporte “periódicamente para disponerlo en el relleno sanitario y más recientemente para su reciclaje en los Puntos Limpios”.
El segundo problema de disponer el telgopor en el relleno sanitario está asociado al “uso de maquinarias, la contaminación por el uso de combustible fósil, y horas hombre para su enterramiento”.
Como tercer problema enumeraron el coste ambiental relacionado a la “ocupación de un espacio irrecuperable” en el basural.
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