En el quinto aniversario de la inauguración de la terapia pediátrica destacan los avances del servicio
Ayer se cumplieron cinco años desde que aquel sueño de un grupo de padres se hizo realidad: la terapia intensiva del Hospital de Niños “Doctor Debilio Blanco Villegas”. Hoy, aquella idea que parecía inalcanzable pero que se concretó gracias a un grupo de personas que luchó hasta que las autoridades escucharon su pedido y el servicio abrió.
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Durante los primeros años funcionó exclusivamente con médicos y enfermeros provenientes de Mar del Plata y el anhelo fue siempre tener personal formado que viviera en Tandil.
El 1 de septiembre de 2016 reabrió la terapia tras estar cerrada dos meses por falta de personal y problemas con los pagos de salarios. En ese momento, el Municipio hizo gestiones para que la doctora Lorena Moreno, terapista tandilense que por ese entonces trabajaba en el Hospital de El Cruce, se radicara en Tandil y se hiciera cargo del área.
Así fue que el 1 de septiembre volvió a funcionar. Ahora, un año y medio después, el servicio ha tenido logros importante como contar con algunos médicos y enfermeros especializados que residan en la ciudad y buscan incorporar más.
El recurso humano
La jefa del servicio, Lorena Moreno, aseguró que la terapia está funcionando “muy bien, muy anclada al servicio de pediatría y al de emergencias. Yo digo que es una continuidad en la atención”.
Y destacó que hubo avances importantes en cuanto a “poder formar recurso humano, en equipos, en calidad de atención”.
Puntualmente en cuanto al recurso humano, aseguró que terapistas intensivos de niños “faltan en el mundo” y sostuvo que es un problema que la gente “no elige esa especialidad”.
“Para hacer terapia debés tener recurso humano y recurso tecnológico. Yo tengo pediatras con formación en terapia, y de hecho hay un grupo de pediatras de Tandil que está haciendo un curso de actualización superior de terapia intensiva pediátrica de la Asociación Argentina de Terapia, que nos permitió habilitar nuestra terapia para que estos pediatras lo hagan y son pediatras que hacen guardias acá”, sostuvo.
Consideró que “eso es muy importante, porque están haciendo el curso superior como lo hicimos todos los terapistas pero lo hacen en Tandil” y aclaró que de cualquier modo, siguen faltando médicos.
“Yo hago mi guardia pero a su vez estoy presente para colaborar con todos los médicos de los 7 días de la semana. Siguen viniendo terapistas de Azul y de Mar del Plata. En total somos cinco médicos para los 7 días, así que siguen faltando”, aseguró.
Lo mismo sucede con el área de enfermería ya que siguen viniendo enfermeras de Mar del Plata y Juárez.
“Solicité cargos porque no teníamos enfermeros propios de Tandil, estamos trabajando en eso, ya hay dos enfermeras que son de la ciudad y son nuestras de la terapia y estoy en tratativas para que salgan tres cargos de enfermería más”, sostuvo.
Buscando médicos
Moreno admitió que está en la búsqueda de médicos permanentemente.
“Hacer terapia es una especialidad difícil, distinta, que no a todo el mundo le gusta. Yo busco en el hospital El Cruce, en el Gutiérrez de Buenos Aires, en el Garrahan siempre los invito a que se vengan a vivir a Tandil pero la realidad es como allá también faltan, los grandes centros lo que hacen es el médico que se formó lo toman y lo acaparan para sus lugares, a medida que se van formando los van captando”, indicó.
Estadísticas
En 2017 hubo un total de 68 pacientes internados en el área de cuidados intensivos, diez más que en 2016.
“Hay una prevalencia estacional, hay más cantidad en época de invierno, que tiene que ver con la afección respiratoria, pero también la terapia funciona como terapia intermedia y en cierto modo como cuidados paliativos para pacientes más crónicos”, indicó.
De los 68 solamente hubo dos pacientes que fallecieron y cinco derivaciones a otros centros de mayor complejidad. Esas derivaciones se dan por ejemplo cuando hay grandes quemados que en la terapia de Tandil estabilizan al paciente y luego se deriva a una unidad de quemado especializado en ese tratamiento. También en casos de traumatismos de cráneo graves porque no hay neurocirujano en Tandil aún.
“Tandil está creciendo mucho, el hospital tiene un nivel de atención y complejidad muy bueno, con los años creo que van a surgir esas especialidades que faltan”, avizoró.
Derivaciones
Asimismo, hay muchos casos de pacientes de otras localidades derivados a Tandil.
“El año pasado el hospital recibió pacientes de La Plata, Berisso, en la época de la bronquiolitis, las terapias intensivas de la provincia no daban abasto y se recibieron. También algunos pacientes que son hiperagudos y que no tienen otro lugar para ir la terapia los recibió”, indicó.
Y aseguró que “a pesar de ser un hospital municipal es muy solidario en las patologías muy críticas, frente al paciente que está muy enfermo o con riesgo de vida”.
Aparatología
En cuanto a la aparatología resaltó que “hay un buen sistema de ingeniería médica que es el lugar para ir reparando los equipos, el cuidado y demás, y tenemos muy buenos equipos”.
Detalló que cuentan con cinco respiradores muy buenos de los cuales uno es más complejo para los pacientes que están con un cuadro respiratorio muy grave.
Además, cuentan con “bombas empuja jeringas, bombas infusoras de drogas que son específicas para pacientes que están inestables hemo-dinámicamente y que tienen que gotear a 0,1 mililitro. Nosotros contamos con eso como se trabaja en otras terapias del país, la verdad que los aparatos que tenemos están bien, los cuidamos y se mantienen bien”.
“Hay cuatro camas completas con respirador, monitores multiparamétricos que permiten hacer todo en el paciente. Se trata de cuatro unidades “perfectamente funcionales, y tenemos cinco respiradores, igual el hospital está preparado en las salas de lactantes, y demás todos tienen bocas de oxígeno si hubiera que poner más complejidad en las salas, el hospital está preparado ediliciamente para eso”.
“Estamos bien respecto a las camas por población, hay un estudio chileno que dice cómo calcular las camas de terapia intensiva de acuerdo a la población, una cama cada 30 mil niños, menores de 15 años. Nosotros estamos muy bien. Otro estudio español dice que tiene que ser un 4 u 8 por ciento de las camas totales del hospital. Este hospital tiene 50 camas de internación, y la terapia cumple el 8 por ciento”, precisó.
Consideró que “estamos bien con las cuatro camas, es la única terapia pediátrica en Tandil, los sistemas privados derivan acá, y tiene que ser así, eso es fluido, nosotros nos tratamos con los médicos de los distintos lugares. Si el paciente esta crítico tiene que venir acá”.
Terapia abierta
“La misión nuestra es tratar pacientes enfermos críticos con probabilidades de sanar. El fin de la terapia es que ese nene que está tan grave tenga la posibilidad de vivir, de sanar y la familia cumple un rol muy importante”, expuso y en ese marco explicó que se trata de una terapia abierta ya que “trabajamos en tener buena calidad de atención con la familia, eso hace que el tratamiento sea más óptimo en el paciente”.
“Es una terapia abierta, cuesta mucho pero se trabaja con los papás adentro, hacemos procedimientos con los papás. Tenemos ciertas normas que tienen que cumplir, que pueden entrar de a uno, se van turnando pero acompañan al nene”, afirmó.
En tanto, indicó que en algunas oportunidades han tenido las cuatro camas ocupadas, pero no es lo habitual.
“Yo vengo contenta todos los días al hospital, siempre con ganas y con ideas de mejorar el recurso humano. Este fin de semana hacemos un curso de ventilación mecánica. Eso me da mucha satisfacción seguirnos formando todo el tiempo. En el plano familiar es otra vida, estoy más pendiente toda la semana pero estoy muy contenta de estar en Tandil”, finalizó.
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