Imputaron a un trabajador municipal por un faltante de recursos en la Tesorería del Hospital
El proceso se encamina hacia la resolución. El expediente incorporó la opinión fundada del instructor sumariante, que consideró a uno de los tres trabajadores como autor material de la adulteración de las planillas de los viáticos. Para la tesorera, en tanto, sugiere una sanción.
Tras un año de trabajo se acerca la resolución del sumario administrativo que inició el Ejecutivo a partir de irregularidades en el Departamento de Tesorería del Hospital Municipal “Ramón Santamarina”. En principio, el instructor sumariante le imputó a uno de los trabajadores del área la autoría material de la adulteración de los viáticos por la que se determinó un faltante de dinero.
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La investigación se inició en marzo pasado luego de la detección de irregularidades en la emisión de planillas de viáticos, cuyos importes habrían sido percibidos sin que se haya verificado inicialmente la efectiva prestación del servicio por el cual se habrían confeccionado.
La emisión de al menos una docena de formularios permitió establecer una cifra aproximada de 30 mil pesos.
En una instancia inicial las miradas apuntaron hacia los tres empleados de planta permanente que desempeñaban funciones en el área. Como primera medida, a la par de la recopilación de pruebas, los trabajadores fueron suspendidos y posteriormente reincorporados en diferentes tareas dentro de la estructura de la Municipalidad.
Con el proceso que ingresa en su etapa final, algunas novedades permiten obtener un panorama sobre el caso. En ese sentido, el instructor sumariante consideró que corresponde el sobreseimiento de una de esas tres personas, que quedó por fuera de la imputación por no tener responsabilidad en la investigación sobre la aparición de viáticos apócrifos.
En cuanto a las dos personas implicadas, la tesorera presentó un descargo en el que ofreció su prueba y mostró una conducta activa a lo largo de la investigación. Incluso, una vez que comenzó el sumario, impulsó una denuncia penal ante la Justicia para que iniciara una pesquisa en paralelo.
Finalmente, tras la imputación, el sumario sugirió que se la debería sancionar con una suspensión al considerar que le correspondía cierta responsabilidad en cuanto a la “falta de control” que fue la que “permitió que se llevara adelante esta maniobra”.
Autor material
Para el tercer empleado, en la instancia de imputación no presentó ningún descargo y renunció a la Municipalidad. Sin embargo, se le imputó, entre otras cosas, la autoría material de la adulteración de los viáticos en función de la prueba reunida, adelantó a El Eco de Tandil el secretario de Legal y Técnica de la comuna, Andrés Curcio.
Para esta decisión el instructor sumarial tuvo en cuenta un peritaje caligráfico realizado, en el que se evidenció “compatibilidad” entre unas constancias del legajo y unos trazos que se advertían de los certificados adulterados.
“Con eso, el instructor le imputa responsabilidad”, dijo el funcionario y asimismo aclaró que la renuncia del trabajador “no significa necesariamente que el sumario no pueda continuar”.
Si bien lo tradicional es que se extienda esta acción cuando el trabajador deja de cumplir funciones, la ley habilita a que se continúe cuando la resolución del sumario pudiese modificar la causal del cese. Así, “el sumario continuó pese a que esta persona había presentado su dimisión”, explicó.
La prueba caligráfica
Para el secretario de Legal y Técnica fue “determinante” la prueba caligráfica que practicó la instrucción, que “puso a disposición de un perito calígrafo elementos de cotejo con constancias del legajo personal de los trabajadores”.
En esa tarea estableció que “los trazos de uno de esos trabajadores coincidían con los de los viáticos adulterados”, resaltó.
“Quien tuvo la autoría o participación material fue un trabajador y no la tesorera, a quien le imputa no haber controlado lo suficiente para evitar que esto se produzca”, ratificó y citó en ese sentido la existencia de unos sellos, que no correspondían a Tandil sino a un hospital de otro municipio y el instructor sumarial interpreta que con el adecuado control de la tesorera podría haberse evitado.
Próximos pasos
La semana pasada el expediente sumó la opinión fundada, es decir, la conclusión del instructor sumariante sobre todo lo que transcurrió.
El procedimiento establece que deberá remitirse a la Junta de Disciplina, integrada por funcionarios municipales e integrantes del Sindicato de Trabajadores Municipales, que contará con diez días hábiles para hacer el informe de lo que interpretan de todas las actuaciones.
Finalmente, será el Intendente el que deberá dictar el decreto con la resolución final para dar por concluido el proceso.