Inculcan a los chicos el cuidado del medio ambiente como una responsabilidad cotidiana
Hoy se celebra en todo el mundo el Día del Medio Ambiente y con tal motivo desde el Colegio Nuestra Tierra propusieron una serie de encuentros, charlas y espacios de reflexión para toda la comunidad educativa con la intención de que todos empiecen a pensar en conservarlo.
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“El amor por la naturaleza se enseña dedicando mucho tiempo didáctico al contacto directo con ella, tocando, manipulando, experimentando, estableciendo hipótesis, identificando supuestos, corroborando o refutando ideas a través de un ciclo de indagación acorde a la edad de los niños y a su sentido del espacio y el tiempo”, expresaron desde la institución.
Con esta filosofía como base, es que las salidas periódicas a las sierras para reconocer flora nativa, el respeto de los senderos trazados, el cuidado de gallinas desde sala de dos años, la realización de compost para utilizar en la huerta orgánica o el invernadero, forman parte de las actividades diarias a desarrollar con los alumnos. Así también, desarrollan la propuesta de kiosco saludable con opciones ricas y nutritivas junto a la consigna de “traé tu compotera y cuchara” para reducir la generación de residuos, la separación de los deshechos y el compromiso de ser “custodios” de la laguna Coscorobas (cercana a Azucena) en el marco de un Programa Nacional de Conservación de Humedales, entre otras acciones que permiten internalizar prácticas de uso responsable del ambiente desde la experiencia concreta.
Así es que cada 5 de junio se les presenta como un día más para enseñar y entender que todos son parte del ambiente. “Las acciones dejan una huella, que puede ser positiva en la medida en que aprendamos cómo funciona el lugar en el que nos desarrollamos, saber cuáles son sus integrantes, cómo se relacionan, qué procesos ocurren más allá de nuestra presencia, entre otras variables”, indicaron.
Explicitaron que los problemas ambientales tales como la contaminación, la deforestación o la forestación en este sistema serrano y la acumulación de residuos, entre otros, recién comienzan a abordarse como tales a partir del segundo ciclo de la Educación Primaria, cuando los alumnos ya han experimentado desde el nivel inicial el acercamiento directo al entorno natural, han conocido plantas nativas y exóticas, animales del pastizal, relaciones ecológicas y, por lo tanto, saben qué conservar y por qué.
En el conocimiento de lo local y en la posibilidad de reflexionar sobre el impacto de las acciones cotidianas sobre el ambiente, aseguraron que reside el verdadero sentido de una educación ambiental que trascienda lo discursivo y realmente posibilite el anclaje en los niños y sus familias de conductas reflexivas y críticas tendientes a la conservación.