“Era una fiesta clandestina”, declaró Javier Camgros sobre lo ocurrido en el galpón de SAFA
Javier Camgros, director de Inspección General y Habilitaciones del Municipio, participó en el espacio del “desayuno” en el ciclo televisivo Tandil Despierta, que se emite por Eco TV, y brindó algunos detalles sobre lo acontecido el pasado fin de semana largo en el barrio Falucho.
Recibí las noticias en tu email
El lunes a la madrugada en un galpón de Venezuela al 200, perteneciente a la exfábrica Ronicevi, que era utilizado por una agrupación estudiantil a modo de cierre de Farándula, mientras los inspectores avanzaban con las tareas para ponerle fin al evento organizado por los alumnos de SAFA, se produjeron algunos disturbios que terminaron con la aprehensión de un joven de 17 años.
Se registraron disturbios ante la clausura de un galpón donde se desarrollaba una fiesta
“El hecho del lunes por la madrugada sorprendió a todos, tanto a la gente de Ronicevi como al Municipio y a la policía. Porque ya había habido intervenciones durante el período de la Farándula y los inspectores se acercaban al lugar y no había ningún problema. Los chicos entendían que lo que estaban haciendo no se podía hacer y había una desconcentración sin problemas”, comentó Camgros.
Según explicó, los inconvenientes se desataron cuando los inspectores pidieron acompañamiento policial porque había una importante cantidad de jóvenes. Al ver a los uniformados, los adolescentes salieron del lugar y comenzaron a recriminarles a los estudiantes de Sagrada Familia que les devolvieran el dinero, “con lo cual se presume que se cobró entrada”.
“Ahí empezó la pelea, cuando la policía intentó desconcentrar. Los chicos tiraban botellas y piedras, y también se escuchó el accionar de algún tipo de arma. Se alteró el ambiente, hubo tensión, corridas. Habrán sido tres o cuatro minutos y después terminó todo desconcentrado”, contó.
Informó que durante el período de la Farándula Estudiantil eran entre 80 y 100 los jóvenes que acudían al galpón, mientras que en este evento la cifra superaba los 200. Y más allá de que se estipula que cobraron entrada, lo cual no estaba permitido, expuso Camgros que fue una fiesta clandestina ya que el lugar no estaba habilitado para albergar un evento así: “Independientemente de si cobraron o no, lo que estaban haciendo no lo podían hacer. Era una fiesta clandestina, porque el galpón era solo para la Farándula. Además, el lugar no estaba apto; si uno va a hacer una fiesta en un local alquilado, tiene que cumplir los requisitos necesarios para cualquier evento”.