Fuertes ráfagas generaron algunos inconvenientes en la red de tendido eléctrico
Tal como había anticipado el Servicio Meteorológico Nacional, se registraron en Tandil fuertes ráfagas de viento que, según manifestó el meteorólogo Gustavo Czop, alcanzaron los 67 kilómetros por hora. Si bien no hubo graves problemas respecto a árboles o gajos caídos, sí se produjeron algunos cortes de luz temporarios.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un estado de alerta el pasado domingo por la noche por posibles fuertes ráfagas de viento que se registrarían durante la madrugada y la mañana del lunes en el centro-sur de la Argentina.
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El área de cobertura abarcaba a un total de cinco provincias: Buenos Aires, Chubut, Entre Ríos, Río Negro y Santa Fe. Según señalaron desde el SMN se debió a un cambio progresivo de vientos del oeste al sudeste.
Y tal como anticiparon desde la institución encargada de dirigir la actividad meteorológica nacional y el desarrollo de las actividades hidrometeorológicas y geofísicas afines, en Tandil las intensas ráfagas se hicieron sentir durante la madrugada del 25 de mayo, ocasionando algunos problemas aislados en diferentes zonas de la ciudad.
El alerta, emitido el domingo a las 22, se actualizó a las 4 y se mantuvo vigente durante toda la mañana del lunes. Se estipulaba que la modificación de los vientos produciría ráfagas de entre 30 y 60 kilómetros por hora, pero que las intensidades más altas se registrarían sobre el centro y sudeste de la provincia de Buenos Aires, donde podrían alcanzar los 80 ó 90 kilómetros por hora.
No obstante, el meteorólogo tandilense Gustavo Czop le confirmó a El Eco de Tandil que en esta ciudad las ráfagas máximas se registraron durante la madrugada, cuando alcanzaron los 67 ilómetros por hora y luego, a las 8, se volvió a advertir un pico de 63 kilómetros por hora.
Problemas aislados
Lógicamente, cuando el viento sopla con tal intensidad se pueden evidenciar en las diferentes arterias de Tandil gajos caídos, o incluso árboles enteros, como así también postes de iluminación torcidos.
Sin embargo, en Tandil en esta oportunidad el panorama no fue tal y, aunque sí hubo algunos problemas, la realidad es que la ciudad no sufrió las fuertes ráfagas como en otras ocasiones.
De hecho, desde la Dirección General de Espacios Verdes Públicos, encargada de verificar que ninguna planta haya caído, realizaron una recorrida durante la mañana del lunes y no hallaron ninguna complicación.
El propio director del área, Luciano Jaureguiber, manifestó en diálogo con este medio que “hicimos la recorrida y no encontramos ningún tipo de evento; no había nada, estaba todo tranquilo”.
En donde sí se registraron contratiempos fue en Cerro Leones, en las calles Suiza y Don Bosco, camino a la Reserva Natural Sierra del Tigre, y sobre la arteria Francia.
En todos esos lugares, según advirtieron desde la Usina Popular Municipal de Tandil, se produjeron cortes de luz temporarios, producto de caídas de ramas sobre la línea. De todas formas, señalaron desde la compañía de servicios de electricidad que los daños fueron reparados a la brevedad.
En tanto, el subsecretario de Protección Ciudadana, David Tifner, aseveró que desde Defensa Civil no recibieron llamados ni consultas por inconvenientes relacionados a las fuertes ráfagas de viento.
Renace la preocupación por la poda
Si bien es cierto que en esta oportunidad no se registraron mayores problemas con los árboles y las ramas caídas, lo cierto es que cuando ocurren estos fuertes temporales suelen advertirse gajos que cortan las calles o las sendas peatonales, y en muchas ocasiones se debe a podas “clandestinas” de árboles públicos.
“Nadie puede recortar los árboles sin la autorización de Espacios Verdes”, advirtió a este medio Jaureguiber, y recordó que la poda de las diferentes especies depende del momento del año.
Hace apenas algunas semanas, luego de un fuerte temporal, la rama de un árbol cayó sobre un auto que estaba estacionado en la calle Fuerte Independencia, a metros de Maipú. Consultado acerca del suceso, el director de Espacios Verdes Públicos, Luciano Jaureguiber, explicó que el principal problema, además de las intensas ráfagas, fue la poda de descope que se había efectuado y explicó los motivos por los cuales no se llevan a cabo.
Con una imagen marcada con diferentes colores, Jaureguiber evidenció en el gajo caído el lugar del que estaba sujeto a la planta y los problemas de hongos y bacterias que tenía el árbol producto del descope.
Explicó que no podan los árboles de altura porque se generan brotes jóvenes que obligan a que se trabaje en ellos todos los años. “Terminás en un círculo vicioso que económicamente es inviable en cualquier parte del mundo, salvo en la avenida de los Campos Elíseos, en París”, concluyó.