Desde Apymet aseguran que atraviesan una situación de “incesante incertidumbre”
El presidente de Apymet Gustavo Dacovich manifestó que han cerrado varias pequeñas empresas y en el sector de la construcción está todo “paralizado”. Expresó la necesidad de tener previsibilidad de acá a un año para poder proyectar a futuro.
Desde Apymet plantearon un complejo panorama para la pequeña y mediana empresa considerando la situación de “incesante incertidumbre” que se vive el país.
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En diálogo con El Eco de Tandil, el presidente de Apymet Gustavo Dacovich, aseguró que “la situación está muy compleja, es una incesante incertidumbre hace mucho tiempo”.
Si bien consideró que en Argentina es normal la incertidumbre, sostuvo que ahora “se agravó”.
Y puntualizó que esa incertidumbre está “en el costo de energía, del combustible, del operario” pero además en el salto del dólar de 23 a 40 hizo que se paralizara toda la actividad y que subiera el precio de la mayor parte de las materias primas.
Por otro lado, indicó que “en nuestro caso que somos empresas constructoras, aquel que tiene un dólar ahorrado y quiere hacer una inversión quiere pagar hoy mucho menos que hace dos meses atrás. Eso hace que todos tengamos que hacer cuentas, números, rever nuestros costos en relación al dólar”.
Sectores paralizados
Expuso que la escala del dólar es “tan acelerada que los precios en pesos hasta ahora no la están acompañando. Menos mal, porque sería más caos todavía”.
“Hoy todo lo que son inversiones de construcción se ha paralizado. Aquello que está lanzado permanece al mismo o menos ritmo pero sigue trabajando. Pero que es obra pública con este tema de los cuadernos se va a paralizar en forma abismal y tajante, y por otro lado en el caso nuestro que somos pequeñas empresas que hacemos obra pública está todo parado, no hay nuevas licitaciones, no hay nada”, lamentó.
Una cuestión de resistir o no
Frente a este adverso panorama, Dacovich sostuvo que “hay empresas que pueden resistir y otras que no”.
Indicó que en Tandil si bien aún no tienen un número formal de la cantidad de empresas que cerraron, aseguró que hay varias de 2, 3 y 5 empleados que como son muy pequeñas no han hecho un “desbarajuste social, como así también cerraron varias pymes con trayectoria.
En ese sentido, planteó que el financiamiento de las pymes hoy está alrededor del 45, 50 por ciento, lo cual hace “imposible” financiarse a esas tasas.
“Hoy vas a cambiar un cheque que te paga un cliente y te descuentan el 40, el 50 por ciento anual. No hay forma de pasar eso a los costos porque quedás fuera de mercado, considerando también la demanda no es grande. Por el contrario, está retraída”, sostuvo.
Por lo tanto, “eso lo tiene que terminar absorbiendo la empresa, es algo que lo venimos hablando no solo entre los dueños sino entre los empleados mismos que están viendo lo que está pasando”.
“Hay casos especiales de empresas grandes donde el financiamiento viene de otra forma con otras tasas pero no quita que este momento no es bueno tampoco para las pymes más grandes, como pasa con Metalúrgica Tandil o empresa con mayor caudal de facturación”, manifestó.
En cuanto al personal, indicó que hubo retiros voluntarios en varias firmas.
“Se estuvo viendo la forma de achicar personal indistintamente. Aquel que se jubila o que se retira por propia voluntad porque busca otra alternativa no se lo repone, por ejemplo. Entonces de buenas a primeras estructuras de 14, 15 personas hoy están en 7 u 8 y dicen ‘voy a ver qué pasa, si sale más trabajo tomo más gente’”, señaló.
Una situación crítica
Marcó que hoy en día “todo el mundo está reacio a la incorporación de personal, y hay que recordar que los empleados implican un 60 por ciento de cargas sociales, entonces automáticamente no solo es lo que cobran, que a su vez al empleado tampoco le alcanza, entonces de buenas a primeras estamos en una situación compleja para todos los actores de la sociedad”. “Estamos hablando de pequeñas y medianas empresas, porque las grandes tienen otro financiamiento, otra forma de trabajar, otro mercado, nosotros que trabajamos con el mercado local o que somos pequeñas pymes de 4, 5 o 7 empleados estamos muy complicados”, argumentó.
En cuanto a las tarifas, sostuvo que “antes pagábamos algo irrisorio y ahora nos fuimos al otro extremo. Un Gobierno plantea una cosa, otro otra, y habla de lo que somos como sociedad que no podemos proyectar nada a largo plazo, no buscan un eje central donde convaliden una forma de gobierno. A mí no me importa si gana Macri, Cristina o si resucita Alsogaray, lo que quiero es tener una forma de gobierno donde pueda saber qué va a pasar dentro de un año”.
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