Desde la UTEP también clamaron justicia por Ramona y advirtieron sobre la realidad en los barrios de Tandil
Desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular de Tandil (UTEP), como todos los movimientos populares, se adhirieron y acompañaron al pedido de justicia tras la muerte por coronavirus de Ramona, la referente de La Poderosa en el barrio 31 de Retiro, en Capital Federal.
Recibí las noticias en tu email
Sin vueltas, las organizaciones alegaron que se trató de un “crimen” debido al abandono estatal, y que esto representa otro golpe a la lucha que vienen llevando adelante desde los movimientos populares por Tierra, Techo y Trabajo, por la urbanización real de los barrios populares en todo el país. “La falta de servicios básicos es un crimen y hoy lamentablemente se materializa en la muerte completamente evitable de la compañera que llevaba adelante comedores para los pibes del barrio”, expusieron.
Aseguraron que las deficiencias habitacionales estructurales, así como tantas otras desigualdades, han quedado evidenciadas durante esta pandemia. “Vivir en hacinamiento, sin agua, sin calefacción, o con constante humedad debido a mal aislamiento de las viviendas son realidades que enfrentan cientos de miles de argentinos y argentinas”, lamentaron. Ante esto, no solo el peligro a contagiarse de coronavirus aumenta exponencialmente, sino que se generan las condiciones que desencadenan en otras enfermedades como afecciones respiratorias, además de vulnerarse el derecho humano básico a una vivienda habitable y digna.
¿Qué pasa en Tandil?
Tal como advirtió la organización local, esta realidad también se vive en los barrios populares de Tandil y las organizaciones que conforman la UTEP enfrentan cotidianamente este “triste escenario”.
“La inexistencia de políticas municipales de generación de vivienda y suelo urbano, que no hace más que favorecer la especulación urbana, tienen su costado más cruel en las barriadas populares. Prueba de ello es el reciente caso de falta de agua en un sector del barrio La Movediza en el que tuvo interceder la Defensoría del Pueblo para que el Municipio garantice el servicio apenas iniciada la cuarentena”, recordaron.
Por otro lado, alertaron que no es posible una cuarentena segura si existen condiciones tan desfavorables para quienes habitan los barrios populares. Plantearon así, que es el momento de comenzar a revertir el panorama desolador que quedó al descubierto por la emergencia. “Necesitamos una política pública municipal de reconstrucción, donde se haga foco en las causas y no sobre las consecuencias de los problemas. Necesitamos vivienda digna con acceso a servicios públicos y necesitamos que el sector de la economía popular sea potenciado con recursos para llevar adelante esta reconstrucción”, aseveraron.
Finalmente, emitieron un abrazo a los familiares de Ramona, allegados y a todas las organizaciones que están dejando todo para sostener la situación crítica en los barrios.