La Biblioteca Rivadavia reabrió el libro de su historia al celebrar sus 110 años de vida
Con la presencia del intendente Miguel Lunghi, funcionarios comunales y representantes de diversas instituciones de la ciudad, la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia celebró ayer sus 110 años de vida. El emotivo acto, que se desarrolló a las 11, en las instalaciones de calle San Martín 516, incluyó sentidos reconocimientos y la inauguración del Pequeño Museo del Libro.
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Estuvo encabezado por el presidente de la comisión directiva, Gastón Morando, junto a sus compañeros del espacio, Ernesto Palacios y Manina García.
Por la comuna, acompañaron al jefe comunal, la secretaria de Desarrollo Social, Alejandra Marcieri; la subsecretaria de Cultura y Educación, Natalia Correa; la directora del área, Guillermina Cadona; su par de Integración y Extensión Comunitaria, Luján Brito; el subsecretario de Planeamiento y Obras Públicas, Luciano Lafosse; entre otras autoridades comunales.
Por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, se hizo presente el secretario de extensión, Daniel Herrero; por el Centro Andaluz de Tandil, su presidente Daniel Menchón; por el PRO, el exconcejal Claudio Ersinger; socios, amigos e invitados especiales.
En el marco de un nuevo aniversario, la comisión directiva de la Biblioteca Rivadavia reabrió el preciado cofre de los recuerdos que transcurrieron a lo largo de estos años en las históricas instalaciones emplazadas en el corazón del centro tandilense y compartió los proyectos en marcha.
Además, inauguró el Pequeño Museo del Libro y brindó un cálido reconocimiento al periodista Julio Varela por la labor desarrollada en la institución desde la secretaría de extensión de la Unicén y al Centro Andaluz de Tandil por su valiosa colaboración y compromiso con la entidad.
También se leyó el cálido mensaje que envió uno de los referentes de la literatura tandilense y fiel colaborador de la Biblioteca, el reconocido historiador y escritor Hugo Nario, quien por cuestiones de salud no pudo estar presente en la oportunidad.
Las palabras de cierre estuvieron a cargo de Gastón Morando y el intendente Lunghi, quien renovó el compromiso de la comuna con la institución. Finalmente, el festejo fue coronado con un brindis entre todos los invitados por el compromiso de los próximos años de trabajo.
Pasado, presente
y futuro
El primer tramo del acto se desarrolló en el teatrillo. Allí, el encargado de darle la bienvenida al público en representación de la comisión directiva de la Biblioteca fue Ernesto Palacios, quien realizó un minucioso repaso histórico desde su creación, el 2 de junio de 1908, hasta la actualidad.
Hoy, 110 años después, el exdirector de Turismo comunal enalteció el rol del libro y de las bibliotecas en tiempos tecnológicos, cuya supervivencia resulta uno de los mayores compromisos que deben asumir los gobiernos.
Agradeció finalmente las salutaciones recibidas por el aniversario de la institución y a la artista plástica Laura Patricia Valor por la muestra pictórica que acompañó la ceremonia.
Tras sus palabras, Manina García compartió un video que mostró avances de un proyecto que presentarán a fin de año con la idea de armar un documental que recupere la historia de la Biblioteca Rivadavia con lo que fue, es y lo que se proyecta a futuro.
Distinciones e
inauguración
El segundo tramo de la ceremonia transcurrió en la Sala de Lectura con cálidos reconocimientos al Centro Andaluz de Tandil por el generoso gesto solidario que tuvo semanas atrás con la organización de una gran paella a beneficio de la entidad, y al periodista Julio Varela por su labor desarrollada en la institución desde la secretaría de extensión de la Unicén.
Luego, las autoridades invitaron al intendente Miguel Lunghi a dejar formalmente inaugurado el Pequeño Museo del Libro, una iniciativa impulsada por Hugo Nario, quien a pesar de no haber podido estar presente por cuestiones de salud, envió un sentido mensaje a la Biblioteca en su cumpleaños.
Una institución
con historia
Finalmente, el titular de la comisión directiva, Gastón Morando, agradeció a quienes hicieron posible la concreción del museo, a los socios y amigos de la biblioteca, al Centro Andaluz de Tandil y a todas las instituciones que día a día colaboran con la institución.
En su discurso, recalcó el paso de destacadas personalidades por la centenaria entidad, entre las que mencionó a “José Antonio Cabral, un pionero, y una persona que proponía cambios y generó muchas cosas; Juan Manuel Calvo, educador y periodista, ambos estuvieron 25 años presidiendo la biblioteca; Juan Carlos Pugliese y Roberto Bonanni”, entre otras reconocidas figuras e intelectuales importantes que forman parte de la historia de la institución.
Citó luego algunos fragmentos del libro de Ricardo Pasolini “La utopía de Prometeo”, que analiza la vida de Juan Antonio Salceda y, al hacerlo, repara en varias de sus páginas en la Biblioteca Rivadavia. Se remontó así al contexto histórico en el que fue creada y resaltó como un hito importante la constitución, el 14 de junio de 1942, del Ateneo Rivadavia.
Los desafíos
futuros
Con orgullo de los logros alcanzados, entonces, Morando subrayó que la emblemática institución mantiene hoy “plenamente vigentes” sus objetivos iniciales, en una sociedad de la información, el conocimiento y la era digital. A pesar de los cambios de contexto, con nuevos desafíos y nuevas adversidades, afirmó que conserva “buena parte de la misión que está establecida por los fundadores y por quienes nos precedieron”.
Afirmó que dicho propósito “básicamente tiene que ver con democratizar aún más el acceso de los bienes y servicios culturales para que toda la población de todas las edades y de cualquier estrato socioeconómico acceda al privilegio de leer, pero no solo eso, sino también a los centros culturales para el desarrollo de actividades vinculadas al arte, lo académico y a la música, entre otros”.
Consideró que “ese es el desafío, honrando el planteo y los postulados de los fundadores y de quienes nos precedieron, que tiene que ver con facilitar y promover el acceso de los bienes y servicios culturales para todos”.
Por último, el presidente de la comisión directiva de la institución valoró el capital humano de la comunidad tandilense, el marco natural serrano que ofrece la ciudad y la calidad de las instituciones, entre las que mencionó a la Biblioteca Rivadavia, que “ha tenido, tiene y tendrá una relevancia central en el desarrollo educativo y cultural de Tandil”.
El intendente Lunghi renovó su
compromiso con la institución
Al cierre del acto, el intendente Lunghi tomó la palabra y rememoró en primer lugar al creador de la Biblioteca Rivadavia, don José Cabral, el mismo que once años después de aquel 2 de junio de 1908 fundó el vespertino Nueva Era.
Resaltó luego la gran dedicación de los hombres y mujeres que formaron parte de la vida de la institución y celebró que hoy, mucho tiempo después, en la ciudad “todavía siga existiendo el deseo de saber”.
En un nuevo aniversario, renovó el compromiso del Municipio con las necesidades de “una organización fundamental de nuestra comunidad, su proyección, su mantenimiento y su grandeza”.
El jefe comunal aseguró que ese es su credo de fe por la Biblioteca Rivadavia, por los niños y los jóvenes que aprendieron allí a leer la profundidad de los libros, el rastro del pasado en las hemerotecas, y todo lo que concierne a ese acto íntimo de la lectura.
“Celebramos y festejamos los vitales 110 años de la Biblioteca Rivadavia mientras Tandil va hacia su bicentenario. Con el ejemplo de don José Cabral como antorcha luminosa que desde el pasado nos va alumbrando el porvenir”, concluyó.
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