Ex estudiante de la Escuela Secundaria n° 2 reclama un edificio para su colegio
“Conozco bien la realidad”, respondió luego de consultarle sobre los motivos que lo incentivaron a comprometerse y solicitar la construcción de un edificio propio para la Escuela Secundaria n° 2 “Florentino Ameghino”, más conocida como “Las chapas”. Es así como recordó cómo las chapas hacían las veces de paredes y los techos. Ello implicó la ausencia de calefacción, la presencia de humedad en todo el lugar y paredes rotas. Sin embargo, ninguna de las condiciones lo desalentó y le impidió estudiar con perseverancia, hasta obtener el mejor promedio y convertirse en abanderado de la institución.
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Luego de enterarse que la situación de su escuela se mantenía igual desde el día de su egreso, se puso en contacto con estudiantes, ex alumnos y preceptores para conocer en mayor profundidad la situación actual. Como una forma de agradecer a la escuela lo recibido y retribuirla en cierta manera lo que los años transcurridos en aquel lugar le permitieron alcanzar, no dudó ni un instante en intentar lo que estaba a su alcance e inició una petición en change.org/miescuelatandil, donde expuso algunas de las condiciones en las que se encuentra actualmente la institución:
“En sus comienzos sus instalaciones a base de chapas lograron brindar contención a los estudiantes. Con el tiempo, gracias a los esfuerzos de la comunidad, se pudo construir un edificio aledaño donde hoy en día se desarrollan parte de las actividades de la escuela. En 2011 el gobierno decidió unir tres escuelas secundarias en una, trayendo cientos de nuevos alumnos a una institución sin lugar físico donde alojarlos adecuadamente. Debido a esto, en las instalaciones del viejo edificio de chapa continúan dictándose clases a cientos de alumnos en pésimas condiciones. La falta de calefacción, pérdidas de gas, puertas y ventanas dañadas, y paredes rotas y húmedas (entre otros tantos problemas) afectan el ámbito de estudio los alumnos. A su vez, la escuela también funciona en un tercer edificio, el cual se comparte con una escuela primaria (E.P. N°21). En este las condiciones son muy similares además de dificultar la organización debido a la distancia entre las sedes.”
Nacido en Villa Italia, Dino hoy se encuentra en el tercer año de Relaciones Internacionales, en la Universidad Torcuato Di Tella, a la cual ingresó con una beca por el 100% del arancel. Es por ello que, en un gesto por agradecer la formación recibida y devolver a su escuela y a la educación pública “lo que hicieron por mí”, comenzó a reunir firmas e intentar hacer real el deseo de muchos.
Lo que comenzó un viernes con una sola adhesión, creció hasta llegar a más de 900 en sólo tres días, gracias a su distribución a través de redes sociales. “No lo puedo creer”, confesó ante el gran apoyo recibido por parte de conocidos, desconocidos y personas de otras localidades que, tal vez, nunca conocerá. “Estoy súper contento con el apoyo de la gente”, sentimiento que comparte con los estudiantes y personal de la institución educativa, quienes le expresaron a través de mensajes personales su agradecimiento ante lo realizado.
Los resultados hasta el momento son alentadores, aunque niega que haya cifra que lo convenza: “La petición va a estar abierta hasta el momento que comience la construcción”, como un modo de generar presión sobre la Dirección General de Educación de la Provincia y en un intento de evitar que la solicitud quede en el olvido, “como pasa con todo”, explicó.
“Es importante que apostemos a la educación pública”, finalizó en un intento por demostrar la urgencia de la participación de todos para obtener una respuesta concreta ante lo solicitado. No sólo la de los vecinos de Tandil, sino principalmente de las autoridades a cargo.
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