Della Maggiora aseguró que los hechos de inseguridad en La Movediza son ocasionados siempre por las mismas personas
El secretario de Protección Ciudadana, Atilio Della Maggiora, aseveró en diálogo con este medio que están monitoreando permanentemente la situación de inseguridad en el barrio La Movediza y contó que los hechos no están esparcidos por toda la zona sino que están focalizados en algunos puntos. Además, refirió que en cada episodio están involucradas siempre las mismas personas.
Los recientes casos de violencia en el barrio de La Movediza, donde incluso algunos vecinos esgrimieron armas blancas y profirieron amenazas a los policías que se hicieron presentes, generaron preocupación en las autoridades, pese a que el propio secretario de Protección Ciudadana, Atilio Della Maggiora, refirió que están monitoreando permanentemente la situación y están haciendo un trabajo sociocomunitario.
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En comunicación con El Eco Multimedios, Della Maggiora indicó que están siguiendo desde muy cerca los hechos en el barrio y que, incluso, siempre tienen una mirada especial sobre algunos puntos que consideran estratégicos en cuanto a problemáticas de seguridad.
“La Movediza es un barrio donde desde el Municipio hacemos un trabajo muy intenso de prevención sociocomunitaria, fundamentalmente con la población juvenil y en especial los varones jóvenes, adolescentes, que muestran cierta conflictividad con la ley penal”, sostuvo.
En referencia a los episodios acontecidos semanas atrás, reveló que todos presentan algunas características muy marcadas: son siempre en las mismas zonas, participan en todos las mismas familias, por lo general son adultos jóvenes, ocurren en horas de la tardenoche y suelen utilizarse armas.
“La situación no es generalizada en toda la zona, son puntos muy focalizados, dos o tres lugares muy marcados donde se desatan con cierta intermitencia estos acontecimientos violentos. Esos lugares son básicamente la manzana enmarcada por las calles Azucena, Salta Formosa y Alvarado; y en Azucena y González Pacheco, donde hay una ocupación ilegal de terrenos que demanda la atención permanente de la policía”, destacó.
Además, aseguró que en estos hechos siempre participan tres o cuatro familias “y por lo general son adultos jóvenes, no son adolescentes”.
“Otra característica que estamos viendo es que son circunstancias que suceden en horas de la tardenoche, con presencia de armas, en muchos casos blancas. Y fundamentalmente la reiteración”, completó.
Presencia policial en la zona
Destacó el titular de la Secretaría de Protección Ciudadana que la presencia policial en el barrio es muy intensa y que no solo se puntualiza en La Movediza sino que desde hace unos meses están implementando, junto con la Estación Departamental de Seguridad, una orden de servicio que abarca también los barrios de Cerro Leones y San Nicolás.
Se debe a que han registrado con anterioridad algunos delitos o ilícitos que sucedían en una de estas dos zonas pero que en realidad tenían como origen La Movediza.
“Y por otro lado, tenemos también una fuerte intervención desde la Secretaria en el área de prevención sociocomunitaria, además de todo el trabajo social que se desarrollan en la barriada desde Desarrollo Humano”, agregó.
Por otra parte, destacó que la percepción compartida por los vecinos es que hay una importante presencia policial y que el barrio, en términos generales, se muestra calmado.
No obstante, reconoció que ocurren estos brotes de violencia muy marcada protagonizados siempre por las mismas personas que, incluso, generan malas relaciones con los propios residentes de la zona y eso retroalimenta la situación de conflictividad.
Insuficiencia legal
Si bien remarcó que la presencia en el lugar es más intensa y que la respuesta policial es muy rápida en cada acontecimiento, a tal punto que en algunos casos los propios móviles o los efectivos fueron agredidos, clamó Della Maggiora que hay una insuficiencia legal: “Lo que nosotros apreciamos es que hay una insuficiencia de la respuesta legal. Cuando vos tenés estos episodios de brotes violentos, protagonizados por adultos jóvenes, pero adultos al fin, que no cesan, lo que necesitas es marcar un límite de autoridad, y eso es lo que está faltando”.
Explicó que los uniformados llegan al lugar, hacen la intervención, generan las actuaciones penales, las causas y demás, pero “si miramos dos o tres datos te das cuenta que tenemos un problema de déficit de autoridad”.
Destacó que “tenemos una legislación boba” en el sentido de que no da respuestas y expresó que cuando se superan los niveles de prevención previstos la policía ya no puede hacer nada.
De hecho, refirió que en estos últimos casos participaron aproximadamente 15 personas -aunque no descartó que pudieran haber sido más ya que algunos no fueron identificados- y que solo uno de todos ellos quedó detenido. Y no por estos casos, sino porque tenía un pedido de captura del Departamento Judicial de Mar del Plata.
“Entonces ahí ya es muy difícil resolver en lo inmediato, tenemos que seguir apostando a lo que venimos haciendo actualmente: la prevención sociocomunitaria, que es un trabajo a largo plazo, y la prevención policial, que da sus resultados pero que en determinados momentos es superada por este tipo de episodios”, sentenció.
No es la Justicia, es la Ley
Aclaró que cuando enunció una insuficiencia en la respuesta legal no hizo referencia a una cuestión netamente de la Justicia sino que lo que trató de indicar fue que la Ley en estos casos no prevé la situación del conflicto.
“Te encontrás con delitos que no son detenibles o que, si lo son, son rápidamente excarcelables. Entonces la Justicia también está condicionada por esa respuesta legal”, manifestó.
En ese sentido, hizo referencia a lo acontecido el pasado lunes en el barrio Palermo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde un efectivo policial falleció luego de recibir cuatro puñaladas por parte de un civil, y expresó que “no puede ser que una persona saque un cuchillo delante de un oficial y éste no se pueda defender. Porque si lo hubiera detenido, seguramente se hubiera hecho alguna manifestación de por qué le tiraron a una persona que tenía un arma blanca”.
En tanto, trasladó lo acontecido en Capital Federal al territorio local y aseguró que esas mismas insuficiencias se registran en la ciudad.
Los hechos
Durante el mes de septiembre se registraron reiterados episodios de violencia en el barrio de La Movediza. El primero de ellos ocurrió el domingo 7, cuando personal policial y de salud debió acudir a la zona porque dos personas habían resultado heridas tras una gresca.
En aquella oportunidad, uno de los involucrados había tenido que ser asistido porque presentaba lesiones de arma blanca mientras que el otro había recibido un disparo.
El segundo hecho ocurrió el jueves 17 en la intersección de las calles Azucena y Salta. En el lugar se hicieron presentes efectivos de la Comisaría Segunda, Tercera y Cuarta, con apoyo de la UPPL, el GaD y Caballería Tandil por una trifulca vecinal.
Cuando los uniformados se acercaron para separar a los participantes, éstos, en un estado de exaltación, hicieron caso omiso y comenzaron a arrojarles piedras y a proferir amenazas, esgrimiendo diversas armas blancas.
Por tal razón, la Policía procedió con la aprehensión de tres sujetos. Al momento de la captura, un móvil de la UPPL, dominio AA 817 PE, recibió un impacto de una piedra en el parabrisas que ocasionó su ruptura. Además, uno de los efectivos de la Comisaría Segunda fue golpeado en el abdomen, pero afortunadamente solo fueron lesiones de carácter leve.
El último suceso tuvo lugar el martes 22 y fue, tal vez, el más violento de los tres ya que no solo implicó un herido de arma sino que también hubo daños materiales importantes.
Aquel día, efectivos policiales asignados al lugar, con apoyo del GAD, aprehendieron a un hombre de 63 años que le había disparado a un adolescente de 18 años. Por el hecho, la víctima debió ser trasladada al Hospital Ramón Santamarina donde la atendieron por la lesión que presentaba en el hombro derecho.
No obstante, la agresión no concluyó con ese suceso sino que minutos más tarde, individuos que no lograron reconocer se acercaron a la vivienda del agresor y la incendiaron.