Jóvenes alcoholizados y ascenso de contagios, las principales preocupaciones en la Guardia
Cecilia Martens reveló que recibieron unos 20 jóvenes intoxicados por ingesta de alcohol en cada una de las fiestas de fin de año. El número difiere al resto del año. Advirtió que nunca hubo una baja total de casos y ya están ante cifras alarmantes otra vez. Lamentó que haya gente que no tome los recaudos y tire por la borda tanto tiempo de cuidados. “Es una falta de respeto”, dijo.
Pasaron las fiestas de fin de año y ya con el 2021 en curso, la jefa de Guardia del Hospital Ramón Santamarina, Cecilia Martens, compartió una reflexión sobre las atenciones que debieron realizar. A la vez, se refirió a los dígitos preocupantes del coronavirus.
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La médica reveló que en este año enmarcado en la pandemia, el trabajo habitual en su área tuvo que ver puntualmente con los casos sospechosos de Covid-19, tanto gente para internarse como quienes recurren para realizarse el hisopado o revisación médica para atender las patologías.
Particularmente en el fin de semana de las fiestas, lo que se incrementó, tanto en Navidad como Año Nuevo, sobre todo en las primeras horas de la mañana, fue el ingreso de muchos alcoholizados.
“Esa es una consulta relativamente frecuente los fines de semana, fuera de las restricciones por el coronavisrus, que esta vez se vieron incrementadas”, sostuvo en conversación con el ciclo radial “Cosas que Pasan”, que se emite por Tandil FM (104.1).
Según detalló, el promedio en ambas fiestas fue de unas 20 personas en estado de ebriedad agudo. “Algunos con alteración de la conciencia bastante importante, con traumatismos producto de caídas y una intoxicación alcohólica que merece una intervención y observación clínica, por eso quedan internados hasta que se metabolice todo lo ingerido y vuelvan a reaccionar de a poco”, explicó.
A la profesional le resultó llamativa la reacción, ya que aseguró que se habían acostumbrado a otras situaciones durante los fines de semana. Si bien suelen tener salidas en ambulancia en tiempos donde funcionan los boliches u otras actividades nocturnas en su esplendor, se habían habituado a lo que trajeron aparejadas las limitaciones de esta pandemia.
En este sentido, indicó que lo que sucedió en los festejos de Navidad y Año Nuevo quizás hasta superó lo que ocurría anteriormente los fines de semana. Incluso, cabe recordar que hasta en la guardia del Hospital de Niños Debilio Blanco Villegas recibieron a dos menores, de 12 y 13 años, que habían ingerido alcohol en la madrugada del 2021.
“No vamos a tener respiro”
Por otro lado, respecto a la percepción que advirtieron desde la Guardia del Sanatamarina en cuanto a personas con síntomas de Covid-19, precisó que si bien hubo consultas fueron un poco menos durante los días de la fiestas de fin de año.
“Llamó mucha menos gente para hisoparse, esperando tal vez que pase la celebración”, estimó Martens, aunque de todas maneras reveló que hubo un número significativo de testeos, que se reflejaron algunos en los casos positivos mencionados en el parte diario que emite el Comité de Seguimiento.
Para la jefa de Guardia es preocupante que la curva de contagios nunca bajó del todo, a pesar del descenso que se vio en un momento, y ya está empezando a subir nuevamente “con números alarmantes. No vamos a tener respiro, me parece”, añadió.
Al ser consultada sobre los motivos que argumentan los pacientes al encontrarse con un resultado positivo, contó que “hay un poco de todo”, pero que los más frecuente siempre son las reuniones sociales.
Detalló que es ahí cuando empiezan a interrogar, y lejos de percibirlo como algo malo o acusatorio, es necesario que las personas revelen los contactos estrechos. “Nunca es para señalar con el dedo porque somos médicos y no estamos para eso, pero necesitamos esa información para poder actuar, aislarlos y disminuir la secuencia de contagios, porque sino todo continúa”, expresó.
Además, aunque algunos revelen los vínculos y otros no, siempre el consejo es que la persona que se haya realizado el testeo avise a aquellos con quienes haya estado hasta 48 horas antes de haber tenido síntomas. “Esa gente ya se tiene que ir quedando quieta hasta que esté el resultado”, indicó como lo más prudente.
Recordó que se llama contacto estrecho a los que se encuentren sin tapaboca o barbijo por más de 15 minutos y a menos de dos metros de distancia. Aunque estas condiciones en el exterior disminuyen los riesgos, tiene que ver principalmente con la distancia que se mantenga y el hecho de no compartir utensilios, mates o bebidas.
Cuando no se cuidan y descreen del virus
Como médicos que están en la trinchera, reveló cuáles son los sentimientos que los abordan cada vez que hay gente que demuestra no preocuparse ni cuidarse ante la pandemia, o ven al coronavirus como una simple gripe.
Martens manifestó que eso le da mucha lástima, porque están viendo que hay familias que han perdido a sus padres. “Tenemos matrimonios que han fallecido por esto, incluso durante las fiestas, chicos que se quedaron sin los abuelos y es una falta de respeto darle entidad de gripe, porque no lo es”, aseveró.
Mencionó ante esto que mucho ha tenido que ver la aglomeración tras la muerte de Diego Maradona y otras secuencias que generaron falta de credulidad sobre la seriedad de la enfermedad, sostuvo que a pesar de que haya una multitud que quiera despedir a un ídolo, nadie debe dejar de salir con el barbijo., ni usar alcohol en gel ni mantener el distanciamiento.
“Muchas individualidades que hagan las cosas bien puede llegar a tener un resultado”, planteó, aunque determinó que hay situaciones que los desmoralizan como médicos y sociedad, porque los hábitos han cambiado en la vida de todos.
“Es triste que alguien después de tanto esfuerzo no se cuide o no cuide al otro”, lamentó y recordó que en Tandil han muerto 118 personas a causa del virus, e incluso en otros países acumularon cadáveres en las puertas de los hospitales. “Por suerte eso no nos pasó y fue gracias a lo que se hizo con la cuarentena estricta”, enfatizó Martens.
Finalmente, la médica consideró que el sector salud pudo dar respuesta a la demanda de la sociedad, tanto en la ciudad como en el país, cuando se registró el aumento de casos.