“Es doloroso lo que ocurre, pero se está ganando algo”, dicen desde Centro de Residentes chilenos en Tandil
El presidente del Centro de Residentes chilenos en Tandil, Luis Basáez, dialogó con El Eco Multimedios respecto al crítico momento que está atravesando Chile y aseguró que, si bien es doloroso y genera tristeza, "es algo que se esperaba que pudiera ocurrir".
La decisión de Sebastián Piñera, presidente chileno, de aumentar el precio del boleto del metro de Santiago despertó una ola de protestas en el vecino país que aún hoy se mantienen, pese a las medidas sociales que anunció el gobernante el pasado martes.
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La medida colmó la paciencia del pueblo que decidió salir a manifestarse multitudinariamente de manera pacífica, pese a que algunas que se tornaron más violentas y causaron grandes destrozos. Del otro lado, Piñera declaró el estado de emergencia, los toques de queda y la presencia de militares en la calle en labores de orden público.
Los enfrentamientos dejaron un saldo de más de 700 heridos, 18 personas fallecidas y una importante cantidad de denuncias por las violaciones masivas a los derechos humanos.
Luis Basáez, presidente del Centro de Residentes chilenos en Tandil, dialogó con El Eco Multimedios al respecto y contó que si bien hay cierta desazón, preocupación y tristeza, “era algo que se esperaba”. Explicó que desde el Golpe de Estado de 1973 el país rige bajo la misma constitución que dejó Pinochet.
“Ha gobernado tanto la izquierda como la derecha, pero siempre ha sido una democracia a medias. Desde aquella época, mi generación fue muy traumatizada por los militares; se vivió mucho miedo, fue muy traumático”, sostuvo.
Reconoció que si bien se vive con preocupación lo que está ocurriendo, él lo toma como “un nuevo nacimiento de Chile”. En ese sentido, manifestó que todo nacimiento trae acarreado cierto dolor pero que “está despertando la nueva generación; ya no soporta todo lo que está viviendo”.
“El aumento del boleto fue la punta del iceberg”
Al igual que expresaron varios ciudadanos chilenos, Basáez comentó que en su país hay mucha desigualdad y que el aumento del boleto desató el caos pero que “fue la punta del iceberg”, ya que de fondo había muchos otros problemas.
“Allá desapareció la clase media. Si se miran los números, Chile es un ejemplo porque tiene poca pobreza. Y eso es verdad, hay poca. Pero la clase media está privada de muchas cosas”, expuso.
Indicó que la riqueza está concentrada en el 15 por ciento de la población y que el resto “vive endeudado” porque ni siquiera tienen acceso a la universidad.
“Esto que ocurrió con el boleto del metro fue una punta del iceberg nada más. Porque más allá de eso, hay problemas con el agua. El 83 por ciento del agua de Chile la tienen transnacionales”, refirió.
Tras todos los inconvenientes, los enfrentamientos, y el caos que se está viviendo, pareciera que el gobierno decidió hacer algunos cambios. “En el fondo es doloroso todo lo que está ocurriendo, pero están ganando algo”, evaluó.
“’Los Primos’ manejan el país”
Continuando con la exposición de los problemas a los que hace frente el pueblo chileno día a día, Basáez señaló que las autopistas son unas de las más caras del mundo ya que están a cargo de empresas extranjeras.
“Las autopistas de allá son buenísimas, pero son las más caras del mundo también. Nosotros lo hemos comprobado porque vamos todos los años y gastamos más en los tax que lo que gastamos yendo de acá a Chile. No tiene sentido”, comentó.
Añadió que el presidente, quien ostenta la séptima riqueza de la nación, integra un grupo denominado “Los Primos” que es el que maneja prácticamente todas las cuestiones económicas del lugar. “Lo llaman así porque siempre está metido algún primo de él en las transnacionales”, relató.
Para quienes no conocían Chile, lo tomaban como ejemplar. Pero por debajo había una cuestión que se estaba gestando desde hacía bastante tiempo y que en cualquier momento se iba a detonar.
De hecho, durante el gobierno de Michelle Bachelet algunos alumnos de escuelas secundarias se manifestaron en contra del Estado, lo que se conoció como “La marcha de los pingüinos”. “Salieron exactamente igual que ahora, con la diferencia de que en esta oportunidad ya se perdió el miedo y pudieron acompañar más personas a los estudiantes”.