Desde Copecos, instan a los vecinos a denunciar a los dueños irresponsables de perros peligrosos
Integrantes de la Comisión para el Control de Seguimiento de la Ordenanza 7028 –Copecos- manifestaron su preocupación ante los recientes acontecimientos relacionados con agresiones de perros potencialmente peligrosos e instaron a los vecinos a denunciar en la Dirección de Bromatología a los infractores. Anunciaron que la semana próxima lanzarán una campaña de concientización sobre el tema.
Integrantes de la Comisión para el Control de Seguimiento de la Ordenanza 7028 –Copecos- manifestaron su preocupación ante los recientes acontecimientos relacionados con agresiones de perros potencialmente peligrosos e instaron a los vecinos a denunciar en la Dirección de Bromatología a los infractores.
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Desde el espacio, advirtieron que la situación es cada vez más compleja y es necesario que el Municipio tome cartas en el asunto de manera integrada y estratégica, con políticas públicas “claras” para revertir la problemática.
Si bien destacaron la labor que viene desarrollando el director de Bromatología, Federico Sánchez Chopa, aclararon que es importante que desde la comuna también se aborde el tema desde las secretarías de Desarrollo Social y Protección Ciudadana, y la Dirección de Inspección General y Habilitaciones.
En definitiva, recalcaron que es indispensable que se comience a actuar en lo inmediato para evitar que un nuevo caso suceda.
En esa línea, exigieron el cumplimiento de la Ordenanza 9740, que establece la normativa aplicable a la tenencia de animales potencialmente peligrosos para hacerla compatible con la seguridad de personas y bienes y de otros animales.
Por su parte, anunciaron que desde Copecos lanzarán la semana próxima una fuerte campaña de concientización en las escuelas y veterinarias, como así también en los medios de comunicación.
“Falta de políticas claras”
En diálogo con El Eco de Tandil, el secretario del espacio, Santiago Romay, y las coordinadoras Susana Giménez y Elsa Zalazar, compartieron el trabajo que vienen realizando en torno a esta problemática.
En primer lugar, Romay señaló que hace ya más de un año que desde Copecos vienen reclamando al Municipio “políticas claras” respecto a este tema. En su momento, recordó que incluso denunciaron públicamente distintas situaciones que se dieron en diferentes puntos de la ciudad, con la presencia de perros potencialmente peligrosos sueltos en la vía pública.
En ese entonces, desde el proteccionismo ya veían que era un problema “creciente”, que efectivamente derivó tiempo después en nuevos casos que podrían haberse evitado.
Consideró entonces que los últimos episodios que se sucedieron, dejaron al descubierto una vez más “una falta de responsabilidad absoluta del dueño del animal y de acción del Estado, ya que teniendo las herramientas para poder corregir estas cuestiones, la realidad es que no se utilizan”.
La ordenanza
Por su parte, Giménez contó que desde Copecos vienen trabajando con la Ordenanza 9740, que establece la normativa aplicable a la tenencia de animales potencialmente peligrosos, en base a un protocolo de acción.
En ese marco, detalló que en su momento solicitaron que se dispusieran dos inspectores para que hicieran las respectivas actas frente a las denuncias. Como esto no ocurrió, se resolvió que las denuncias se realicen directamente en la Dirección de Bromatología y personal del área se encargue de ir al domicilio en cuestión para constatar la situación y labrar el acta correspondiente, que luego es elevada al Juzgado de Faltas.
“Este circuito está funcionando. Lo que nos falta es que el Juzgado de Faltas dicte la sentencia y posteriormente la ejecute”, afirmó la proteccionista.
Por otro lado, recalcó que es importante que la gente sepa que existe esta normativa y que puede denunciar a los infractores en lo que respecta a la tenencia de perros potencialmente peligrosos.
El cumplimiento
Por su parte, Romay recalcó que es necesario abordar la situación desde una visión objetiva, ya que lo importante es resguardar la seguridad de los ciudadanos y del resto de los animales. “Por eso, la ordenanza es muy clara. El animal tiene que estar en la vía pública con una correa corta, bozal y debidamente chipeado”, señaló, aunque la realidad es otra, ya que muchos dueños de este tipo de animales los pasean sin cumplir con sus obligaciones, según establece la normativa vigente.
“Cuando tenés una herramienta jurídica, después, el aplicarla o no depende de la decisión política. Una ley es un elemento que tiende a regular las conductas humanas y para que esta herramienta funcione, se necesita de un ente que la ponga en funcionamiento, controle su cumplimiento y castigue. Hoy no tenés ninguna de estas tres cosas”, sentenció.
Por lo tanto, el secretario de Copecos recalcó que es indispensable “concientizar a la gente de esto, que el Colegio de Veterinarios nos ayude porque toda persona que tiene un animal potencialmente peligroso lleva a su perro al veterinario y no puede ser que el profesional no le pregunte si está chipeado el animal”.
Campaña de concientización
Frente a esta problemática, desde la comisión anunciaron que en los próximos días lanzarán una campaña de concientización sobre el tema.
“En la última reunión, se resolvió empezar una campaña fuerte de concientización hablando de esta ordenanza y de cómo tiene que actuar la gente cuando ve a los perros en la vía pública sin bozal y sin correa. Por lo pronto, a partir de la semana que viene, repartiremos folletos y afiches, y se hará concientización en las escuelas y en las veterinarias”, detalló Giménez.
Además, adelantó que desde la página de Facebook de Copecos -donde reiteró que no se reciben denuncias, sino en Bromatología- enseñarán “cómo hacer una sociabilización con el bozal para que la gente comience a sacar a pasear a su perro de esta forma”.
Una problemática “grave”
Por último, Romay insistió en que “seguimos con el mismo problema de hace dos años en lo que concierne a animales potencialmente peligrosos, un tema que no puede recaer solo en el director de Bromatología. Hoy estamos hablando de esto porque tenemos dos personas lastimadas, no esperemos a tener una tragedia para arrancarnos los pelos”.
Planteó entonces que “para empezar a solucionar esto, no podemos dejarle la responsabilidad solo a Bromatología, sino que también tienen que intervenir las secretarías de Protección Ciudadana y Desarrollo Social, y la Dirección de Inspección General porque no podés con tres inspectores de Bromatología querer controlar este tipo de problemas”.
Enfatizó que “estamos ante una problemática grave porque si seguimos con esta desidia, vamos a tener un chico muerto y ahí nos vamos a acordar de que teníamos una ordenanza y que nunca la cumplimos”.
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