El debate por la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral, según la mirada de una especialista
La ley existe desde 2006, pero su aplicación no ha sido efectiva en todo el territorio nacional. Luego del debate por la interrupción legal del embarazo, surgió la necesidad de volver a plantear la importancia de la Educación Sexual Integral como un derecho para todos los niños y adolescentes.
El 5 de septiembre, en el marco del Día Mundial de la Salud Sexual, en la Cámara de Diputados se logró dictamen de mayoría para reformar la ley 26.150 del año 2006 de Educación Sexual Integral (ESI). Una de las principales modificaciones propuestas por el dictamen es que la Ley ESI sea una ley de orden público, lo que significa que será de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional, en instituciones de gestión estatal o privada, más allá del “ideario institucional y de las convicciones de sus miembros”.
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Para profundizar sobre el tema, El Eco de Tandil consultó con la especialista Gabriela Gervasio, licenciada en Ciencias de la Educación, capacitadora docente y directora de una institución educativa de la ciudad. Con respecto a la ley, la docente señaló que “se sancionó como parte de la promoción y protección de los derechos del niño, va en forma conjunta con una serie de leyes y normativas que regulan el rol de la escuela”.
En su rol como capacitadora de la región educativa 20, refirió que cuando comenzaron a llevarse a cabo estas instancias, en el año 2009, los docentes recibieron la propuesta con interés pero también con mucha incertidumbre.
“Ellos decían que había que llamar a un profe de biología o a un médico para eso, y creo que la principal confusión es entender la educación sexual como antes, que se agotaba en la reproducción humana y los métodos anticonceptivos. La ley y todo el material pedagógico que se generó a partir de esa legislación, comprende lineamientos curriculares aplicables a todas las áreas, no es que hay que generar un espacio para trabajar la educación sexual integral como una materia aparte. Hasta desde matemática se puede abordar la ESI”, precisó Gervasio.
Para ella, existe una diferencia sustancial entre usar o no la “i”. El concepto de “integral” toma la sexualidad con todas las dimensiones humanas: biológica, ética, filosófica, psicológica, porque, de acuerdo a su relato, no es casual que en las distintas posturas se incluya o no una visión integral del ser humano.
“No se agota en conocer el aparato reproductor y cómo me cuido para no tener embarazos no deseados. Por ejemplo, la ESI en la escuela primaria involucra cinco dimensiones que tienen que ver con el derecho a las diferencias, a no tener discriminación por ningún tipo de característica, a entenderlas cuestiones de género y el rol de la mujer en la sociedad para evitar los estereotipos, vos sos mujer y tenés un destino marcado, o hay carreras de mujer y varón. Se busca poner eso en tensión a través de historias de vida”, amplió la educadora.
Gervasio calificó a la ley como una “puerta de entrada a la diversidad de todo tipo”, en la que confluyen los aspectos sexuales, culturales, religiosos, la diversidad de las formas del cuerpo, el cuestionamiento a los modelos de belleza imperantes.
La oposición a la ESI
El dictamen emitido en el Poder Legislativo fue cuestionado por ciertos sectores que se oponen a que se imparta educación sexual en los establecimientos educativos, alegando que es una misión que les corresponde a los padres y debe darse en el seno familiar. Por otro lado, exigen que, de existir, no esté bajo la ideología de género y piden que se consideren otras alternativas para la aplicación de la Educación Sexual.
“Hay una cuestión cultural más importante que trasciende esa información. Los chicos acceden a internet, si quisieran buscar cómo cuidarse podrían bajar información, el tema es qué transmite la familia con respecto a la identidad de género, al rol de la mujer y el varón. Quienes se oponen al dictamen van a seguir apelando. Uno de esos actores es la Red de Familias, para que las familias puedan decir que no autorizan que sus hijos reciban ESI en las escuelas”, indicó.
El nuevo Código Civil habla de responsabilidad parental porque ya no existe la patria potestad, entonces los hijos son sujetos de derechos y los padres no pueden impedirlo. Acerca de esto, en declaraciones públicas a medios nacionales, representantes de este sector sostuvieron que “los hijos siempre fueron sujetos de derecho, eso no es nuevo, también lo eran en el instituto de la patria potestad sustituido por el de la responsabilidad parental, y cuyo contenido es básicamente el mismo. Por lo demás, no se trata de impedir que los niños accedan a un derecho, por el contrario, de lo que se trata es de que no sean violentados en su inocencia o tratados de una manera que no se corresponde con su etapa madurativa”.
“Yo me pregunto qué educación sexual se va a transmitir en una familia donde hay abuso sexual, violencia de género, o no hay ninguna de estas cosas extremas pero toman la determinación de que no haya educación”, cuestionó.
Detrás de este rechazo a que se cumpla con una ley que garantiza a todos los niños y niñas el derecho a la educación y, dentro de ella, a la Educación Sexual Integral, operan razones eminentemente religiosas en muchos casos.
“Este debate no es casualidad que se haga ahora, porque es la continuación de la discusión que estaba por debajo del debate por la legalización del aborto. Me llama la atención cómo, porque si había algo en lo que estaban de acuerdo las dos posturas era sobre la educación sexual, pero entienden cosas distintas por esto. ‘No lleguemos al aborto, insistamos en la educación sexual’, decían, pero ahora aparece un freno”, manifestó.
Si la responsabilidad de brindarles educación sexual integral a los niños descansa solamente en el ámbito familiar, habría un punto de inflexión en esas familias que no les otorgan a sus hijos los derechos que tienen.
“Es una responsabilidad del Estado que los niños tengan garantizados sus derechos. Si los padres no se pueden oponer a que se enseñe historia o matemática, tampoco se deberían oponer a la ESI porque es parte de la formación ética y ciudadana, por eso es necesario que se aplique en todo el territorio nacional más allá de las convicciones religiosas o lineamientos”, se explayó.
En el medio de la charla, Gervasio apuntó a uno de los discursos planteados por un obispo que intervino en el debate del dictamen. “Coincidió en que la ESI involucra todo lo que hablamos, ahí estaríamos en línea, pero con ese mismo argumento plantean que eso debe quedar a criterio de cada diversidad. Creo que ahí también opera esto de la concepción del matrimonio y la familia, que la familia pueda transmitir valores dentro de su seno. Pero tenemos una Ley de Matrimonio Igualitario que avala la diversidad de familias que hay, entonces volvemos al debate de la diversidad”, aseveró.
También destacó que hay que profundizar en la aplicación de la legislación en torno a la ESI, porque en ningún lugar de la ley se brinda una determinada ideología social, cultural o religiosa, pero para hablar de la diversidad es preciso, primero, habilitarla en todas sus dimensiones.
“El debate va a seguir, es un avance importante que en el dictamen se permita progresar sobre esto, porque veo que desde las primeras reacciones de los docentes con los cuadernillos, hasta ahora, pareciera que no hubo evolución”, expresó.
La formación de los formadores
En numerosas ocasiones se ha señalado que uno de los déficits radica en que no se aplica la ESI ni una educación con perspectiva de género en el diseño curricular de las carreras que integran la formación docente, lo que reproduce una falencia en los demás sectores.
“No se ha trasladado aún a los institutos superiores de formación docente, se están revisando los planes, con nuevas materias y espacios para incluir, es fundamental que eso surja desde ahí para ir formando a los que se agregan. La mayor cantidad de docentes están hoy en las aulas algunos próximos a jubilarse, entonces me parece que hay que hacer ahí una fuerte política de capacitación”, añadió.
“Es difícil controlar si se aplica o no, pero me parece que más allá del control por el control mismo, hay que convencer a los docentes de que es importante brindar esas herramientas. Habilitar determinados debates en el aula, desde chiquitos, desde nivel inicial. Los chicos son los más preparados para todo esto, entienden con naturalidad que hay diferentes familias, no se sorprenden ni les parece un escándalo. La escuela es la que tiene que mostrar esa diversidad, porque sino uno cree que el modelo de familia es el que se tiene en la casa y no es así, hay muchos modelos posibles de familia, basta que haya una unión por el cariño, por el afecto de las personas que no necesariamente viven juntas”, esgrimió.
La ESI en el distrito
De acuerdo a los resultados arrojados por las evaluaciones del Operativo Aprender, efectuado en el año 2016 con el fin de relevar datos sobre la situación académica de los alumnos de sexto año del nivel primario y secundario de la Provincia de Buenos Aires, el 79 por ciento de los estudiantes secundarios manifestó no recibir educación sexual satisfactoria en la escuela. Un punto importante a revisar es qué entienden efectivamente los alumnos por Educación Sexual Integral y sus alcances reales de acuerdo a la ley vigente.
La falta de un proyecto institucional en cada establecimiento educativo, deja la implementación plena de la ley relegada a una aplicación voluntaria de cada docente, en detrimento de una enseñanza que debería estar garantizada por las instituciones escolares de manera transversal.
“Esta ley quedó librada a las iniciativas voluntarias, hubo formación pero falta, esto lleva a los docentes a replantearse su propia mirada sobre su sexualidad revisar los conceptos como docente y persona, lleva a un replanteo mayor que requiere de acompañamiento, se ha hecho mucho, y sigue siendo necesario sostenerlo. No podemos no cumplirlo por problemas de los grandes, somos funcionarios del Estado, debemos ajustarnos a las normativas vigentes, no por la fuerza, pero sí desde la convicción y la revisión de lo que hacemos cotidianamente”, cerró.
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