Demanda interna y redistribución, las claves de Alcira Argumedo para no estallar como Chile o Ecuador
La socióloga y política visitó la ciudad y analizó qué está pasando en América Latina, así como la situación de Argentina en ese contexto. “Nuestro país no estalló porque hay expectativas en el nuevo gobierno”, dijo. Habló de profunda transformación a nivel mundial, donde ya no encajan los ajustes ni la especulación financiera.
Ayer a la tarde en el Salón de los Espejos de la Unicen se concretó la propuesta planteada por el Frente de Todos para comprender mejor lo que está pasando actualmente en América Latina y la situación del país en ese contexto. Enfocados en brindar palabras autorizadas y significativas para un profundo análisis, en esta oportunidad invitaron a la socióloga, política y docente universitaria argentina Alcira Argumedo.
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La convocatoria fue rotunda y ante una sala llena, Roberto Mouilleron dio inicio al encuentro destacando la importancia de contar con semejante presencia. “Es una especialista y una estudiosa que nos podrá orientar y contextualizar sobre América Latina”, sostuvo el exlegislador nacional antes de brindarle el micrófono al referente local del Frente de Todos, Rogelio Iparraguirre.
Además, agregó que, a pesar de que su espacio no haya ganado en la ciudad, tienen sobre sus hombros la obligación de seguir trabajando y afianzándose, por lo tanto garantizó que continuarán trayendo personalidades que ayuden en el análisis y comprensión en el camino que inicia el 10 de diciembre.
“Estamos inquietos por la situación que atraviesa la región”, explicó Iparraguirre respaldando la invitación a Argumedo. “La vamos a escuchar con muchas expectativas”, dijo.
El concejal sostuvo que la perspectiva de un nuevo gobierno contuvo la situación en este país para no replicar lo que en los vecinos, sin embargo advirtió que eso no significa que esté todo resuelto. “Aún con una crisis social y económica pareciera que Argentina se resguarda de ese escenario, pero no por eso podemos creer que estamos exentos”, remarcó.
Luego de compartir un motivo personal por su respeto e interés en la especialista, allá por sus épocas de estudiante de sociología y ya militante político, Iparraguirre planteó que la sociedad aún no ha podido resolver el problema de las “mayorías de a pie” con la democracia. Evocó los casos de poblaciones de otros países rotundamente polarizadas y partidas.
“En la Argentina que viene se recuperarán algunas nociones”, vaticinó, aseverando que es en la fortaleza de las instituciones que la ciudadanía mejorará sus intereses y su vida. Entonces, insistió que hay que recuperar el valor de éstas y defenderlas. Consiguientemente, estas instituciones deben ser eficientes para poder mejorar realmente la vida de los habitantes, “desde el control de precios hasta la garantía de la educación y la salud”.
“Tiene que haber un pueblo con conciencia y para eso, a la vez, tienen que ser partícipes y no solamente involucrarse cada dos años mediante el sufragio”, determinó.
Tiempos de profunda transformación
La idea de su visita, tal como ella lo explicó, fue hacer un análisis de la situación de América Latina en el contexto de la política internacional, que presenta un escenario bastante complejo donde, de alguna manera, la disputa entre Estados Unidos (EE.UU.) y el bloque Chino-Ruso está generando situaciones que afectan a la región.
“EE.UU se ha replegado sobre América Latina, lo que se da en el marco de un fracaso muy profundo de la globalización neoliberal en el sector occidental”, explicó, advirtiendo que además de Haití, Ecuador, Colombia, Chile e incluso Argentina, aunque no haya estallado socialmente, también se reproduce en los países centrales.
“Donald Trump es ahora un hiperproteccionista que se pelea con los europeos. Inglaterra está demostrando un fracaso rotundo en la integración. Alemania tiene problemas. Francia está incendiada con los chalecos amarillos”, planteó para demostrar que se atraviesa un momento de transformaciones muy profundas.
Desde su visión, se ha llegado a esta realidad porque en estos 30 años se ha llegado a un crecimiento exponencial de la pobreza y el desempleo, y al mismo tiempo un proceso de concentración y polarización de la riqueza. “El 20 por ciento más favorecido de la población mundial concentra el 95,5 de la fortuna, y el 80 por ciento concentra el 4 por ciento, entonces se va volviendo inviable porque hay una crisis de producción por carencia de demanda”, manifestó.
Redistribución o fin
Ante este panorama, lamentó que el sector occidental lo quiera solucionar “echándole nafta al fuego”, con más ajustes, más precarización, más dilución de los salarios reales. “Acá o salís con una redistribución en gran escala de la riqueza o nos fundimos todos”, lapidó.
Como para vislumbrar una luz de salida victoriosa consignó que es necesario frenar algunas de las áreas que ya considera excesivas, como por ejemplo la especulación financiera que a la vez permitió la fuga de 80 mil millones de dólares. “¿Te das cuenta de todo lo que haces en un país si frenas solamente eso?”, planteó.
Entonces, la idea que parecería correcta es salir de la crisis incrementando la demanda, como están haciendo actualmente los países a los que les va mejor. Presentó así el caso de China, que lejos de incrementar el ajuste, está intentando llevar a niveles de clase media a 350 millones de personas para pronunciar la demanda de su mercado interno. Salvando las escalas, es eso lo que podría ser un elemento clave”, dijo.
La perspectiva de un nuevo gobierno
Ante la próxima asunción de Alberto Fernández y Cristrina Fernández para dirigir el país se mostró muy expectante y consideró que se trata de un modelo con las ideas bien orientadas, aunque no descartó que desde el actual gobierno hayan dejado muchos obstáculos graves como el endeudamiento externo.
“Me parece que la idea de salir de la crisis incrementando la demanda, o sea redistribuyendo la riqueza y no concentrándola, o empobreciendo más a la población, ya creo que está bien orientado”, respaldó, advirtiendo que será un camino complicado, con muchas trampas.
Asimismo, consideró que la población argentina en general tiene esperanzas, y es justamente eso lo que ha hecho que no estalle como Chile, Colombia o Ecuador. “Creo que si hubiera continuado el gobierno anterior, y con la misma política, en unos meses más estábamos igual que los vecinos”, concluyó.