Egresó el primer grupo que inició sus estudios residiendo en la casa Patricia Rasmussen
El pasado 13 y 14 de diciembre, los miembros de Convivencia en Diversidad Tandil (CED) acompañaron en su egreso al primer grupo de personas que empezó sus estudios en la Casa de contención Patricia Rasmussen.
Tal como manifestaron, mucha agua pasó desde aquel 14 de agosto de 2016 cuando ingresaron a la Casa Utopía, como fue denominada en esa época por su antigua inquilina, Julieta de Haro. Recordaron que fue ella quien les brindó su hospitalidad cuando CED no tenía espacio físico, el cual de a poco se los fue transfiriendo y se terminó convirtiendo en un faro para aquellas personas de las minorías de la diversidad sexual primero, y para todos los seres humanos que se sentían desplazados.
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Ahora, finalmente llegaron a cumplir una de las metas que se propusieron cuando empezó la idea de tener una casa de contención. “Recibimos a jóvenes, aprendimos a convivir, compartir el espacio, a integrarnos como una familia, muy disfuncional y con grandes problemas de adaptación, pero hacia afuera somos un bloque que mostramos nuestro interés por la otra persona que convive como si fuera un familiar, con sus reyertas, sus broncas, sus alegrías, sus sufrimientos”, manifestaron con orgullo desde la agrupación.
Asimismo, mediante una carta expusieron su alegría por haber llegado a la etapa de poder decir que lograron ser mejores. “No para esta sociedad que nos arrojó a la calle en algunos casos, sino para nosotros mismos, crecimos en autoestima, valoramos nuestro ser, avanzamos como seres humanos”, detallaron.
Los egresados
De las personas que conviven actualmente en el hogar, hay tres trans que lograron su egreso en distintos niveles educativos. Una de ellas tiene 23 años y hace un año, cuando llegó a la casa, nadie deseaba acompañarla, sin embargo logró ese apoyo que necesitaba, la guiaron y acaba de cumplir su primer gran paso personal que es haber terminado sus estudios primarios. Además, ya está inscripta para continuar la secundaria con orientación en redes sociales el año próximo.
Otra de las personas llegó y desde el grupo pudieron percibir su crecimiento interior día a día, con la fortaleza de asumir su verdadera identidad de hombre trans, realizando su proceso hormonal y quirúrgico, mientras estudiaba, logrando terminar este año su secundario y con miras de seguir un terciario en el 2019.
Por otro lado, los integrantes de CED han experimentado todo el proceso de adaptación que vivió otra de sus compañeras, en el camino de aceptación a sí misma como mujer. Ella, el año pasado ganó el cuarto lugar a nivel mundial en Bailes Caribeños en el encuentro mundial en Orlando, Florida en Estados Unidos, en representación de la República Argentina, lo que no solamente se vivió como un logro personal, sino también de toda la comunidad que la acompañó. Ahora, también pudieron estar presentes en su egreso como auxiliar de enfermería, con el desafío de incorporarse próximamente al mercado laboral en un hospital de la zona.
Pero también hay más personas, aquellas que vivieron en la casa y a pesar de ser menores y la indiferencia de sus familias, realizaron su cambio de género, y con un fuerte trabajo de autoestima lograron afianzarse y terminar el secundario, con rumbo a elegir una carrera deseada.
“Puede que muchos no quieran lo que hacemos o que no aprueban las formas, pero hay cosas que no se pueden negar, el trabajo de la Casa de Contención Patricia Rasmussen está dando sus frutos, estamos todos aprendiendo a vivir en convivencia y en la diversidad”, enfatizaron los unidos en CED, realzando el esfuerzo de cada uno.