Incendiaron la vivienda donde residía el casero de Sans Soucí y mataron a su perro
Había sufrido amenazas por parte de un grupo de personas que sacó del predio días atrás porque habían ingresado con intenciones de robo. Las llamas arrasaron con todo. Ahora Walter Gomez vive con su familia en una carpa porque aseguró que las autoridades del Instituto no le permitieron dormir en un aula. “Hoy esa gente que yo cuido hace 16 años me da la espalda”, lamentó.
Tras recibir amenazas días atrás, el cuidador del predio del Sans Soucí (situado en Aeronáutica Argentina al 2700) fue víctima de un hecho delictivo que lo dejó a él y su familia sin nada. No conformes con incendiar la casa donde vive, los delincuentes torturaron y mataron al perro de su hija.
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Ahora, Walter Gomez vive en una carpa porque asegura que las autoridades del Instituto Superior de Formación Técnica 75 no le permiten dormir en un aula hasta que pueda hacer algunos arreglos que le permitan volver a habitar la casa que fue quemada.
En diálogo con El Eco de Tandil contó que “esto empieza a raíz de que sacamos gente de acá, han querido robar en el Instituto 75 y siempre me amenazan pero nunca de este modo, tan alevosamente. Ya hemos tenido a raíz de cuidar el lugar, otras roturas de vidrios, o piedrazos pero no algo de esta magnitud”.
Aseguró que los robos son moneda corriente en el barrio de Villa Aguirre donde está emplazado el predio Sans Soucí, especialmente de noche y es común que los malvivientes se escondan en allí o que intenten robar en el Instituto 75 donde saben que hay computadoras y otros elementos que podrían sustraer.
Las amenazas y el incendio
“La función que cumplo es cuidar gratuitamente hace 16 años el lugar. No cobro un sueldo, solamente me han prestado la casa pero a raíz de tanto arriesgarme por ser responsable las consecuencias las terminamos pagando siempre nosotros, porque no le prenden la casa a la gente del Instituto, sino que siempre las amenazas son en contra nuestra”, lamentó. Gomez vivía en la casa con su mujer, su hija de 13 años y su hijo de 18.
Y recordó que días atrás, cuando sacó a las personas que estaban intentando robar, lo amenazaron con “prender fuego todo, más que nada era en contra del Instituto la amenaza pero no saben que acá adentro hay cosas de la familia, que no estudian chicos acá”.
De acuerdo a lo que le informaron los peritos, el incendio se habría originado entre el sábado a la noche y el domingo a la madrugada mientras él y su familia se encontraban de viaje.
“Nosotros nos fuimos el viernes a las 18, y nos enteramos de esto porque nos llamó un policía amigo a las 4 del domingo, que ya estábamos por volver a Tandil. Cuando me llamaron para tranquilizarme me dijeron que era algo mínimo pero llegamos y la verdad que esto era un desastre, así que fue una impotencia terrible”, manifestó.
“Nos dejaron sin nada”
“Nos dejaron sin nada, se quemó todo”, afirmó. Sin embargo, lo que más lamentó es lo que le hicieron a la perra de su hija, a la cual torturaron y mataron.
“Como si fuera poco, no sé si estarían drogados o borrachos, pero había una perrita Shar Pei de la nena, que dormía con ella, que le dieron tres puñaladas y un palazo en la panza”, contó con dolor.
Y agregó que “a la perrita no me la regalaron sino que la compre tras juntar peso por peso porque el sueño de la nena era tenerla. Logré comprársela con el laburo y la mataron”.
Además, lo más incomprensible es la crueldad con la que la mataron, el sufrimiento que le provocaron. “Yo nunca había escuchado esto ni siquiera de los peores delincuentes. La perrita sufrió un montón porque no fueron puñaladas profundas, le bajaron la mitad de la cara con un corte y le cortaron las dos patitas también con un cuchillo y no se murió en el momento, sino que subió hasta la habitación y murió ahí”, expresó.
Aseguró que “la verdad que hubiera preferido que me robaran todo y no matar así a un animal que es mejor que cualquier persona”.
“La gente que cuida me dio la espalda”
Gómez radicó la denuncia en la comisaría Cuarta y ya se encuentra en etapa de investigación. “Acá no solamente vienen ladrones, sino también violadores. Es más hace 4 años una persona dentro del monte quiso abusar de una nena de 11 años scout, también lo corrimos, también me arriesgué yo, también estuvimos en ese momento”, recalcó.
Pero lamentó que “la gente que cuido hace 16 años, que es el Instituto 75 donde estudian un montón de chicos, es la que hoy me da la espalda porque tienen miedo y se lavan las manos, al igual que el Municipio, y el Consejo Escolar o el Ministerio de Educación de la Provincia”.
En ese sentido, contó que el domingo por la noche les pidió algún aula o espacio para dormir en el interior del edificio y le dijeron que no porque las autoridades de la institución “se iban a ofender porque nosotros durmiéramos ahí, que lo iban a tomar como si fuéramos gitanos”.
Por tal motivo, tuvieron que dormir en una carpa que armaron al lado de la casa y donde permanecerán hasta que puedan arreglar aunque sea una habitación.
“El Municipio, Miguel Lunghi y el Consejo Escolar fueron quieren me mandaron acá hace 16 años, porque este lugar estaba infectado de chorros y violadores, usaban esta casa como si fuera de ellos. Entonces me ofrecieron este lugar para que yo sacara a los chorros porque nadie podía hacerlo y yo toda la vida trabajé de seguridad en un montón de lugares. Pero hoy la gente del Municipio tampoco apareció, nosotros estamos sin dormir desde el domingo a las 4 y jamás vinieron ni a traer un plato de comida, porque nos quedamos sin nada”, cuestionó.
Sin embargo, destacó que “la gente de Tandil, personas a las que le he pintado en un montón de casas, son los que me están ayudando”.
“A veces uno se siente con tanta impotencia que dan ganas de bajar los brazos pero esa misma gente es la que te da la fuerza para luchar”, expresó sin poder contener las lágrimas.
El Eco de Tandil contactó al director del Instituto 75, Leonardo Malsenido, pero prefirió no hacer declaraciones porque aseguró que están manejando el tema con el Consejo Escolar y que van a esperar a tener mayor certeza acerca de lo que sucedió.
Desde Consejo Escolar también se excusaron de hablar con la prensa hasta tener mayor información sobre lo ocurrido.