Con propuestas diversificadas, la Asamblea 8M Tandil avanza con la organización del Paro de Mujeres
El colectivo de mujeres organizadas en la Asamblea General por el 8M apuntó a volver a poner en agenda las demandas históricas del feminismo en todos los estratos. A nivel local se hallan organizando una maratónica jornada con múltiples actividades y una concentración masiva en la zona céntrica.
De cara a un nuevo Paro Internacional de Mujeres que tendrá lugar el 8 de marzo próximo, la Comisión Organizadora de la Asamblea General por el 8 M de Tandil se encuentra abocada a delinear las actividades que se llevarán a cabo durante esa jornada, para reivindicar la lucha por las derechos sostenida desde hace décadas y que tiene especial impacto en este último tiempo.
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En reuniones que se desarrollan los viernes a las 18 en la Plaza Independencia, mujeres de diferentes ámbitos y edades se juntan a conversar y debatir las propuestas para la mentada ocasión, que tendrá repercusiones en todas las localidades del país.
“Vamos afinando nuestras consignas y volvemos a plantear que queremos estar vivas, libres, desendeudadas, y reconocernos como mujeres trabajadores para pensarnos desde ese lugar”, explicó Rocío Liébana, de Mala Junta, acerca del propósito de volver a poner en agenda los debates históricos que el feminismo ha sabido generar para pensar cuál es su rol en el contexto actual, al que las organizadoras definieron como de “ajuste y represión”.
Las demandas están dirigidas al Estado en sus tres niveles para que se haga responsable y gestione respuestas factibles, que permitan vivenciar los cambios esperados a largo plazo.
Mujeres de todas partes
Con la intención de abrir el espectro de participación, la asamblea manifestó su voluntad de que puedan sumarse más mujeres de los distintos territorios de Tandil para pluralizar las voces y atender todas las demandas del sector.
La expectativa que las envuelve es la de generar una convocatoria masiva que atraviese todos los puntos de la ciudad, y en esta línea, Daiana Esnaola, del MPE, señaló que “la fecha nos encuentra en las calles exigiendo por nuestros derechos que no se cumplen, en un Estado que cada vez es más violento y represivo sobre todo con las mujeres, que somos quienes nos hacemos cargos de las tareas domésticas, la casa, los niños, necesitamos estar cada vez más juntas y organizadas para hacer valer nuestros derechos; que dejen de matarnos, que el aborto sea ley de una vez por todas”.
Por su parte, la concejal por Unidad Ciudadana María Eugenia Poumé, conminó a pensar el rol de las mujeres en la política y a exigir la paridad que aún es una deuda.
“Sabemos la lucha que ha sido para nosotras lograr la igualdad de derechos en la conformación de las listas electorales, ha sido un arduo trabajo. Lo logramos en la Provincia pero es necesario que se replique en todos los partidos y a nivel nacional, no es un favor que nos hacen los hombres otorgarnos la igualdad, la igualdad es nuestro derecho, lo vamos a seguir defendiendo”, recalcó.
Y agregó que las mujeres hicieron el país a la par de los hombres, pero jamás han sido las protagonistas de la historia ni gozado de un justo reconocimiento en los numerosos aspectos de la vida civil.
Manuela Rabitti, de la agrupación Juventud Feminista -encarnada por adolescentes y jóvenes de la ciudad que decidieron conformar un espacio propio que les permitiera militar sus causas, más allá de las estructuras políticas partidarias-, consideró que “la juventud feminista está muy latente, está creciendo y tenemos que empezar a hacer valer nuestros derechos en muchos ámbitos, en la política, los sindicatos, las escuelas, la universidad, que vean que las mujeres jóvenes nos estamos moviendo, debemos hacernos escuchar, así que espero ver a las pibas en las calles, que se animen, que salgan a las plazas, que el 8M también lo hagamos las pibas”.
Mujeres trabajadoras
El lugar de la mujer de la trabajadora ha cobrado protagonismo en los últimos años, cuando se han puesto en la esfera pública y mediática los reclamos laborales históricos que los distintos colectivos feministas sostienen desde siempre.
“Celebramos nuestro día de la mujer trabajadora y que somos cada vez más las que nos organizamos, nos encontramos con una fuerte presencia de las pibas del secundario, celebramos la creación del espacio de mujeres sindicalizadas, que es un gran avance para disputar lo que son los sindicatos de Tandil y exigir que los salarios sean iguales para los géneros”, prosiguió la joven.
Apostando a incrementar el número de mujeres participantes en los espacios de discusión, decisión y en el propio espacio asambleario que proponen, expresaron su deseo de que “este movimiento feminista pueda avanzar también en la ciudad de Tandil”.
Conscientes de que la toma del espacio público es la clave del paro organizado y las dificultades que implica parar en el contexto vigente, las organizadoras manifestaron que por eso mismo se trabaja de manera previa para que la propuesta pueda llegar a todos los rincones.
Bajo la premisa de retomar el balance positivo del año anterior y las propuestas que funcionaron, se hallan abocadas a generar asambleas en todas las plazas y diversas propuestas de intervención cultural a la tarde en la zona céntrica, donde se localizará el epicentro de la jornada.
“Hay una comisión de cultura que trabaja en recibir propuestas de artistas mujeres de todas las aristas. Queremos que todas se sientan convocadas formar parte de esta jornada de lucha y de reivindicación, pero también de alegría por encontrarnos juntas y cada vez más hermanadas”, sentenció Rocío.
Las dificultades de parar
Uno de los temas más complejos que se presentan son los escollos que surgen a la hora de hacer un paro, debido a que no todas las mujeres tienen la oportunidad o el aval de ausentarse de su espacio de trabajo para darle fuerza a la iniciativa y participar de las actividades.
“Cuando arrancó esta idea del paro, la idea era visibilizar lo invisibilizado, ¿qué pasa si las mujeres paramos? El eje estaba puesto en qué pasa si paramos en los trabajos no remunerados, eso es lo que más cuesta”, indicaron.
La asignación de tareas de cuidado y domésticas al género femenino es uno de los ejes de debate y deconstrucción que se desarrollan dentro del feminismo. Trabajos no remunerados como el cuidado de enfermos, ancianos y niños, limpieza, cocina, entre otros menesteres, han marcado a las generaciones de mujeres que a lo largo de los siglos cumplieron estas tareas sin ser reconocidas por eso, pero conformando el sostén del tejido social que descansa sobre ellas.
Asimismo, la estrategia de generar una jornada larga con diferentes tipos de actividades da lugar a que cada persona participe en la medida que puede, en su barrio o en el lugar que elija. “La idea de generar asambleas descentralizadas tiene que ver con poder salir de tu casa y dedicarle dos horas a discutir en tu propio territorio. Hay que generar agenda en los distintos territorios”, expuso Liébana.
En este sentido, la legisladora Poumé afirmó que se le solicitará al Municipio y las entidades gubernamentales, al igual que el año pasado, que permitan que las mujeres que se desempeñan en esos ámbitos hagan el paro si lo desean sin que la decisión implique un descuento en sus haberes. “Vamos a pedir también a la Jefatura Distrital de Educación que se permita en el ámbito de las escuelas a las docentes y alumnas participar del paro. En el ámbito escolar se debe concientizar fuertemente sobre los derechos de las mujeres”, completó.
Entre las ideas que van tomando forma a medida que avanzan los encuentros, refirieron que están tratando de gestionar la posibilidad de que el Estado y la Cámara de Transporte faciliten de alguna forma el acceso de las mujeres al transporte público para que puedan llegar desde las distintas barriadas a la concentración principal que se hará el viernes 8 de marzo en horas de la tarde en la plaza céntrica.
“Invitamos a que las mujeres se sumen a las distintas comisiones; logística, cultura, general y prensa, para seguir ajustando temas. Para las que no pueden parar ni llegar a las actividades, planeamos extender la lectura del documento y el final de la marcha, más allá de las 20 horas, por ejemplo, por las empleadas de comercio, que salgan de sus trabajos y puedan sumarse. El año pasado la jornada arrancó a las 10 de la mañana y terminó a las 10 de la noche”, remataron.